He encontrado este artículo en una vieja revista francesa y lo he traducido por si a alguien le interesa. No se si el tema ha salido antes en este subforo, creo que no pero no estoy seguro. Puede haber algún error de traducción, espero que no sea grave. 
A finales de 1944, para plantar cara a la marea de carros aliados y soviéticos que se aprestan a caer sobre el Reich, los infantes alemanes no disponen de más armamento anticarro, a nivel de pelotón o sección, que Panzerfaüst o Panzerschreck, dos lanzacohetes de mano cuyo empleo solía transformarse en una misión suicida. Por esta razón en 1944 el OKH (Oberkommando des Heeres) pide a la firma Ruhrstahl que desarrolle un misil anticarro capaz de destruir blindados enemigos a larga distancia.
Las primeras investigaciones alemanas sobre misiles guiados antitanque se remontan a 1941, cuando la famosa empresa bávara BMW presenta un proyecto en este sentido a la Heereswaffenamt, la Oficina de Armamento del Heer. Esta iniciativa se congela, porque ese año, estimando que la guerra se ganará pronto, el OKH decide poner fin a todos los proyectos de armamento que no es probable que lleguen a la fase de producción en menos de un año.
Los hechos parecen dar la razón al Estado Mayor alemán: la mayor parte de Europa está ocupada por la Wehrmacht y la Unión Soviética, a pesar de los 15.000 tanques alineados por el Ejército Rojo, parece estar a punto de a sucumbir bajo los ataques repetidos de las Panzer-Divisionen. Además, los ingenieros de la empresa bávara evalúan el costo del programa en 798.000 Reichmarks, una suma que consideran prohibitiva la mayoría de los generales alemanes. También, a pesar del innegable avance tecnológico que representa, el Heer rechaza el proyecto de BMW en beneficio del desarrollo de armas convencionales: las minas magnéticas, Tellermine y Panzerbüchsen 39.
Al mismo tiempo que BMW intenta, sin conseguirlo, desarrollar su proyecto, el trabajo de los ingenieros de la firma Ruhrstahl experimenta avances espectaculares. Han estudiado el desarrollo de misiles aéreos guiados en 1940, investigación que conduce a la puesta en marcha de la temida bomba antibuque Fritz-X en 1943 y el misil aire-aire X-4, probado a partir de agosto de 1944 por el caza-bombardero Focke-Wulf Fw 190. El motor a reacción de estos dispositivos fue desarrollado a partir 1942 por el Dr. Max Kramer, investigador del Deutsche Versuchsansalt für Luftfahrr (DVL), el instituto de investigación aeronáutica alemana.
La suerte de la guerra había oscilado claramente en detrimento del III Reich en el verano de 1943 y el Dr. Max Kramer retoma en 1944, a petición expresa del OKH, el proyecto de un misil anticarro bajo el código 8-347.
El trabajo del Dr. Max Kramer se desarrolla en la Ruhrstahl AG Presswerk de Brackwede, un suburbio de Bielefeld, y deriva directamente de los misiles aire-aire filoguiados Ruhrstahl X-4. El parecido entre ambos modelos es evidente en el primer golpe de vista, aparte de las diferencias de tamaño.
Apodado Rotkäppchen (“Caperucita Roja” el famoso cuento de los hermanos Grimm muy popular en Alemania en esa época), el misil anti-tanque Panzerabwehrrakete Ruhrstahl X-7 pesa 9 kg para su talla relativamente pequeña: 15 cm de diámetro y una longitud de 46,5 cm, que llega a los 95 cm si se le añade el elevador unido a la parte posterior del motor.
El motor también tiene dos alas, con una envergadura total de 60 cm. El misil consta de dos elementos: la cabeza explosiva consistente en una carga hueca de 2,5 kilogramos y el motor cohete de dos etapas WASAG 109-506, impulsado por diglicol, un combustible sólido.
El misil es lanzado desde un raíl colocado en un trípode de 50 cm de largo y 15 kg de peso. Una batería de 300 voltios desencadena la activación del motor cohete del X-7.
Una vez efectuado el disparo, el misil es impulsado en el aire por el primer motor cohete que proporciona un empuje de 68 kg durante 2,5 segundos, el misil antitanque alcanza una velocidad de 360 km / h. Un pequeño timón fijado a la parte posterior del motor, a 13’2 cm por debajo del eje asegura que se eleve sobre el suelo. Una vez que los 3 kg de combustible de la primera fase se consumen, la segunda se dispara desarrollando un impulso de 6 kg durante 8 segundos. El segundo cohete mantiene el X-7 Rotkäppchen a una velocidad de 300 km / h que le permiten tener un alcance de 1.150 o 1.200 metros según las fuentes.
Durante el vuelo, el misil gira sobre su eje hasta dos rotaciones por segundo -120 rpm-. La estabilidad de conjunto en el aire está garantizada por las dos alas y un giroscopio interior que era accionado en el lanzamiento de forma automática por dos pequeñas cargas de pólvora que al iniciarse le otorgaban el giro necesario para su funcionamiento. La guía del X-7 se realiza por medio de cables que se desenrollan durante el vuelo de unas protuberancias situadas en los extremos de las alas. Es a través de esos cables como el tirador guía el misil, permitiéndole uno correcciones longitudinales y el otro laterales al ser uno el encargado del timón y el otro del elevador.
Con fin de solucionar el problema de ingobernabilidad que puede suponer el giro del misil se utilizo un ingenioso sistema que retardaba las órdenes del operador hasta que el misil se encontrase en la posición adecuada. Por ejemplo, si el operador ordenaba virar a la izquierda, el misil no lo haría hasta encontrarse en el momento de la rotación adecuado para que el timón ejecutase tal orden de forma efectiva. Puede parecer que el sistema sería ineficaz dado ese retardo, pero a 120 rpm, las órdenes se irían ejecutando cada 0,5 segundos, es decir eltiempo de respuesta del proyectil a las órdenes del tirador es de 0,5 segundos.
Para facilitar los ajustes de dirección, el misil incorporaba una bengala que mejoraba sensiblemente la identificación de su posición por el operador, que debía procurar en todo momento mantener centrado el X-7 en el la mira de su puesto de lanzamiento para asegurar el blanco.
Este tipo de guía está designado en las Fuerzas Armadas actuales bajo el término MCLOS (Manual Command to Line-Of-Sighf), es decir, que el tirador debe supervisar tanto el misil como el objetivo, lo que requiere una concentración máxima para centrarse en el misil durante toda la duración del vuelo y, a la vez, en el movimiento del objetivo. Si puede mantener la trayectoria del misil Rotkäppchen X-7 hasta que impacte en el carro enemigo, la explosión estará provocada por un percutor que se encuentra en el extremo de la última ojiva. La carga hueca de 2,5 kilogramos en teoría no da ninguna oportunidad al carro enemigo.
Dada la complejidad del sistema de guía del Panzerabwehnakefe Ruhrstahl X-7 las primeras pruebas serán decepcionantes
La prueba inaugural se lleva a cabo 21 de septiembre 1944 con siete misiles. Cuatro de ellos impactan en el suelo tras recorrer sólo unos pocos cientos de metros. Dos sufren una explosión en vuelo de su motor, pero el último disparo es un éxito, el Rotkäppchen destruye un carro a una distancia de 500 metros.
Las pruebas siguientes se llevan en un campo de entrenaniento en el frente Este, en Enero de 1945. Los resultados espectaculares, el X-7 es capaz de pulverizar cualquier tanque aliado, incluyendo el terrible JS-2 Stalin.
Los desarrollos posteriores del X-7 se centran en un misil anti-tanque llamado Steinbock (Capricornio), guiado por infrarrojos y con un novedosos sistema de control que detectaba los movimientos de la mira en el puesto de artillero comparándolos con la posición del misil guiándolo de una forma mas precisa, que no tuvo tiempo para ver la luz.
El OKH ordenó una producción masiva de Rotkäppchen, pero sólo alrededor de 300 se construyen antes de la capitulation del III Reich, en los locales de la firma Ruhrstahlwerke en Brackwede y Mechanische Werke en Neubrandenburg.
Algunos informes parecen indicar que varios de estos misiles anti-tanque se utilizaron en combate en las últimas semanas del conflicto. Lo que es seguro, sin embargo, es que terminada la guerra numerosas unidades de este misil fueron capturadas tanto por estadounidenses como por soviéticos. A partir del X-7 los primeros desarrollaron su misil TOW y los segundos los primeros modelos de la serie AT.
A finales de 1944, para plantar cara a la marea de carros aliados y soviéticos que se aprestan a caer sobre el Reich, los infantes alemanes no disponen de más armamento anticarro, a nivel de pelotón o sección, que Panzerfaüst o Panzerschreck, dos lanzacohetes de mano cuyo empleo solía transformarse en una misión suicida. Por esta razón en 1944 el OKH (Oberkommando des Heeres) pide a la firma Ruhrstahl que desarrolle un misil anticarro capaz de destruir blindados enemigos a larga distancia.

Las primeras investigaciones alemanas sobre misiles guiados antitanque se remontan a 1941, cuando la famosa empresa bávara BMW presenta un proyecto en este sentido a la Heereswaffenamt, la Oficina de Armamento del Heer. Esta iniciativa se congela, porque ese año, estimando que la guerra se ganará pronto, el OKH decide poner fin a todos los proyectos de armamento que no es probable que lleguen a la fase de producción en menos de un año.
Los hechos parecen dar la razón al Estado Mayor alemán: la mayor parte de Europa está ocupada por la Wehrmacht y la Unión Soviética, a pesar de los 15.000 tanques alineados por el Ejército Rojo, parece estar a punto de a sucumbir bajo los ataques repetidos de las Panzer-Divisionen. Además, los ingenieros de la empresa bávara evalúan el costo del programa en 798.000 Reichmarks, una suma que consideran prohibitiva la mayoría de los generales alemanes. También, a pesar del innegable avance tecnológico que representa, el Heer rechaza el proyecto de BMW en beneficio del desarrollo de armas convencionales: las minas magnéticas, Tellermine y Panzerbüchsen 39.
Al mismo tiempo que BMW intenta, sin conseguirlo, desarrollar su proyecto, el trabajo de los ingenieros de la firma Ruhrstahl experimenta avances espectaculares. Han estudiado el desarrollo de misiles aéreos guiados en 1940, investigación que conduce a la puesta en marcha de la temida bomba antibuque Fritz-X en 1943 y el misil aire-aire X-4, probado a partir de agosto de 1944 por el caza-bombardero Focke-Wulf Fw 190. El motor a reacción de estos dispositivos fue desarrollado a partir 1942 por el Dr. Max Kramer, investigador del Deutsche Versuchsansalt für Luftfahrr (DVL), el instituto de investigación aeronáutica alemana.
La suerte de la guerra había oscilado claramente en detrimento del III Reich en el verano de 1943 y el Dr. Max Kramer retoma en 1944, a petición expresa del OKH, el proyecto de un misil anticarro bajo el código 8-347.
El trabajo del Dr. Max Kramer se desarrolla en la Ruhrstahl AG Presswerk de Brackwede, un suburbio de Bielefeld, y deriva directamente de los misiles aire-aire filoguiados Ruhrstahl X-4. El parecido entre ambos modelos es evidente en el primer golpe de vista, aparte de las diferencias de tamaño.
Apodado Rotkäppchen (“Caperucita Roja” el famoso cuento de los hermanos Grimm muy popular en Alemania en esa época), el misil anti-tanque Panzerabwehrrakete Ruhrstahl X-7 pesa 9 kg para su talla relativamente pequeña: 15 cm de diámetro y una longitud de 46,5 cm, que llega a los 95 cm si se le añade el elevador unido a la parte posterior del motor.
El motor también tiene dos alas, con una envergadura total de 60 cm. El misil consta de dos elementos: la cabeza explosiva consistente en una carga hueca de 2,5 kilogramos y el motor cohete de dos etapas WASAG 109-506, impulsado por diglicol, un combustible sólido.
El misil es lanzado desde un raíl colocado en un trípode de 50 cm de largo y 15 kg de peso. Una batería de 300 voltios desencadena la activación del motor cohete del X-7.
Una vez efectuado el disparo, el misil es impulsado en el aire por el primer motor cohete que proporciona un empuje de 68 kg durante 2,5 segundos, el misil antitanque alcanza una velocidad de 360 km / h. Un pequeño timón fijado a la parte posterior del motor, a 13’2 cm por debajo del eje asegura que se eleve sobre el suelo. Una vez que los 3 kg de combustible de la primera fase se consumen, la segunda se dispara desarrollando un impulso de 6 kg durante 8 segundos. El segundo cohete mantiene el X-7 Rotkäppchen a una velocidad de 300 km / h que le permiten tener un alcance de 1.150 o 1.200 metros según las fuentes.
Durante el vuelo, el misil gira sobre su eje hasta dos rotaciones por segundo -120 rpm-. La estabilidad de conjunto en el aire está garantizada por las dos alas y un giroscopio interior que era accionado en el lanzamiento de forma automática por dos pequeñas cargas de pólvora que al iniciarse le otorgaban el giro necesario para su funcionamiento. La guía del X-7 se realiza por medio de cables que se desenrollan durante el vuelo de unas protuberancias situadas en los extremos de las alas. Es a través de esos cables como el tirador guía el misil, permitiéndole uno correcciones longitudinales y el otro laterales al ser uno el encargado del timón y el otro del elevador.
Con fin de solucionar el problema de ingobernabilidad que puede suponer el giro del misil se utilizo un ingenioso sistema que retardaba las órdenes del operador hasta que el misil se encontrase en la posición adecuada. Por ejemplo, si el operador ordenaba virar a la izquierda, el misil no lo haría hasta encontrarse en el momento de la rotación adecuado para que el timón ejecutase tal orden de forma efectiva. Puede parecer que el sistema sería ineficaz dado ese retardo, pero a 120 rpm, las órdenes se irían ejecutando cada 0,5 segundos, es decir eltiempo de respuesta del proyectil a las órdenes del tirador es de 0,5 segundos.
Para facilitar los ajustes de dirección, el misil incorporaba una bengala que mejoraba sensiblemente la identificación de su posición por el operador, que debía procurar en todo momento mantener centrado el X-7 en el la mira de su puesto de lanzamiento para asegurar el blanco.
Este tipo de guía está designado en las Fuerzas Armadas actuales bajo el término MCLOS (Manual Command to Line-Of-Sighf), es decir, que el tirador debe supervisar tanto el misil como el objetivo, lo que requiere una concentración máxima para centrarse en el misil durante toda la duración del vuelo y, a la vez, en el movimiento del objetivo. Si puede mantener la trayectoria del misil Rotkäppchen X-7 hasta que impacte en el carro enemigo, la explosión estará provocada por un percutor que se encuentra en el extremo de la última ojiva. La carga hueca de 2,5 kilogramos en teoría no da ninguna oportunidad al carro enemigo.
Dada la complejidad del sistema de guía del Panzerabwehnakefe Ruhrstahl X-7 las primeras pruebas serán decepcionantes
La prueba inaugural se lleva a cabo 21 de septiembre 1944 con siete misiles. Cuatro de ellos impactan en el suelo tras recorrer sólo unos pocos cientos de metros. Dos sufren una explosión en vuelo de su motor, pero el último disparo es un éxito, el Rotkäppchen destruye un carro a una distancia de 500 metros.
Las pruebas siguientes se llevan en un campo de entrenaniento en el frente Este, en Enero de 1945. Los resultados espectaculares, el X-7 es capaz de pulverizar cualquier tanque aliado, incluyendo el terrible JS-2 Stalin.
Los desarrollos posteriores del X-7 se centran en un misil anti-tanque llamado Steinbock (Capricornio), guiado por infrarrojos y con un novedosos sistema de control que detectaba los movimientos de la mira en el puesto de artillero comparándolos con la posición del misil guiándolo de una forma mas precisa, que no tuvo tiempo para ver la luz.
El OKH ordenó una producción masiva de Rotkäppchen, pero sólo alrededor de 300 se construyen antes de la capitulation del III Reich, en los locales de la firma Ruhrstahlwerke en Brackwede y Mechanische Werke en Neubrandenburg.
Algunos informes parecen indicar que varios de estos misiles anti-tanque se utilizaron en combate en las últimas semanas del conflicto. Lo que es seguro, sin embargo, es que terminada la guerra numerosas unidades de este misil fueron capturadas tanto por estadounidenses como por soviéticos. A partir del X-7 los primeros desarrollaron su misil TOW y los segundos los primeros modelos de la serie AT.