Ultima parte del previo, las siguientes entradas ya empezaremos a contar la historia (por fin)
El aleteo de una mariposa
Constantino había tardado varios días de búsqueda en diversas biblioteca de la ciudad, algunas de ellas colecciones privadas de acceso restringido (ser un reconocido erudito además del hijo de Timoteus Angelus tenia sus ventajas), pero había conseguido hacerse una idea por fin de todo el escenario y era verdaderamente maquiavélico.
Tras la lectura de los documentos del Gran Visir, Constantino empezó a sospechar que la sombra del Emperador el Sacro Imperio Germánico en aquel momento, Federico III, estaba detrás del “Castigo de Mehmet”, aunque no termina de encontrar la razón para ello. En aquel momento los osmanlíes se hallaban en guerra con Hungría, que estaba gobernada por Ladislao V (el Póstumo), el cual era en cierta manera enemigo suyo, ya que además de Hungría gobernaba Austria Superior, y acababa de escapar de su “secuestro” por parte de Federico. Porque pues iba a ayudar a Hungría eliminando al Sultán?
En ese momento Constantino recordó una de las grandes maniobras políticas de Federico III, la disolución de Orden Livona, que curiosamente también se produjo poco después de la conquista de Constantinopla, en junio de 1453. En esas fechas la Orden Teutónica ordeno la disolución de la Orden Livona, rama independiente de esta y la toma de control directo por parte del Gran Maestre de la Orden Teutónica de sus territorios. Sin embargo Federico III, alegando que ambas ordenes tenían sus territorios dentro del Sacro Imperio intervino, declaro ilegal la disolución de la Orden Livona y obligo a la Orden Teutónica a la restitución de sus tierras, si bien, y según Federico III, para proteger la independencia de la Orden Livona, estas quedaron bajo supervisión directa del emperador. Desde el principio se había sugerido que Federico III había engañado al Gran Maestre de la Orden Teutónica haciéndole creer que no intervendría en la disolución. Finalmente la Orden Teutónica comprendió que había sido engañada y declararon la guerra a Federico III en 1457, y aunque recuperaron parte del territorio de la restablecida Orden Livona, la parte norte del antiguo territorio de esta siguió bajo administración imperial.
Con este dato Constantino se lanzo a investigar otras intervenciones del Emperador del Sacro Imperio Germánico y otros sucesos que hubieran beneficiado a Federico III de alguna manera, en particular en los meses inmediatamente posteriores a la caída de Constantinopla. Y acaba de terminar dicha investigación
En su investigación Constantino había encontrado otro par de sucesos, que habían beneficiado a Federico III aunque a más largo plazo y que también se habían producido poco después de la perdida de la ciudad de Constantino. El comienzo de la guerra de Borgoña y Frisia y la muerte del gobernante de Gorizia, el Conde Enrique V y la subida al trono de su hijo Juan.
En el primer caso Borgoña había invadido Frisia, según ellos en respuesta de ciertos ataques de los Frisios que nunca llegaron a aclararse, y Federico como emperador y protector de todos los miembros del mismo declaro la guerra al a Borgoña. La guerra fue bastante dura llegando las tropas borgoñonas a ocupar parte de la Baja Austria mientras que partes de Flandes eran ocupadas por tropas austriacas. Finalmente en 1459 y tras la conquista de Frisia por Borgoña, se firmo la paz con el compromiso entre la hija del duque Carlos, Maria con el hijo de Federico Maximiliano. Posteriormente Borgoña rompería este compromiso lo que llevaría a Maximiliano a declarar la guerra de nuevo a Borgoña.
En cuanto al Conde de Gorizia, siempre había mostrado una actitud desafiante ante Federico y aunque su hijo Juan la mantuvo, la desaparición del mismo allano mucho el camino para que Federico heredara el Gorizia tras la muerte de Juan.
Quedaba claro con los resultados de la investigación que Federico III era un gobernante al que no le faltaba ni el ingenio para planear, ni le temblaba el pulso para ejecutar lo que considerase necesario para engrandecer su nación.
Las piezas parecían cuadrar, sobornar al Gran Visir, eliminar al Sultán, colocar en el trono a una persona que en otras circunstancias jamás imaginaria llegar a esa posición, y a través del Gran Visir dejar claro al nuevo gobernante a quien debida su fortuna. Seguramente esto haría que el gobernante osmanlí fuera muy receptivo a las sugerencias del su “patrocinador”, poniendo en dificultades a su enemigo común en el momento y forma que el considerase oportuno. Sin embargo, como en el caso del la Orden Livona el plan no termino de ir como el pretendía. Murad III resulto ser un Sultán mucho mas independiente de lo pensado. Unos meses después de llegar al poder y cuando este estaba prácticamente asegurado, mando ejecutar al Gran Visir Çandarlı Halil Pasha, cosa por otro lado no muy sorprendente, como puedes fiarte de un Gran Visir que ya ha traicionado a tu antecesor para ponerte a ti.
La guerra entre Hungría y los osmanlíes termino en 1459 con el reconocimiento por parte de Ladislao V del dominio osmanlí sobre los puertos húngaros del Adriático, la salida al mar de Hungría. Muchas cronistas se han preguntado las razones de esto, porque los turcos prefirieron quedarse con los puertos de Hungría, prácticamente al fondo de Adriático y no con territorios adyacentes a los que ya controlaban en Bulgaria?
Muchos han considerado que Murad todo esa decisión para convertir Croacia en el trampolín desde el que lanzarse a por el centro de Europa o para atacar a Hungría desde dos frentes, sin embargo Murad no se limito a tomar el control de los puertos sino que también lo hizo de las tierras que formaban la frente entre Hungría y la Baja Austria, La conquista del Condado de Celje en 1461, durante la cual se enfrento a Federico III solo aumento ese hecho, prácticamente todo la frontera oriental de las tierras de Federico III eran territorio osmanlí. Una especie de cuchillo desenvainado, una advertencia para que no volviera a meterse en los asuntos turcos.
Lo que no esperaban ni Federico III ni mucho menos Murad es que el “Castigo de Mehmet” iba a tener unas consecuencias tan grandes, muchísimo mas importantes que un cambio de dinastía o la conquista de unos territorios.