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unmerged(24891)

Second Lieutenant
Jan 20, 2004
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Aparecido en prensa:


La última película de Edward Zick, El último samurai, está arrasando en las taquillas. Pero hace más de un siglo, el protagonista no fue el capitán Nathan Algren, un soldado asqueado por las guerras indias norteamericanas e interpretado por Tom Cruise, sino el capitán Jules Brunet.
A diferencia de Algren, Brunet era un eficiente oficial francés que no se había desengañado de su Ejército. Procedente de la Escuela Politécnica, buen acuarelista y reputado artillero, en 1867 había recibido las insignias de capitán del Ejército galo. Como tal, y en calidad de instructor, fue reclutado para la misión militar francesa con destino a Japón. Allí, los militares del II Imperio debían proporcionar asesoramiento al shogun Yoshinobu Tokugawaa, haciendo frente a los asesores estadounidenses y británicos que apoyaban al emperador Meiji.

De poco sirvió, porque ese mismo año el shogun cedió al poder imperial. La misión francesa no servía para nada y decidió repatriarse. Con la excepción de Brunet. Todavía no se sabe el porqué de aquella decisión: cuestión de orgullo, simpatía por los samurais… Lo cierto es que se quedó junto a los Bakugun, la última resistencia de los guerreros del Bushido. Y se lo dejó muy claro a Napoleón III en una carta que le dirigió.

En Japón fue el brazo derecho del almirante Takeachi Enomoto, presidente de la República independiente de Ezo, un Estado de vida efímera. Acompañó a los samurais en su retirada a Hakodate y participó en la batalla final, que enfrentó a ochocientos guerreros contra los ocho mil del Ejército imperial, superior en medios y hombres. A pesar de luchar con bravura, los hombres de Enomoto fueron derrotados y obligados a acatar la autoridad Meiji. Era el 30 de junio de 1869.

Brunet escapó de Japón y regresó a su país natal, donde se le formó un consejo de guerra. Fue apartado del Ejército pero los tiempos no estaban para dejar a un lado oficiales con una gran experiencia de combate como él. En 1870, con el estallido de la guerra franco-prusiana, fue rehabilitado. Veintiocho años después fue nombrado Jefe del Estado Mayor por el ministro de la Guerra Chanoine, que, curiosamente, había sido su superior en la misión enviada a Japón.
 
Von Txafas said:
Aparecido en prensa:


La última película de Edward Zick, El último samurai, está arrasando en las taquillas. Pero hace más de un siglo, el protagonista no fue el capitán Nathan Algren, un soldado asqueado por las guerras indias norteamericanas e interpretado por Tom Cruise, sino el capitán Jules Brunet.
A diferencia de Algren, Brunet era un eficiente oficial francés que no se había desengañado de su Ejército. Procedente de la Escuela Politécnica, buen acuarelista y reputado artillero, en 1867 había recibido las insignias de capitán del Ejército galo. Como tal, y en calidad de instructor, fue reclutado para la misión militar francesa con destino a Japón. Allí, los militares del II Imperio debían proporcionar asesoramiento al shogun Yoshinobu Tokugawaa, haciendo frente a los asesores estadounidenses y británicos que apoyaban al emperador Meiji.

De poco sirvió, porque ese mismo año el shogun cedió al poder imperial. La misión francesa no servía para nada y decidió repatriarse. Con la excepción de Brunet. Todavía no se sabe el porqué de aquella decisión: cuestión de orgullo, simpatía por los samurais… Lo cierto es que se quedó junto a los Bakugun, la última resistencia de los guerreros del Bushido. Y se lo dejó muy claro a Napoleón III en una carta que le dirigió.

En Japón fue el brazo derecho del almirante Takeachi Enomoto, presidente de la República independiente de Ezo, un Estado de vida efímera. Acompañó a los samurais en su retirada a Hakodate y participó en la batalla final, que enfrentó a ochocientos guerreros contra los ocho mil del Ejército imperial, superior en medios y hombres. A pesar de luchar con bravura, los hombres de Enomoto fueron derrotados y obligados a acatar la autoridad Meiji. Era el 30 de junio de 1869.

Brunet escapó de Japón y regresó a su país natal, donde se le formó un consejo de guerra. Fue apartado del Ejército pero los tiempos no estaban para dejar a un lado oficiales con una gran experiencia de combate como él. En 1870, con el estallido de la guerra franco-prusiana, fue rehabilitado. Veintiocho años después fue nombrado Jefe del Estado Mayor por el ministro de la Guerra Chanoine, que, curiosamente, había sido su superior en la misión enviada a Japón.

Curioso, yo también había escuchado que la peli estaba basada en un personaje real, pero británico, no francés.