¿Estás seguro de eso? A mi me sonaba que el estoque era un arma fina y ligera, no para penetrar cotas de malla (me resulta raro que estaba específicamente diseñadas para ello, a mi me sorprende bastante que fueran capaces de penetrar una cota de mallas), sino porque con la llegada de las armas de fuego, las armaduras carecían de sentido (así que el soldado normal llevaba un peto de cuero o cuero endurecido, como mucho) y por tanto, las armas pesadas que eran capaces de penetrar la armadura también cayeron en desuso, pasándose a armas ligeras que permitiesen luchar de forma más ágil.
Vamos, que me sorprende mucho lo de que pudiesen penetrar la armadura. Ojo, será verdad, pero me gustaría saber donde lo leíste.
La forma más fácil de perforar una armadura de malla es con un lanzazo. Básicamente porque la armadura nunca se pone a pelo, se pone con un subarmalis (las antiguas) o un gambeson (las medievales); que es un peto de cuero acolchado para que no raspe el metal ni abrase la piel cuando hace calor.
Un estoque a penas gana inercia a corto alcance para perforar sin problemas, además de que siendo una hoja larga es cara de forjar y afinar. Una lanza (o alabarda, o pica...) es muchísimo más barata tanto de fabricar como de mantener y reparar.
Por las mismas, una daga funciona igual de bien para perforar las armaduras de malla.
Las armaduras de metal tipo "chapa" ya empiezan a ser inítules con las ballestas; con las armas de fuego primitivas aún aguantaban algo. En todo caso, cuanto más gorda la placa, más fácil es hundirla con un mayal, mangual, lucero del alba, martillo de guerra o pico militar o hacha. No cortarla o perforarla es irrelevante siempre y cuando se hunda el metal y, bajo él, las costillas.
De ahí que las cozas milanesas fueran tan famosas: eran de un acero lo suficientemente bueno como para parar un balazo hasta el S. XVII y aguantaban bastante bien los impactos contundentes. Ahora bien, eran caras hasta lo ridículo.