INTRODUCCIÓN
Tras la batalla de Inglaterra (julio-octubre de 1940), donde la Luftwaffe mordió el polvo con la Royal Air Force, tanto para Oberkommando der Wehrmacht (OKW) como para el propio Hitler se evidenció que era indispensable aislar a Gran Bretaña de sus colonias y de norteamérica. Ésto se tendría que realizar intensificando la guerra submarina en el Atlántico Norte y cerrando el Mediterráneo a los ingleses. La Operación Felix estaba en marcha.
PREPARATIVOS
Era evidente que para terminar con los ingleses en el Mediterráneo no era suficiente Italia como aliada, sino que se tenía que implicar a Franco y España en esta empresa. España acababa de salir de una larga Guerra Civil y el país difícilmente soportaría entrar en otra guerra, y más cuando estaba en plena "pacificación". Se requería un gesto directo por parte de Alemania.
Se concertó una entrevista entre el Führer Adolf Hitler y el Caudillísimo General Francisco Franco en la frontera hispano-francesa para el día 23 de octubre, en la localidad de Hendaya, precedida de unas intensas negociaciones diplomáticas al más alto nivel que habían dado con el cambio de España de país neutral a "no beligerante".
Las negociaciones fueron tensas, pero el Führer hizo nuevamente gala de su carisma y convenció al Caudillo español con difusas promesas territoriales -acuerdo sobre la creación de una unión ibérica-. Se le hizo ver que era imperiosa la conquista del Peñón, y de la necesidad de permitir el paso, avituallamiento y colaboración con las tropas germanas.
Tras la batalla de Inglaterra (julio-octubre de 1940), donde la Luftwaffe mordió el polvo con la Royal Air Force, tanto para Oberkommando der Wehrmacht (OKW) como para el propio Hitler se evidenció que era indispensable aislar a Gran Bretaña de sus colonias y de norteamérica. Ésto se tendría que realizar intensificando la guerra submarina en el Atlántico Norte y cerrando el Mediterráneo a los ingleses. La Operación Felix estaba en marcha.
PREPARATIVOS
Era evidente que para terminar con los ingleses en el Mediterráneo no era suficiente Italia como aliada, sino que se tenía que implicar a Franco y España en esta empresa. España acababa de salir de una larga Guerra Civil y el país difícilmente soportaría entrar en otra guerra, y más cuando estaba en plena "pacificación". Se requería un gesto directo por parte de Alemania.
Se concertó una entrevista entre el Führer Adolf Hitler y el Caudillísimo General Francisco Franco en la frontera hispano-francesa para el día 23 de octubre, en la localidad de Hendaya, precedida de unas intensas negociaciones diplomáticas al más alto nivel que habían dado con el cambio de España de país neutral a "no beligerante".

Las negociaciones fueron tensas, pero el Führer hizo nuevamente gala de su carisma y convenció al Caudillo español con difusas promesas territoriales -acuerdo sobre la creación de una unión ibérica-. Se le hizo ver que era imperiosa la conquista del Peñón, y de la necesidad de permitir el paso, avituallamiento y colaboración con las tropas germanas.