Capitulo Dos ( 1071-1074 )
Capitulo Dos ( 1071-1074 )
Hacia un calor sofocante en el campo de entrenamiento, Sancho contemplaba como sus soldados se ejercitaban y aprendían las nuevas tácticas que había visto utilizar a los árabes, en particular estaba encantado con el nuevo arco traído de las tierras infieles, un arco mas potente y capaz de lanzar las flechas mucho mas lejos. Tan absorto estaba que no vio entrar al hombre que traía el mensaje que acabaría con la paz en Castilla,
Majestad, un mensaje de Rodrigo, tomad me ha ordenado que os lo entregara urgentemente, señor.
Gracias, soldado, podéis retiraros, abrió la carta rápidamente, Rodrigo no era un hombre al que le gustara escribir y si lo había echo algo importante pasaba.
“Señor, siento interrumpir vuestros quehaceres diarios, pero mis informadores en Soria, me contaron la semana pasada rumores inquietantes sobre nuestro vecino el emir de Zaragoza, queriéndolos comprobar por mi mismo, viaje de incógnito hacia la frontera común entre nuestros reinos y pude comprobar que eran ciertos, Señor, el emir se esta preparando para declarar la guerra al Ducado Catalán, si esto se produce os insto enérgicamente a que entremos en guerra contra el infiel y ayudemos a nuestros hermanos de fe.
Esperando ansioso la orden para que los preparativos necesarios para cualquier guerra comiencen, se despide vuestro humilde vasallo Rodrigo de Vivar.”
Bien, este momento era para el que nos estábamos preparando, hay que aprovechar la ocasión, no se si nuestras tropas podrán defender a las del Duque, pero desde luego que intentaremos liberar tantos territorios como podamos, Haced llamad a todos los caballeros del reino¡¡, Castilla los va a necesitar¡¡
Un mes mas tarde el Emir de Zaragoza y sus aliados el Emirato de Badajoz y el Reino de Zirino ( situado donde el actual Tunez ) declararon la guerra al Ducado Catalán, ese fue el momento escogido por Sancho para llamar a filas a todos los regimientos de sus provincias ( no llamo a las armas a ninguno de sus vasallos ) formando dos regimientos el de Burgos con cerca de 2300 soldados comandado por el mismo, y el de Soria con cerca de 900 dirigidos por Rodrigo.
Espero con ambos en Soria y cuando sus espías le informaron que el ejercito del Emir de Zaragoza estaba marchando hacia tierras Catalanas, le declaro la guerra y marcho hacia Calatayud para comenzar su asedio, esta guerra era arriesgada, no tanto por la lucha contra el Emir de Zaragoza sino por la posibilidad que sus aliados también nos declararan la guerra, pero gracias a la intervención Divina esto no sucedió y de momento solo teníamos como enemigos a los árabes Zaragozanos. La guerra contra fue dura y en ella, muchos hijos de Castilla perdieron la vida, no fue una guerra épica ni honorable, mas bien fue una guerra se supervivencia, las batallas eran una autentica carnicería donde ni se pedía ni se daba tregua, baste el ejemplo de una carta que escribió un caballero Soriano a su esposa.
“Señora, ya van tres años sin poder contemplar vuestro hermoso rostro y sin poder jugar con nuestros chiquillos, la guerra contra el infiel, continua, hasta ahora la suerte esta de nuestra parte y todavía no conocemos la derrota, Calatayud, Albarracin y Tarragona ya han caído y es en esta ultima conquista donde mas falta me ha echo vuestro recuerdo. Salimos del campamento al alba y formamos como tantas otras veces, mis bravos compañeros jinetes y yo mismo en el centro y en ambas alas la infantería con lanzas y la plebe con esos arcos que tanto habían ayudado a nuestras victorias anteriores, enfrente, el ejercito árabe, inferior en numero pero dispuesto a morir antes de rendir la plaza. Con un grito los árabes se lanzan hacia nosotros, llevan 2 meses de asedio y la desesperación se refleja en sus rostros, lentamente, Rodrigo, nuestro magnifico líder, se adelanta un poco de la línea que forma la caballería, mira orgullosamente a la horda infiel que se acerca y desenvainando lentamente su espada, la levanta hacia el cielo, nos mira, y grita ¡ Por Dios ……por Sancho…….. por Castilla¡
El choque es tremendo, con mi primera embestida creo que arrolle a 5 o 6 árabes, luego mi brazo comenzó a descargar tantos golpes de espada que al acabar la batalla, tuve que ponerme un ungüento para que me calmara el dolor que sentía en el. No se el tiempo que llevaba asi actuando, cuando mi caballo fue herido y caí al suelo, desde lomos de mi montura la batalla se veía de otra forma, mas caballeresca…………….. mas limpia. Estaba tirado en el suelo, rodeado de cuerpos muertos o que agonizaban, completamente manchado por la sangre de aquellos caidos en el combate, utilizando mi espada, conseguí ponerme en pie, delante de mi la caballería Castellana avanzaba violentamente, pero donde yo me encontraba solo había infantes y plebeyos armados con hoces y herramientas de labranza, ya no luchaba ni por Castilla, ni por nuestro rey Sancho ni siquiera en nombre de nuestro Señor Jesucristo, luchaba por mi vida, por poder volver a abrazarte y por ver crecer a nuestros hijos……………………….., se que un hombre no debe llorar, mi padre me lo enseño…………, pero aun ahora en la tranquilidad de nuestra tienda de campaña y protegido de las miradas de mis compañeros por la oscuridad de la noche, las lagrimas se me escapan cuando recuerdo aquel momento. Vencimos,…………Tarragona fue liberada y ahora marchamos hacia Zaragoza, último reducto del infiel. Por momentos he pensado en escabullirme, ahora en la oscuridad nadie se daría cuenta, todavía no han contado los muertos, nadie me echara en falta, pero no…………………….la empresa en la que se ha embarcado nuestro rey, aunque dolorosa, es justa. Mañana volveré a vestir la armadura de malla con los colores de nuestra familia, y volveré a levantar y dejar caer mi brazo contra el infiel, tanto tiempo como Dios quiera conservarme con vida.
Mantenme en tus oraciones, siempre tuyo.
Tu esposo, Álvaro García.”
Por fin en Noviembre de 1074 La plaza de Zaragoza fue tomada y la guerra con el Emir acabo, aunque en esta ultima batalla, el mismísimo Sancho fue herido de gravedad, solo la valerosa intervención del caballero Pelayo de Burgos le salvo la vida y el monarca no podría volver a comandar ningún regimiento en lo que le quedara de vida.
Las bajas había sido altísimas, de los 3100 hombres originales que formaban nuestro ejercito, ahora solo había 1300 y eso contando con las tropas de los Condes de Valladolid, Vizcaya y Santillana, que finalmente tuvieron que ser llamadas.
La suerte para Castilla había sonreído, pero durante estos años de guerra, el reino de Navarra había desaparecido y ahora estaba en manos del Emir de Badajoz, por su parte el Condado de Catalonia seguía en lucha y estaba rodeado por fuerzas del Reino de Zirino, a Sancho le hubiera gustado salir en ayuda del reino cristiano, pero finalmente decidió que los soldados castellanos habían luchado valerosa y ferozmente contra los infieles y se merecían un descanso, asi que los regimientos fueron licenciados, y se comenzo a reconstruir los daños que habia causado la guerra en el ahora mas poderoso reino de Castilla.
Castilla y alrededores en Nov del 1074
Continuara.................