Me parece que para conseguir lo 2º va a tener que usar más dagas que espadas por que los vikingos son especialmente débiles durante las herencias
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Yo siempre uso la electiva.
Ahora a unificar las islas Británicas y a hechar los vikingos, ¿no?
Esa es la idea
excelente, me sumo al AAR ojala puedas terminarlo y no te quede inconcluso como el del DV
Capítulo 11: Las rebeliones vikingas
La coronación tuvo que ser pospuesta, pues la corona venía con un regalo, una guerra sobre los derechos de la misma invocados por el Brenin (Duque en las Lowlands) de Ystrad Clut.
Heredamos un 40% de ventaja en la guerra debido a que ningún soldado de Ystrad Clut había puesto un pie en territorio Real. Por lo tanto la guerra fue rápida y casi sin bajas. Solo cabe mencionar una victoria en una escaramuza en Paisley. Pero el tiempo y la escasez de tropas de nuestro enemigo hicieron que se llegase a un acuerdo rápido en el que el Brenin renunciaba a sus pretensiones al trono de Alba.
Durante un tiempo de paz se crea un nuevo Ducado, el de A’ Gaidhealtachd, que pasaba a nuestra nuera:
El victorioso A.D. de 891 terminó y el inicio del 892 marcó el más que probable fin de uno de nuestros grandes rivales. Las revueltas sacudieron los cimientos del reino de Man y las sublevaciones de sus vasallos se produjeron a lo largo y ancho de las islas británicas, lo cual obviamente iba a ser aprovechado por Alba. Los vikingos son un pueblo belicoso, y no aceptan de buen grado la pasividad de sus dirigentes. Y por tanto ante la falta de nuevas conquistas por parte del Konungr Ivar y su ya avanzada edad, los Duques y Condes se alzaron en armas contra el que entendían que era un señor débil y viejo.
El primero en recibir una declaración formal de guerra fue el conde vikingo de Strathearn, cuyas tierras eran de iure de nuestro vasallo y anterior señor, el Mormaer Donald de An Mhaorine.
La guerra nuevamente fue rápida. Una pequeña escaramuza y la conquista de la capital del condado fueron más que suficientes para que nos presentase una propuesta de rendición.
Y fue la conquista de este castillo en manos de los paganos, lo que hizo que un emisario papal nos comunicara el profundo gozo que a su Santidad le producían nuestras hazañas contra los infieles.
El A.D. de 892 terminó y el año 893 nos trajo más paz y tranquilidad. Se creó un nuevo ducado, el de Obar Dheathain.
Y se sometió a votación un cambio en las políticas internas del reino.
En este caso se aprobaron la Leyes sobre la Autoridad limitada de la Corona
Capítulo 11: Las rebeliones vikingas.
La coronación tuvo que ser pospuesta, pues la corona venía con un regalo, una guerra sobre los derechos de la misma invocados por el Brenin (Duque en las Lowlands) de Ystrad Clut.
Heredamos un 40% de ventaja en la guerra debido a que ningún soldado de Ystrad Clut había puesto un pie en territorio Real. Por lo tanto la guerra fue rápida y casi sin bajas. Solo cabe mencionar una victoria en una escaramuza en Paisley. Pero el tiempo y la escasez de tropas de nuestro enemigo hicieron que se llegase a un acuerdo rápido en el que el Brenin renunciaba a sus pretensiones al trono de Alba.
Durante un tiempo de paz se crea un nuevo Ducado, el de A’ Gaidhealtachd, que pasaba a nuestra nuera:
El victorioso A.D. de 891 terminó y el inicio del 892 marcó el más que probable fin de uno de nuestros grandes rivales. Las revueltas sacudieron los cimientos del reino de Man y las sublevaciones de sus vasallos se produjeron a lo largo y ancho de las islas británicas, lo cual obviamente iba a ser aprovechado por Alba. Los vikingos son un pueblo belicoso, y no aceptan de buen grado la pasividad de sus dirigentes. Y por tanto ante la falta de nuevas conquistas por parte del Konungr Ivar y su ya avanzada edad, los Duques y Condes se alzaron en armas contra el que entendían que era un señor débil y viejo.
El primero en recibir una declaración formal de guerra fue el conde vikingo de Strathearn, cuyas tierras eran de iure de nuestro vasallo y anterior señor, el Mormaer Donald de An Mhaorine.
La guerra nuevamente fue rápida. Una pequeña escaramuza y la conquista de la capital del condado fueron más que suficientes para que nos presentase una propuesta de rendición.
Y fue la conquista de este castillo en manos de los paganos, lo que hizo que un emisario papal nos comunicara el profundo gozo que a su Santidad le producían nuestras hazañas contra los infieles.
El A.D. de 892 terminó y el año 893 nos trajo más paz y tranquilidad. Se creó un nuevo ducado, el de Obar Dheathain.
Y se sometió a votación un cambio en las políticas internas del reino.
En este caso se aprobaron la Leyes sobre la Autoridad limitada de la Corona
Nuevo capítulo y +2600 views gracias a todos por leerme se que es difícil por el bajo ritmo que llevo, prometo acelerar un poco
gracias a todos por leerme se que es difícil por el bajo ritmo que llevo, prometo acelerar un poco
Capítulo 12: Rebeliones Campesinas.
Tres años después, nos dimos cuenta de lo equivocados que estábamos entonces. Oddr se plantó en las Highlands con un ejército potente y una gran cantidad de barcos para trasportarlo. Para más inri, nuestro ejército no estaba al 100% debido a las últimas guerras y sucesivos ataques vikingos contra nuestras costas. Eso sumado a la animadversión que nos tenía, aún, nuestro vasallo Donald MacAilpin (no nos daba tropas, o muy escasas), hizo que plantásemos batalla con un número de huestes no muy superior al ejército invasor.
Nuestros 1800 hombres estaban preparados para enfrentarse a los 1500 invasores, una mala selección del campo de batalla podía ser decisiva…
Y por tanto no se produjo. El campo de batalla fue el idóneo, la preparación perfecta y la victoria decisiva. Más de 1500 hombres perecieron aquel día en los campos de Baile Dhubhthaich, dos tercios eran enemigos. A partir de ahí, la guerra no tuvo más historia y se convirtió en una persecución de los supervivientes, los cuales depusieron sus armas y se rindieron en Inbhir Nis.
Oddr fue detenido y encerrado, aunque se le permitió irse, a cambio de no volver nunca más y con la condición de que entregase todo el dinero que tuviese.
Envalentado con la victoria, el rey Donncuan decidió seguir expandiendo sus tierras a base del fragmentado reino vikingo de Man.
El siguiente objetivo era ni más ni menos que uno de los hijos del rey Ivar, Tjudmund. Tjudmund era duque de las islas del norte del mar de Irlanda y además estaba en guerra contra su padre el rey.
La guerra empezó bien y conseguimos sitiar y capturar rápidamente una de las fortalezas del príncipe vikingo.
Las tropas del duque ni estaban ni se les esperaba. Y por tanto se planteaba una guerra rápida, o al menos eso pensábamos…
Todo cambió con la aparición de un líder campesino, que consiguió reunir un ejército para, aprovechando la lejanía de nuestras tropas declararse independiente…
Capítulo 12: Rebeliones campesinas.
Al poco tiempo de obtener la corona de Alba, nos llegó un informe de nuestros agentes que fue obviado por poco importante:
Tres años después, nos dimos cuenta de lo equivocados que estábamos entonces. Oddr se plantó en las Highlands con un ejército potente y una gran cantidad de barcos para trasportarlo. Para más inri, nuestro ejército no estaba al 100% debido a las últimas guerras y sucesivos ataques vikingos contra nuestras costas. Eso sumado a la animadversión que nos tenía, aún, nuestro vasallo Donald MacAilpin (no nos daba tropas, o muy escasas), hizo que plantásemos batalla con un número de huestes no muy superior al ejército invasor.
Nuestros 1800 hombres estaban preparados para enfrentarse a los 1500 invasores, una mala selección del campo de batalla podía ser decisiva…
Y por tanto no se produjo. El campo de batalla fue el idóneo, la preparación perfecta y la victoria decisiva. Más de 1500 hombres perecieron aquel día en los campos de Baile Dhubhthaich, dos tercios eran enemigos. A partir de ahí, la guerra no tuvo más historia y se convirtió en una persecución de los supervivientes, los cuales depusieron sus armas y se rindieron en Inbhir Nis.
Oddr fue detenido y encerrado, aunque se le permitió irse, a cambio de no volver nunca más y con la condición de que entregase todo el dinero que tuviese.
Envalentado con la victoria, el rey Donncuan decidió seguir expandiendo sus tierras a base del fragmentado reino vikingo de Man.
El siguiente objetivo era ni más ni menos que uno de los hijos del rey Ivar, Tjudmund. Tjudmund era duque de las islas del norte del mar de Irlanda y además estaba en guerra contra su padre el rey.
La guerra empezó bien y conseguimos sitiar y capturar rápidamente una de las fortalezas del príncipe vikingo.
Las tropas del duque ni estaban ni se les esperaba. Y por tanto se planteaba una guerra rápida, o al menos eso pensábamos…
Todo cambió con la aparición de un líder campesino, que consiguió reunir un ejército para, aprovechando la lejanía de nuestras tropas declararse independiente…
¿Conseguiran independencia los campesinos o serán masacrados? Venceremos a los vikingos o nos patearan nuestros traseros con faldas? Todo esto y mucho más en la siguiente entrega, sigan atentos a sus monitores
aqui estaremos compañero, aunque, la verdad sea dicha, me parece que te daran para el pelo, con la mayor parte de tus fuerzas combatiendo a los vikingos, no se con que le haras frente a los rebeldes, ¿puedes contratar mercenarios?
Yo dejaría que se matasen entre ellos los campesinos y los vikingos, que se "ablanden". Y luego, ¡MASACRE! :ninja:
Los vikingos son jodidos de ganar por la masacre que es poner píe en cualquier provincia suya, la sangría de tropas es brutal....
Capítulo 13: El martillo de Vikingos
Tras mucho pensar en el siguiente movimiento, el rey Donncuan decidió trasladar las tropas del frente vikingo para luchar contra los rebeldes. La decisión, muy meditada, pareció ser acertada, pues los vikingos seguían luchando entre ellos, despreocupados por el avance del rey de Alba. Tras una serie de batallas (se me pasó hacer capturas ) conseguimos doblegar la voluntad de los campesinos (a base de masacrarlos, claro) los cuales se rendían incondicionalmente.
Esto debió de servir de escarmiento para nuestros enemigos vikingos que fueron a buscar al cura más cercano para bautizarse y convertirse al cristianismo.
Esto supuso un duro revés para el rey, que quería esas tierras. Quizás la idea de atacar a los rebeldes antes de acabar la guerra con los vikingos fue mala, pero la sangría que suponía mantener tropas en tierras de los nórdicos era inasumible.
De todas formas, del revés se repuso rápido, pues al año se declaró la guerra al nuevo rey de Man, pero esta vez las islas a conquistar eran otras. Ya que las del norte seguían en guerra contra su nuevo señor, ahora intentamos conquistar las del centro del mar de Irlanda.
Ivar ya había muerto, por tanto su heredero mantuvo sus guerras contra los señores que se habían independizado. Esto fue lo que aprovechamos para atacar.
Se contrataron mercenarios para formar un ejército potente de más de 5000 hombres, y se les mando a conquistar las islas una por una. A diferencia de las islas del norte, para estas no hacía falta una gran flota para trasportar las tropas, pues estaban muy cerca de la costa y la distancia era fácilmente asumible para pequeñas embarcaciones.
La primera victoria se produjo en el asedio de la fortaleza de Ardehattan.
Castillo que se encontraba en la única provincia no insular (si es insular porque está en la isla principal de gran Bretaña pero para entendernos) del ducado. Condado en el que también se produciría la primera batalla, más bien escaramuza, de la que salimos victoriosos.
Con la conquista de las sucesivas islas y la victoria en otra serie de batallas y a pesar de no haber conseguido ocupar todas las tierras, el rey de Man se rinde ante nuestros ejércitos.
Y así en Octubre del A.D. de 901, un año y medio después de iniciadas las hostilidades, las islas de Laithlinn, pasaban a estar bajo gobierno de la corona de Alba.
Capítulo 13: El martillo de vikingos.
Tras mucho pensar en el siguiente movimiento, el rey Donncuan decidió trasladar las tropas del frente vikingo para luchar contra los rebeldes. La decisión, muy meditada, pareció ser acertada, pues los vikingos seguían luchando entre ellos, despreocupados por el avance del rey de Alba. Tras una serie de batallas (se me pasó hacer capturas ) conseguimos doblegar la voluntad de los campesinos (a base de masacrarlos, claro) los cuales se rendían incondicionalmente.
Esto debió de servir de escarmiento para nuestros enemigos vikingos que fueron a buscar al cura más cercano para bautizarse y convertirse al cristianismo.
Esto supuso un duro revés para el rey, que quería esas tierras. Quizás la idea de atacar a los rebeldes antes de acabar la guerra con los vikingos fue mala, pero la sangría que suponía mantener tropas en tierras de los nórdicos era inasumible.
De todas formas, del revés se repuso rápido, pues al año se declaró la guerra al nuevo rey de Man, pero esta vez las islas a conquistar eran otras. Ya que las del norte seguían en guerra contra su nuevo señor, ahora intentamos conquistar las del centro del mar de Irlanda.
Ivar ya había muerto, por tanto su heredero mantuvo sus guerras contra los señores que se habían independizado. Esto fue lo que aprovechamos para atacar.
Se contrataron mercenarios para formar un ejército potente de más de 5000 hombres, y se les mando a conquistar las islas una por una. A diferencia de las islas del norte, para estas no hacía falta una gran flota para trasportar las tropas, pues estaban muy cerca de la costa y la distancia era fácilmente asumible para pequeñas embarcaciones.
La primera victoria se produjo en el asedio de la fortaleza de Ardehattan.
Castillo que se encontraba en la única provincia no insular (si es insular porque está en la isla principal de gran Bretaña pero para entendernos) del ducado. Condado en el que también se produciría la primera batalla, más bien escaramuza, de la que salimos victoriosos.
Con la conquista de las sucesivas islas y la victoria en otra serie de batallas y a pesar de no haber conseguido ocupar todas las tierras, el rey de Man se rinde ante nuestros ejércitos.
Y así en Octubre del A.D. de 901, un año y medio después de iniciadas las hostilidades, las islas de Laithlinn, pasaban a estar bajo gobierno de la corona de Alba.
A diferencia de las otras islas, estas eran en su mayoría cristianas, lo que elimina la penalización de tropas.
No está abandonado, es que he estado todas las navidades de viaje, prometo esta tarde o mañana por la mañana poner otro capitulo.
aqui te esperamos, yo tambien ando liado para actualizar mi AAR, asi que te entiendo, igual ya sabes, tu ve a tu ritmo sin prisas ni presiones
Capítulo 14: El avance hacia el Sur
Una de las primeras decisiones del periodo de paz fue la de cambiar las leyes de sucesión. El reparto tradicional entre los hijos, lo único que conllevaría sería el debilitamiento del reino, por lo que se consideró que era mejor someterlo a votación entre los nobles, lo cual, mejoraría nuestra relación con ellos.
Los electores comprometieron sus votos desde el principio y el aparente ganador era el primogénito del rey, Indrechtach.
Para compensar a su hermano menor, se creó el ducado de Laithlinn y sus tierras pasaron a estar regidas por Áengus.
Con todo atado en casa, el rey pidió un informe de la situación de sus territorios, de los de sus vasallos y de los reinos de ambas islas.
Fue gracias a esta información que se fijó en el ducado de Ystrad Clut, que estaba siendo atacado por los vikingos. Ante la negativa de someterse a vasallaje por parte del Brenin (duque del sur de Escocia) Doncuann decidió conquistar sus tierras para defenderlas del avance nordico.
Las primeras batallas de esta guerra fueron precisamente contra vikingos que asediaban el condado.
Pese a una derrota importante sufrida, nos repusimos y conseguimos conquistar el Ducado y el Brenin se rendía y nos cedía sus tierras.
Pero la cosa no quedó ahí, pues los vikingos entraron en guerra contra nosotros para tomar el condado, guerra rápida solucionada a base de batallas victoriosas.
Envalentonado por las victorias, se declaró una nueva guerra esta vez por Alt Clut, para conseguir formar el ducado de Strathclyde.
La guerra se solucionó en una gran batalla de la que volvimos a salir victorioso y poco después el Brenin de Gall Gaidheal se rendía y nos reconocía como legitimo señor del condado de Alt Clut.
Creado el nuevo condado este fue cedido a un vasallo, el cual se había distinguido en las guerras anteriores y que incluso fue herido en una de las batallas.
Con todo el trabajo hecho y notando que las fuerzas le fallaban Doncuann se retiró de la vida activa para pasar sus últimos momentos en tranquilidad. Pero su descanso se vio perturbado por la muerte de su nuera la duquesa de A’Gaidhealtachd, lo cual supuso un duro golpe para el del que no se repuso.
Tanto es así que un mes después el mismo rey Doncuann I el Sabio fallecía, tras haber conseguido en sus 41 años al frente de su casa algo que parecía imposible en un inicio.
¡¡¡¡¡Larga vida a Indrechtach I!!!!!!!
FIN DEL LIBRO I
Capítulo 14: El avance hacia el Sur.
Una de las primeras decisiones del periodo de paz fue la de cambiar las leyes de sucesión. El reparto tradicional entre los hijos, lo único que conllevaría sería el debilitamiento del reino, por lo que se consideró que era mejor someterlo a votación entre los nobles, lo cual, mejoraría nuestra relación con ellos.
Los electores comprometieron sus votos desde el principio y el aparente ganador era el primogénito del rey, Indrechtach.
Para compensar a su hermano menor, se creó el ducado de Laithlinn y sus tierras pasaron a estar regidas por Áengus.
Con todo atado en casa, el rey pidió un informe de la situación de sus territorios, de los de sus vasallos y de los reinos de ambas islas.
Fue gracias a esta información que se fijó en el ducado de Ystrad Clut, que estaba siendo atacado por los vikingos. Ante la negativa de someterse a vasallaje por parte del Brenin (duque del sur de Escocia) Doncuann decidió conquistar sus tierras para defenderlas del avance nordico.
Las primeras batallas de esta guerra fueron precisamente contra vikingos que asediaban el condado.
Pese a una derrota importante sufrida, nos repusimos y conseguimos conquistar el Ducado y el Brenin se rendía y nos cedía sus tierras.
Pero la cosa no quedó ahí, pues los vikingos entraron en guerra contra nosotros para tomar el condado, guerra rápida solucionada a base de batallas victoriosas.
Envalentonado por las victorias, se declaró una nueva guerra esta vez por Alt Clut, para conseguir formar el ducado de Strathclyde.
La guerra se solucionó en una gran batalla de la que volvimos a salir victorioso y poco después el Brenin de Gall Gaidheal se rendía y nos reconocía como legitimo señor del condado de Alt Clut.
Creado el nuevo condado este fue cedido a un vasallo, el cual se había distinguido en las guerras anteriores y que incluso fue herido en una de las batallas.
Con todo el trabajo hecho y notando que las fuerzas le fallaban Doncuann se retiró de la vida activa para pasar sus últimos momentos en tranquilidad. Pero su descanso se vio perturbado por la muerte de su nuera la duquesa de A’Gaidhealtachd, lo cual supuso un duro golpe para el del que no se repuso.
Tanto es así que un mes después el mismo rey Doncuann I el Sabio fallecía, tras haber conseguido en sus 41 años al frente de su casa algo que parecía imposible en un inicio.
¡¡¡¡¡Larga vida a Indrechtach I!!!!!!!
FIN DEL LIBRO I
Ya murió mi primer rey. No os perdáis las aventuras de sus herederos
presento mis respetos a su majestad y de paso doblo la rodilla ante el nuevo rey, a ver si me da un condado que le sobre
:laugh:EDIT: he llegado a los 1.000 post
presento mis respetos a su majestad y de paso doblo la rodilla ante el nuevo rey, a ver si me da un condado que le sobre
EDIT: he llegado a los 1.000 post
Jejeje, los condados no crecen en los arboles
Enhorabuena ya pronto me alcanzas
Jejeje, los condados no crecen en los arboles
mi señor soy un caballero valiente que me he distinguido en la guerra contra los infieles norteños, los cuales suelen asolar las escasas y pobrisimas tierras de mis parientes, he crecido con la espada en la mano listo para defender a los mios ante cualquiera que los amenace, soy El Onvre para darles un escarmiento a los norteños y que aprendan que les pasa cuando marchan en el sur, os ruego que considereis mi peticion, tanto si la acepta como si no, permanecere leal hasta la muerte a usted y a sus herederos. los Mccleod no cambiamos de capa.
epico ¿no crees?