ALBRECHT VI (1569-1600)
Albrecht VI había sido educado bajo la fe cristiana más ortodoxa y su odio hacia los herejes y los musulmanes ayudaron a que se volcase nada más sentarse en el trono en la guerra con Fez y en la recuperación de Túnez. Tras largos años de combates en Anatolia, se consigue que el Emirato de Karaman abandone el combate. Un año más tarde, nace su primogénito Johann Karl, al cuál nada más nacer se le promete con los Jiskra bohemios, en un nuevo intento de unir el Reino de Bohemia y el de Austria bajo un mismo linaje. Mientras, al otro lado del Mediterráneo, los combates continuaban. En 1577, polacos, castellanos, aragoneses y austríacos invaden el Norte de África. El Maalik de Djerid, pidió la paz a la Coalición tras empezar los desembarcos en las costas marroquíes y argelinas, cosa que dejó solo al Sultanato. Se iniciaba así la última cruzada contra Fez liderada por los Habsburgo de Viena.
Al igual que en anteriores guerras contra el Sultán, hasta que las tecnológicamente más avanzadas tropas católicas derrotaban a los musulmanes, habían de pasar muchos años, primero desgastando a sus aliados y luego destruyendo sus flotas. Diez años habían sido necesarios para que los aragoneses pudiesen volver a poner el pie en antiguo territorio cristiano de Baja. Aun así, la guerra había provocado un gran hastío entre su población y tanto éstos como los polacos, el Papa y otras naciones menores abandonaron el combate. Tan solo Castilla, que ansiaba un territorio en el Norte de África para, en un futuro, conectarlo con sus colonias en el Senegal, y Austria, que necesitaba Túnez como punto de expansión para llegar a América, continuaba la lucha en las áridas arenas del Magreb. Finalmente, castellanos y austríacos logran doblegar a los musulmanes y la bandera del Reino de Austria vuelve a ondear en la antigua Cartago. Además, Castilla se había quedado para sí, al Tingitania, puesto que de esta forma podía controlar lado y lado del Estrecho desde las costas africanas.
El primer paso para derrotar al Sultán de Fez fue invadir el Emirato de Karaman
En la década de los 80 del siglo XVI Europa estaba asolada por la guerra. Alberto financió las guerras de Bulgaria contra el Imperio Bizantino (en 1584), el cuál acabó reducido básicamente a Constantinopla, y la invasión de Francia, protestante, por parte de portugueses, castellanos y aragoneses, católicos. Tras esta invasión el antiguo Reino de la Flor de Lis fue dividido en grandes territorios controlados por condes y marqueses mientras que el legítimo rey de Francia apenas controlaba un puñado de provincias fronterizas con el Sacro Imperio. Aprovechándose de la excusa de las guerras de religión, Alberto inició la Guerra Tirolesa, en la cuál se quería tomar el Sur del Tirol (Bolzano en italiano), cosa que con el apoyo de los croatas y polacos se consiguió fácilmente. Además, se consiguió liberar el Palatinado, el cuál estaba subyugado bajo el déspota de Lorena (aliado tirolés) desde hacía un siglo.
Francia apenas era una sombra d elo que un día fue
Pese a todas aquellas guerras, el verdadero sueño de Alberto VI era América. Anhelaba establecer colonias y sonsacar oro y plata de aquellas tierras lejanas como portugueses y españoles llevaban haciendo desde hacía un siglo. Ese sueño colonial aumentó cuando los Habsburgo supieron de un vasto territorio conocido como Argentina estaba siendo colonizado por Inglaterra y más aun cuando los burgundios conquistaron su primer territorio en el Brasil.
Reuniendo lo más granado entre los veteranos de la guerra contra Fez, se estableció una compañía con el objetivo de crear una colonia en el río Gambia, cerca al Reino de Joló, protectorado castellano, y a las colonias castellanas y frisonas del Senegal. El primer sitio elegido por el barón Bruno von Schwarzenberg fue la isla James, bautizada así por los ingleses que la descubrieron aunque los salvajes destruyeron dos veces los intentos de establecer la colonia. Así que el tercer intento fue más al Sur, en Cacheu, con idéntico resultado. Aunque la corona dio apoyo a más intentos en 1592 una gran conflagración les sorprendió.
Los intentos del barón von Schwarzenberg fueron en vano. Austria no consiguió tener una colonia en el África Negra
Ese año, casi por sorpresa, las potencias ibéricas lanzaron un ataque sorpresa al Sultanato de Fez tras años de saqueos en sus costas por parte de piratas berberiscos. Liderados por el rey aragonés, la coalición, a la cuál se sumó Austria, tomó rápidamente Túnez y la parte oriental de Argelia mientras el Sultán intentaba liberar la Tingitania. Aunque a priori el Sultanato solo no era rival para Portugal, Aragón, Castilla y Austria (y menos tras perder la mayoría de sus barcos durante la última cruzada) consiguió hundir una flota de los Habsburgo (consistente en 3 bergantines) que protegía la ruta comercial entre las Kanarischen y el territorio austríaco. A modo de venganza, el Rey Alberto VI dio permiso para enviar un ejército a Misrata, enclave de Fez en la costa libia y alejado de todo ejército enemigo. Tras siete años de guerra, las tropas austríacas se habían hecho con el control de Safi y de la mismísima capital del Sultanato mientras que los aliados habían conquistado la mayor parte de éste. Pese a ello, la deuda de guerra que tenía el rey Alberto era muy grande y decidió retirarse no sin antes quedarse con parte del pastel. La provincia de Safi se convirtió en un reino vasallo (Reino Cristiano de Marruecos) de Viena liderado por una rama de los Marinidas que se habían convertido al cristianismo. La coalición firmó la paz con el Sultán en 1599 y la mitad oriental de su territorio fue anexado por la Corona de Aragón.
En el otro lado del Mediterráneo, Constantinopla sucumbió en 1596 a manos musulmanas, aunque el Imperio Bizantino continuó sobreviviendo en ciertas islas del Dodecaneso. Además, ese mismo año Austria inauguró su primer Banco Comercial, destinado a financiar las futuras empresas coloniales.
Finalmente, el Rey Alberto VI falleció por causas naturales en 1600 habiendo recuperado Túnez y expandido las fronteras austríacas allende los Alpes una vez más. Su hijo Johan Karl tomaba las riendas del país.