Panzer VI said:Tendrian que haberlos dejado en la retaguardia cubriendo las posiciones preestablecidas de retroceso.
O como minimo haber construido fortis y trincheras para ganar un poco de tiempo, si puede ser retrocediendo detras de un rio.
Panzer VI said:Tendrian que haberlos dejado en la retaguardia cubriendo las posiciones preestablecidas de retroceso.
AusfG said:O como minimo haber construido fortis y trincheras para ganar un poco de tiempo, si puede ser retrocediendo detras de un rio.
Soldier_Fortune said:La "Leyenda negra italiana" guarda notables concomitancias con la "Leyenda negra española".
El caso es que pareciera inconcebible que los europeos meridionales (da igual que se trate de españoles, portugueses, griegos o balcánicos) sean capaces de algo heroico, o noble o al menos digno de respetuoso silencio.
Para cosas grandiosas están los europeos al N de los Pirineos o de los Alpes, de quienes se cantan loas incluso de sus desastres, y aún de sus crímenes. Pero para esos que fueron desfavorecidos con una estatura media inferior a la nórdica, cabellos, ojos y piel oscuros y que "huelen a cebollas, ajos y vino tinto" (según un lugar tan común como falso) y que hablan lenguas romances, cuando no merecen el insulto merecen la burla sin importar lo que hagan... y sin tener siquiera en cuenta que son "casi seres humanos".
Y desde luego, no faltan al S de los Pirineos y de los Alpes estúpidos que se hagan eco de una u otra leyenda negra (o ambas) según se avenga con su "idio-sincracia" apoyándose en argumentos que no resisten el menor análisis.
En otro hilo posteé la sopresa y desilusión de un piloto alemán de la Legión Cóndor cuando le presentaron al piloto español que lo había derribado, en vez del as ruso que se imaginaba (y esperaba). El "pobre" alemán habrá pensado: "Que me derribe un eslavo, ya me vale. ¡Pero que me derribe este sorete bajito y de color sopechoso tripulando un avión de madera y tela, es el colmo! ¡Ni siquiera me explico cómo se atrevió a disparar contra un ario! ¡Qué vergüenza insoportable... Mein Got!"...
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Del copy & paste de Hernán me parece significativo lo siguiente:
Los alemanes de retaguardia (esos que no pegaron un tiro, estaban cebados como gansos, comían caliente 4 veces al día y dormían en barracones caldeados) se burlaban del estado en que llegaban sus "camaradas" italianos, después de haber pasado 2 meses recorriendo a pie cientos de kms por la estepa helada, a -30ºC, combatiendo y siendo permanentemente acosados por tanques, cosacos y partisanos. Esos mismos alemanes que seguramente estaban convencidos de que eran la última línea de defensa tanto cultural como genética contra la subhumanidad eslava, que amenazaba extenderse como una peste medieval por toda Europa.
Sin embargo, en la otra fila esos "subhumanos eslavos" fueron los únicos que supieron reconocer a gente como ellos entre la masa de tullidos, congelados, mutilados y casi cadáveres que llegaban completamente rotos. Si hubieran podido y tenido, tal vez les habrían ofrecido una taza de té o de caldo, una patata, una manta o un vaso de vodka.
Los alemanes, ellos también en retirada (pero con la frente bien alta para que les luciera el casco, eso sí) les negaron hasta transporte para los heridos.
Y por supuesto, para esos mismos alemanes (fueran nazis o no), el desastre del frente oriental no podía deberse a las monumentales cagadas de su bienamado Führer y sus "brillantes" generales, como tampoco era responsabildad suya la aniquilación del VI Ejército y lo que vino después: la culpa era de esos italianos "de mierda"... daba igual que los alemanes y los rumanos emprendieran retiradas con tanto o mayor entusiasmo que sus aliados, y sin avisarles.
¿Por qué tanto ensañamiento con los italianos, calificándolos de cobardes, ruines y "mierdas", y no con los rumanos?
En Stalingrado los flancos del VI Ejército alemán lo cubrían el IIº Y IIIº rumanos. Y la ofensiva soviética empezó por ellos.
Y tanto... como que los rumanos no aguantaron ni media leche, y a los rusos atravesar sus posiciones les costó menos que saltar un seto de medio metro: en menos de 24 horas ambos ejércitos dejaron de existir como fuerza orgánica.
Según Antony Beevor, por una parte rumanos e italianos no eran tan diferentes entre sí. Excepto las unidades especiales, y por tanto semiprofesionales, la infantería era considerada como una simple chusma o masa: mal equipados, mal entrenados, mal abastecidos y mal dirigidos. Los soldados rasos y suboficiales de baja graduación eran tratados como unos "mierdas" por sus oficiales; no había la menor convivencia entre los jefes de sección y compañía con sus hombres, ni se interesaban por sus necesidades para que pudieran combatir en condiciones. Sin embargo, cuando estaban correctamente dirigidos y equipados, podían combatir al menos tan bien como los rusos o los ingleses.
Por otra parte, Beevor también desmitifica la pretendida cobardía de los italianos... mito que empezaron los alemanes y al que los ingleses se plegaron entusiastamente.
Según Beevor, en África los italianos no fueron un enemigo al que los ingleses tuvieron que tirotear por la espalda. Y cuando corrieron, lo hicieron a la par del Afrika Korps... tanto avanzando como retrocediendo.
Y de arrojo y valor tampoco estuvieron carentes.
Prueba de ello es la manera en que su cubrieron de gloria (al mismo tiempo que de mierda), en la batalla de Gazala (1942), cuando 2 divisiones acorazadas italianas atacaron de frente a las posiciones del VIII Ejército, atrayendo sobre sí todo el fuego AT británico para que Rommel pudiera ensayar una brillante pero muy cómoda maniobra de flanqueo, apuntándose un sonoro éxito en el que ni siquiera se menciona gracias a quien lo obtuvo.
El resultado fue que una de las divisiones italianas (la Trieste) fue completamente aniquilada y hubo que reahacerla. La otra (Litorio) destrozó a una brigada mecanizada india y puso en fuga a otra australiana que no paró de correr casi hasta el Nilo... detalle que tanto británicos como autralianos, lo mismo que los alemanes, se preocupan de omitir discretamente. Pero "desafortunadamente" los mapas de campaña se encargan de mostrar los hechos tal como fueron.
Uno de los principales problemas al que se enfrenta cualquier ejército en campaña, es la disentería. Para el Afrika Korps constituyó un problema que reducía notablemente su cantidad de efectivos (casi tanto como las bajas en combate), favorecida la enfermedad por el clima, las moscas y la escasez de agua.
Los médicos militares italianos, con conocimientos más actualizados que los alemanes acerca de cómo combatir el efecto del clima y la disentería en el trópico, intentaron aconsejar a los médicos del Afrika Korps... y estos se negaron a seguir cualquier consejo que no viniera de doctores alemanes. Hasta que tuvieron que admitir que el rancho alemán no era lo más indicado para el desierto, y que había seguir otras medidas profilácticas que no venían en los libros alemanes.
Entonces los italianos alimentaron a sus "camaradas" alemanes con sus propias raciones ricas en hidratos de carbono y pobres en grasas, además de pan recién horneado en vez de las mantecosas galletas que venían en las raciones alemanas.
En Rusia, unos meses más tarde, ya vimos con qué gentileza los alemanes correspondieron a los italianos.
La opinión de un autor como Beevor es siempre digna de ser tenida en cuenta; no tanto por su calidad de historiador militar y porque antes que eso fue militar profesional del Royal Army, sino porque su opinión está basada en argumentos documentados y no en simples pareceres.
En cambio, una opinión como esta...
... no vale un carajo.
Formular juicios de valor tan categóricos, de manera general e indiscriminada, solo podrían hacerlo quienes hayan pasado por una experiencia límite que lo ponga ante sí mismo tal como es, y no como lo lo que cada uno crea que es o prefiriera ser. Sin embargo, quienes hayan sido protagonistas de una experiencia similar, tal vez sean los últimos que se sientan en condiciones de pronunciarse en los términos que sañalé. Es en esas situaciones cuando surge lo peor o lo mejor de la naturaleza humana, frente así mismo y frente a sus semejantes.
Tal vez en este foro algunos compañeros, como Himmly o Bripac, han pasado por situaciones de peligro para sus vidas y las de sus camaradas. Pero aún así, creo que lo suyo queda muy lejos del drama de los hombres del ARMIR.
¿Y los demás? ¿Por qué experiencia terrible hemos pasado que nos aproxime a un drama semejante, y que nos permita juzgar el comportamiento de los italianos de manera tan despectiva? ¿Montar en una montaña rusa? ¿Volar 14 horas enfrentándonos al síndrome de la clase turista? ¡¡Por favor...!!![]()
Es cierto que los italianos no son un pueblo belicoso; como también es cierto que su equipamiento y su entrenamiento dejaban mucho que desear. Pero, a pesar de lo que cada uno quiera imaginar, los italianos no fueron tan distintos de los demás, ni entonces ni nunca.
Y si no, quien esté de acuerdo con la frase quoteada, que por favor me explique qué diferencia hay entre los "italianos de mierda que hicieron el ridículo cada vez que tuvieron ocasión", con los "ingleses de mierda que hicieron el ridículo" en Birmania y Nueva Guinea al comienzo de la guerra, o con los "norteamericanos de mierda que hicieron el ridiculo" en Batán y Corregidor, o con los "rusos de mierda que hicieron el ridículo" en Kiev o Smolensko... o con los "argentinos de mierda que hicieron el ridículo" en Malvinas, p.e.
Y sin ir tan lejos: que mejor me explique qué diferencia puede haber entre los "italianos de mierda" y los "españoles de mierda que hiceron el ridiculo" en Cuba contra un ejército de guerrilleros desharrapados apoyados por una banda de cowboys. O con los 13.000 "españoles de mierda que hicieron el ridículo" en Anual frente a las cábilas integradas por unos "moros de mierda" que los pasaron a todos a degüello.
Que me lo explique. Tanto la diferencia, como la gracia que le haga en cada caso.
Y si no sabe qué responder, que no se inquiete y guarde silencio... lo cual no es malo y sirve para reflexionar, a la vez que también con ello estará presentando su merecido respeto a la memoria de los veteranos de cualquier guerra y lugar.