El Kraken subyugado (Parte III)
El rey daba vueltas alrededor del Bosque de Dioses. A pesar de profesa la Fe de los Siete, la vista del arciano siempre le tranquilizaba, pues era un Stark del Norte. Una doncella sudorosa se le acerco por la espalda.
- Majestad, ha sido niño. La reina ha dado a luz a un varón – dijo sonriente.
El Príncipe Jon Stark, heredero del Dominio
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En la penumbra del sótano, los siete encapuchados acompañaban el silencio reinante con silencios interiores más profundos. El hombre que siempre hablaba se levantó de su silla, y como en las anteriores reuniones se aclaró la garganta y comenzó a hablar.
- Ha sido niño. Nuestra reina y señora le ha dado por fin un hijo varón legítimo a nuestro rey. Mis agentes también me han informado del nombre del príncipe. Jon Stark. Es un buen presagio. Los dioses no quieren que el bastardo se siente en el Trono Real, ya tienen a su elegido. El Dominio solo reconocerá al príncipe Jon como heredero. ¡Larga vida al rey Jon II!
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El rey Jon se vestía torpemente en la oscuridad, aún medio dormido.
- ¿De verdad es tan importante lo que habéis encontrado? – preguntó bostezando.
- Así es alteza, el mismísimo Consejero de los Rumores nos ha transmitido la urgencia de que su majestad estuviera presente – informó el Guardia Real.
El rey, acompañado de dos de sus capas blancas, descendió desde los aposentos reales hasta el primer nivel de las celdas, donde una muchacha se encontraba atada a una silla, acompañada por el carcelero, la Justicia del Rey, y más guardias reales.
- ¿Y bien, me habéis despertado solo por esta niña?
- Majestad, esta es vuestra prima Perra Lydden, que ha vuelto del exilio.
El rey le quitó la capucha y la miró con asombro. Nunca había visto a su prima, pues nació cuando su tío Elmer ya se encontraba en el exilio. No obstante sí que tenía los mismos ojos que su tío.
- Desatadla y dejadnos a solas.
La muchacha se froto las manos donde las cuerdas le habían dejado unas marcas mientras los guardias cerraban la puerta.
- Tranquila. Esto ha sido un error, sé que no sois una amenaza para el reino, mi querida prima. No os pasará nada malo. Os proporcionaré todo lo que necesitéis para llevar una próspera vida. ¿Qué te parece una villa en Rosby? – el rey se acercó más a ella- Siempre y cuando os mantengáis en el anonimato. El reino no necesita saber que la hija de Elmer ha vuelto y sigue con vida – dijo, acariciando la mejilla de la chica.
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El luto tiño la capital durante siete días y siete noches. La muerte de la princesa Joanna (primogénita del rey) en su decimoctavo día del nombre afectó profundamente al rey. Todos sabían que el rey Jon había sentido un profundo amor por su primera esposa, la fallecida Lady Daella, y que se encontraba muy unido a las dos hijas que había tenido con esta. No obstante el rey recuperó la sonrisa el día de la boda de su segunda hija, la princesa Lyessa Stark. Su esposo sería Oswell
el Lobo Gigante Stark, uno de los mejores guerreros del reino y tío segundo del rey, ya que era hijo de Lord Barth Stark (el que fuera señor de Southstone, hermano menor de Lord Brandon III).
Oswell el Lobo Gigante
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Las salidas del rey Jon cada vez se hicieron más frecuentes. A cazar, pescar, navegar por el Aguasnegras, visitar vasallos… La reina comenzaba a sospechar y no sin razón. El rey tenía una nueva amante, y esta no era otra que su prima Perra Lydden. El rey la visitaba casi todas las semanas en la mansión que este le había comprado en Rosby, y ella le recompensó dando a luz a un hijo, Philip Mares. No obstante la existencia de este nuevo bastardo se mantuvo en secreto durante algún tiempo.
Perra Lydden
Philip Mares
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Lady Lucia Rushmoor, señora del Dominio y Reina de los Siete Reinos, bajo las escaleras con pasos delicados, sosteniendo una vela que apenas iluminaba los escalones que pisaba. Al llegar abajo, vislumbró en la penumbra de la habitación una mesa con siete sillas, donde siete encapuchados la estaban esperando. El encapuchado que se sentaba en la silla del extremo opuesto a la escalera se aclaró la garganta y se levantó.
- Mi reina, por fin estáis aquí - dijo mientras se quitaba la capucha, dejando al descubierto el rosto de un anciano, con una larga barba blanca.
- Lord Clyffird, ¿sois vos? – preguntó la reina.
- Y muchos más alteza – dijo el hombre situado a su derecha, descubriendo un rostro mucho más conocido para la reina.
- Bufor, ¿eres tú? ¿Qué estáis haciendo todos aquí? ¿Por qué os reunís en secreto? ¿Conspraís contra nuestro señor?
- Solo contra la abominación que representa el bastardo, mi reina –explicó el anciano. Los señores del Dominio solo reconocen al príncipe Jon como heredero al trono. Mi señora debe hacérselo entender a su alteza. Solo él podrá sucederle en el trono. Solo un hijo de Altojardín.
- ¿Creéis que a mí me gustó que el rey legitimara a su bastardo? -dijo la reina enfadada- Mi hermana pagará lo que hizo, pero el reino no debe sufrir por los errores que cometen los hombres.
- No hace falta que el reino sufra, solo que el bastardo desaparezca Lucia –dijo Bufor-, tienes que asegurar tu posición para así poder presionar al rey. Tienes que darle más varones, para que así el pueblo se dé cuenta de quienes son los verdaderos herederos del rey Jon Stark.
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La reina tuvo dos embarazos en muy poco tiempo. De estos, nacieron los príncipes Jorah y Robb Stark, haciendo un total de 4 hijos legítimos. Algunos ya comenzaban a insinuar que legitimar a Myles había sido un error….
Los príncipes Jorah y Robb Stark
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Rymolf Greyjoy bajó la cabeza mientras las olas mecían su cuerpo. El sacerdote ahogado pronto terminó su plegaria, y sujetando con fuerza la cabeza del hombre la introdujo con violencia en las frías aguas de Pyke.
- Lo que está muerto no puede morir, sino que se alza de nuevo, más duro, más fuerte.
Que el Dios Ahogado te permita renacer del mar como lo hizo él. Que te bendiga con sal, con roca, con acero y sangre. ¡Larga vida al rey Rymolf!
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Los descendientes hasta el momento del rey Jon Stark. Las hijas de su primera esposa Daella Fowler, los hijos de su segunda esposa Lucia Rushmoor, los hijos con Annet Rushmoor y el hijo con Perra Lydden