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25. El final de una época: 10 de junio de 1987 - 15 de febrero de 1988

A finales de 1987 el en apariencia interminable flujo de dinero extranjero a España comenzó a decaer. A medida que la economía española salía de la zona de peligro y el país se modernizaba, los creditores extranjeros comenzaron a recolocar su dinero y a renegociar los préstamos y ayudas. Suárez se mostró de acuerdo con este punto de vista, aunque por diferente motivos. Quería que España fuera capaz de sostenerse sola sin depender en exceso de los préstamos extranjeros, ya que temía que la estructura económica nacional giraba en torno a dichas ayudas. Por todo ello, el primer ministro español estaba más que de acuerdo con esta reducción.

Una de las primeras consecuencias de esta cambio fue la introducción de algunos recortes en la política de bienestar social y en el sistema educativo. Sin embargo, a finales de septiembre de 1987 todo esto cambió de nuevo con la nueva Ley Social Nacional, que vio una mejora en el sistema de pensiones destinada a incluir a todos los ancianos que no habían quedado incluidos en las anteriores reformas del sistema. Se incrementaron las pensiones de las viudas y se aumentó el apoyo a la construcción de nuevas escuelas. También se incorporaron nuevas ayudas a decenas de miles de discapacitados, aunque sus problemas no estuviera causadas por acciones violentas o accidentes laborales.

El 5 de octubre Francia deportó a España 38 miembros de ETA que estaban en cárceles galas. Era el comienzo del final de ETA, que fracasó, en junio, en causar una masacre en Barcelona al intentar poner una bomba en un centro comercial. Antes de poder cumplir su propósito asesino, los terroristas fueron detenidos por las fuerzas de orden público. Unos diís más tarde, el 7 de octubre, Santiago Arróspide Sarasola (aka Santi Potros), uno de los líderes de ETA "berri", era detenido en Francia, donde se pasaría los siguientes diez años en la cárcel por delitos cometidos en el país vecino. En 2000 sería deportado a España.

En enero de 1988 se avanzó en el proceso de paz en el país Basco cuando en enero todos los partidos políticos vascos salvo HB votaron el pacto de Ajuria Enea, con el propósito de normalizar y pacificar el país. Dañada, cazada por las policía francesa y española y con la opinión nacional e internacional en su contra, unos días después , ETA «berri» declaró un alto el fuego. ETA «zarra» guardó silencio.

A comienzos de 1988, tal y como Suárez temía, la economía española empezó a frenarse a medida que los créditos disminuían y las inversiones nacionales no podían cubrir la brecha. Por ello, mientras la economia comenzaba a sufrir para reajustarse a la nueva situación. Esto causó una pequeña subida del desempleo y grandes criticas por parte de los sindicatos, que convocaron diversas huelgas durante los meses siguientes.

Suárez y los sindicatos estuvieron a punto de enfrentarse violentamente, y el primer ministro llego a considerar maneras para reducir su poder. sin embargo, tras varios violentos choques entre la policía y los huelguistas en los complicados meses de enero y febrero de 1988. La detención de diversos huelguistas se convirtió en un desastre de relaciones públicas para el gobierno y que Suárez intentó en vano corregir. Con todos sus esfuerzos dirigidos a alcanzar una solución que pusiera fin a sus enfrentamientos con los sindicatos, el problema siguió ardiendo en las noticias mientras la inflacción y el desempleo empezaba a subir, dañando la credibilidad del gobierno. Las dos huelgas mineras en Asturias y la de los astilleros gallegos y ascos causaron un considerable daño al gobierno, lo que llevo a Suárez a convocar elecciones anticipadas y a anunciar que no se presentaría a la reeleción.

El hombre que había devuelto la democracia a España y que había conducido sus destinos durante casi 13 años estaba exhausto.
 


26. Las elecciones de 1988: del 15 de febrero al 22 de mayo de 1988


Cuando José María Aznar se convirtió en el heredero de Adolfo Suárez al frente del CDS, muchos se sintieron sorprendidos por lo que pensaban que era un error, pues el nuevo presidente no tenia ni el carisma ni la personalidad de Suárez ni era tampoco tan conocido.

El 1 de junio de 1986, tras dimitir como diputado, Aznar había sido elegido como diputado para el parlamento de Castilla-León, sioendo elegido presidente de la región. Dos años más tarde fue elegido por el Comité Ejecutivo del CDS para ser el nuevo presidente tras la retirada de Suarez, que, en cierto modo, se había asegurado de que Aznar fuera su sustituto, lo que fue una ligera sorpresa, pues corrían rumores de que Aznar tenían una cierta amistado con el miembro de UCD, Herrero y Rodríguez de Miñón. A todo esto, a finales de marzo de 1990 parte del PDP abandonaría el partido para unirse a CDS.

La campaña electoral de 1988 fue, de largo, una de las mas aburridas de toda la historia. Tanto Anzar como Hernández Mancha, presidente de AP, no estaban acostumbradas a las masivas campañas electorales, a pesar de la experiencia del primero en Castilla y Leon, por lo que tuvieron que ser "entrenados" para ello. Aznar, con el tiempo, lograría dominar los particulares de las campañas electorales, mientras que Hernández Mancha no tendría tanta suerte, lo que, unido con su falta de carisma y de capacidad oral, redujeron sus posibilidades de victoria.

Juan Barranco parecía estar en su salsa durante la campaña. Aunque Aznar logró hacer considerables progresos y se aprovechó de los éxitos de Suárez, los votantes demostraron tener ciertas dudas respecto a este tímido político y, tras tantos años de dominio centrista, estaban decididos a probar algo diferente, y optaron por dar una oportunidad al PSOE.

Como era de esperar, la campaña no fue tan animada como las anteriores y la prensa no le dio tanta cobertura como en el pasado. AP lanzó una campaña basada en la unidad nacional mientras que los centristas se basaban en sus logros como gobernantes, aunque el partido seguía dividido respecto a Europa. Por su parte, Barranco y los socialistas señalaban constantemente al agotamiento del CDS y su falta de ideas nuevas mientras exhibían su programa reformista, centrando en cuestiones sociales y prometiendo la creación de 800.000 puestos de trabajo.

Los resultados, sin embargo, fueron una sorpresa. La participación fue más baja, para empezar: un 72,8% versus a un 77,8% en 1984.

El vencedor fue el PSOE con 10.086.000 votos (49.2% del total) y 172 escaños (ganando 6,200,000 votes y 119 escaños). El CDS obtuvo un resultado positivo, teniendo en cuenta la inexperiencia de Aznar: 7.175.000 votos (35.8%) y 125 escaños (ganando 4.011.000 votos y 67 escaños). AP quedó tercera con 1.701.500 votos, (8,3% y 29 escaños (perdiendo 2,850,000 votes y 11 escaños).

El gran derrotado fue Julio Anguita y su IU: apenas recibieron 594.500 votos (2,9%) y 10 escaños (perdiendo 1,700,000 votos y 22 escaños) Pese a esto, Anguita no dio su brazo a torcer y comenzó a reparar los daños sufridos y a reforzar su partido con vista a las siguientes elecciones. Esperanza Aguirre tuvo que tragarse el ver a su Partido Liberal reducido a una nota a pie de página con 259.000 votos (1%) y 3 escaños, Con el tiempo, estos resultados serían beneficiosos para el PL, pero eso estaba por todavía por llegar.

Al parecer, España se había convertido en un país con un sistema bipartidista. La mayoría de los pequeños partidos habían sido devorados por CDS, PSOE o AP, o habían desaparecido. Y los resultados electorales parecían confirmar esta visión.

Lo cierto es que, nue años después, España volvía a tener un presidente socialista.
 
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27. España después de Suárez: 22 de mayo - 1 de septiembre de 1988

Con el apoyo de IU, Juan Barranco comenzó a gobernar. Intentó ganarse al CDS, pero José María Aznar había mostrado poco entusiasmo con tal alianza y Barranco optó por seguir adelante, llevando a La Moncloa a Jorge Semprún (Cultura), Enrique Múgica (Justicia), José Luis Corcuera (Interior), Claudio Aranzadi (Industria), Rosa Conde (portavoz del gobierno -1-) y Matilde Fernández (Asuntos Sociales).

Seis días más tarde, «ETA zarra» anunció un alto el fuego y comenzaron las negociaciones secretas con los socialistas, pues los terroristas estaban convencidos de que tenían más esperanzas de llegar a un acuerdo con el PSOE que con Suárez. El 12 de junio se iniciaron los encuentros entre el gobierno y «ETA zarra» ien Argel.

El 20 de ese mes «ETA berri» se reunió en Biarrit, donde se produjo una ruptura entre sus filas cuando una pequeña parte de la banda denunció las negociaciones de paz de la otra organización. De repente, una parte de los asistentes exigieron que cesaran los actos violentos y que la banda participara en la negociación política, lo que fue finalmente aprobado por la asamblea y llevó a que una parte de la organización abandonara el grupo y formara otra banda terrorista, la denominada «ETA auténtica».

Ese mismo día se produjeron las elecciones catalanas que dieron el triunfo al CIU de Roca con el 46.02% de los votos y 69 escaños, seguido por el CDS de Antoni Fernández Teixidó, con 28,67% de los votos y 40 escaños. El PSC de Narcis Serra apenas recibió un 7,76% de los votos y 9 escaños; Rafael Ribó y su Iniciativa per Catalunya (el equivalente catalán de Izquierda Unida) obtuvo un 5,36% de los votos y 6 escaños. Finalmente. AP, bajo Jorge Fernández Díaz ganaba 6 escaños con un 4,41% de los votos. Roca, apoyado por el CDS, se convirtió en presidente de la Generalitat, aunque el político catalán siempre había aspirado a más altas instancias. La realidad terminó por imponerse.

Mientras Barranco comenzaba su mandato, España entraba en un periodo de recesión, aunque se recuperó el crecimiento económico en 1989. Sin embargo, la inflación continuó en alza y llegando al 10% en septiembre de 1988. Durante el resto del mandato de Barranco nunca bajaría de ese nivel. El desempleo se doblaría durante el resto del año y a finales de 1989 se alcanzaba el millón de desempleados. Era el resultado del decline económico y de las nuevas tecnologías que requerían menos personal, junto con otros factores, como el cierre de negocios poco rentables.

No se puede culpar a Barranco de esto, pero le tocó enfrentarse a ella y se le culpó por la crisis. De haber seguido Suárez en el poder también se había tenido que enfrentar a ella. Barranco sólo había sido el desafortunado vencedor de unas elecciones que se encontró con un inevitable proceso de crisis. Su único pecado fue ser Juan Barranco y no Adolfo Suárez. Así el líder socialista se vio luchando contra la crisis y contra el mito de Suárez, el hombre que había salvado dos veces a España del abismo.

Algo de lo que Barranco no fue culpado afortunadamente fue del cabreo monumental de Camilo José Cela, que, hecho un basilisco por el fracaso de su Cristo versus Arizona, una versión del Duelo en el O.K. Corral, decidió retirarse por un tiempo a su pazo con un sonoro "A la mierda!". Dos años después regresaría con su siguiente obra, un libro de viajes titulado "Galicia" (2), que confirmaría el comienzo de la decadencia del escritor.

(1) Rosa Conde... que mito... esa fuente interminable de meteduras de pata y chistes que hicieron famoso, entre otros, al Buenafuente. Quizás no fuera tan tonto como el Buena le hizo parecer. Quizás.

(2) Desafortunadamente, Cela no recibirá ningún premio Nobel en este universo alternativo. Sí, lo odio a muerte. Él me amargó la EGB con el Duarte, la Alcarria, la Colmena y la su frutisima (macedonia) madre. Y yo me vengo a mi manera.
 

28. Tempo de crisis,huelgas y elecciones: del 1 de septiembre al 14 de junio de 1989

Si alguien afirmo que una semana es un tiempo muy largo en política, los diez meses que mediaron entre septiembre de 1988 y las elecciones europeas fueron la versión política de la película estrenada en 1984, Pesadilla en Elm Street, para Juan Barranco.

Mientras 1988 terminaba, Barranco se vio incapaz de aplicar ninguna de las promesas de su programa. De hecho, estas promesas electorales se convirtieron en una espada de Damocles para él. Por ejemplo, su promesa de crear 800.000 puestos de trabajo se vio reemplazada por una dura reestructuración de la industria españolas,como el sector del acero y los astilleros, algo que Suárez intentara en 1984 y abandonara ante las amenazas de huelga, que ahora estallaron en la cara de Barranco. Así, lo que Suárez había pospuesto para un mejor momento que nunca llegó, se convirtió en una llaga en el costado de Barranco.

La crisis no dejó otra opción al primer ministro socialistas que seguir adelante con la crisis, lo que puso en su contra a UGT y CCOO, que convocaron una huelga general el 20 de octubre de 1988. Barranco intentó, a la vez ,llevar a cabo una masiva privatización de cerca de 200 empresas estatales, además de cientos de filiales dependientes de estas compañías algo, que, a su vez, también había intentado a menor escala durante su mandato el primer ministro Suárez y que había terminado por abandonar..

La huelga general del 20 de octubre de 1988 paralizó el país y dañó considerablemente la imagen del PSOE, que se vio enfrentado a los obreros, a los sindicatos y a la misma ala izquierda del parido socialista, que acusaron a Barranco de estar "derechizándose". Presionado por la crisis, por los creditores extranjeros la CEE y su propio partido, Barranco no podía hacer otra cosa que seguir adelante con las reformas que la crisis impedía posponer.

Peor todavía, las negociaciones con los sindicatos llegaron a un punto muerto a finales de noviembre de 1989 al no querer ceder ninguna de las dos partes y el fracaso de las negociaciones se enmascaró con la falsa promesa de reanudarlas en un futuro cercano. Por el momento se impuso la calma y cesaron las amenazas de huelga, aun que Anguita amenazara con retirar su apoyo al gobierno.

Las negociaciones de paz con ETA en Argel se atascaron al poco de empezar para desesperación de Barranco y, en enero de 1989, finalizaron bruscamente. Enfurecido, Barranco se sintió engañado por ETA, sospechando que la banda terrorista había aprovechado el tiempo para reorganizarse y rearmarse. Eso llevaría, en febrero de 1989, a que Barranco aprobara el comienzo de la "guerra sucia" contra ETA.

Un grupo armado llamado GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación). apareció en escena. Eran escuadrones de la muerte ilegales establecidos ya en julio de 1985 por funcionarios del Estado para luchar contra ETA. Pero tras la orden de Barranco, el ministro del interior, José Luis Corcuera, estos esfuerzos se organizaron y centralizaron, de manera que los pocos policias y funcionarios que inicialmente habían llevado a cabo esporádicas acciones antiterroristas, se convirtieron en una banda armada ilegal financiada por el ministerio del Interior. El 1 de febrero de 1989 el GAL comenzó a actuar, matando a tres miembros de las dos ramas de ETA durante ese mes y otros dos en marzo.

En abril, con la elecciones europeas de mayo a la vuelta de la esquina, Nicolás Redondo, secretario general de UGT (1), anunció su retirada de apoyo al PSOE en dichas elecciones en una rueda de prensa mientras el CDS de Aznar y la AP de Hernández Mancha aunaban esfuerzos para atacar al PSOE. Al final, si bien Aznar no se alió con AP porque creía que Hernández Mancha no controlaba realmente a su partido y con ello Barranco tuvo algo más de "espacio" para actuar, reforzado por las dudas de Julio Anguita, que esperaba a ver los resultados de las europeas para retirar o no su apoyo al PSOE. .

Las encuestas parecían demostrar que el PSOE iba a sufrir una gran derrota a menos que el partido de Barranco fuera ayudado por un milagro.

Eso se vería el 15 de junio.

(1) A partir de 1990 CCOO y UGT empezarían a separarse de IU y PSOE respectivamente buscando una mayor independencia de movimientos.
 
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29. Quo Vadis, PSOE? 15 de junio de 1989

Teniendo en cuenta cómo comenzó la campaña electoral, con el nivel de críticas contra el PSOE disparándose y con el motín de los "barones" de AP que causó la dimisión de Antonio Hernández Mancha, que fue reemplazado por Isabel Tocino, se podría decir que tanto el PSOE como AP ivban camino de una derrota segura. sin embargo, mientras que Tocino logró poner en marcha una campaña electoral agresiva y atractiva que movilizó a sus votantes en las semanas siguientes y mejoró las perspectivas de AP, el PSOE parecía ir de mal en peor, sobre todo cuando se eligió al carente de carisma y gris Fernando Morán como el cabeza de lista socialista para Estrasburgo..

Apodada como la "Margaret Thatcher española" (para rabia de Esperanza Aguirre), Isabel Tocino se sentía segura en su papel y muchos periodistas españoles pensaban, que tras el triste destino de su antecesor, sería una peligrosa rival para Barranco y Aznar. Al comienzo de la campaña así lo parecia pero, a lo largo de esta, su pertenencia al Opus Dei (1) comenzó a lastrar sus expectativas y proporcionó munición a sus rivales. Esto, sumado al súbito ascenso de su marido y una de sus hijas dentro del partido, comenzaron a lanzar sombras sobre Tocino, lo que iba a resultar un problema para la "Thatcher española" a muy corto plazo.

Por su parte, Aznar y el CDS optaron por una campaña tranquila y pacífica, haciendo referencias constantes a la estabilidad de país bajo Suárez, que apareció en algunos mítines apoyando al parido que había creado, para gozo de sus votantes, y realizando agudos análisis sobre el contraste que representaba su balance en el gobierno con la presente ineficacia del partido socialista, que poareacía incapaz de hacer frente a la situación.

Las elecciones europeas fueron un desastre para el PSOE. Apenas un año en el poder, el partido sufrió una terrible derrota que intento disimular culpando a la baja participación (54.71% vs 72.8% en las últimas Generales). La cúpula socialista también apuntó a la falta de interés del votante español respecto a Europa, pero lo cierto es que la derrota era innegable.

Aznar logró su primera victoria electoral, que, a pesar del desastre socialista, no era tan grande como podía haberse esperado: 6,288,000 votos (39.3% del total) y 24 escaños. Comparadas con las Genrales, el CDS solo ganaba cuatro puntos y, teniendo en cuenta la caída del PSOE, era un logro algo pequeño, y más comparado con la subida de AP.

AP quedó cerca de Aznar con 5,617,000 votos (35,11%) y 21 escaños. Con una espectacular subida de 27 puntos, AP sorprendió a amigos y enemigos. Lo peor de esta victoria fue que los populares quedaron tan encantados por este resultado que pecaron de un exceso de confianza y arrogancia, algo peligroso en politica y que causaría numerosos problemas en el futuro a Tocino, En cierto modo era comprensible que AP reaccionara de esta manera, tras tantos años de ser poca más que la tercera fuerza política española.

La derrota del PSOE no admitía paliativos: 3,968,000 votos (24.8%) y 15 escaños; una perdida neta de 25 puntos en un año. Qué había pasado?. Barranco, que se habia quedado cerca de una mayoria absoluta, parecía haber sufrido un considerable castigo de sus votantes, que lo culpaban de la crisis que paralizaba el país.

IU salió mejor parada: 961,000 votos (6.06%) y 4 escaños. A pesar de la baja participación, IU casi habia doblado los votos recibidos en las ultimas elecciones. Y, teniendo en cuenta el castigo sufrido por el PSOE, Anguita se sentía vindicado lo suficiente para forzar a Barranco a adoptar una política verdaderamente socialista pues, tal y como Anguita anunció a la prensa "España había rechazado el giro a la derecha del PSOE".

Aguirre fue la otra vencedora fue Aguirre y su Partido Liberal, con 608,560 votos (3.84%) y 2 escaños. Aguirre demostró su alegría ante la prensa, celebrando de tal manera que había triplicado el número de votantes que parecía que la política liberal hubiera ganado las elecciones generales.

Así, mientras Barranco intentaba encontrar explicaciones al desastre, Tocino a de la recompensa a sus esfuerzos y Anguita y Aguirre celebraban la recuperación de IU y el PL, Aznar permaneció bastante callado, haciendo unos pocos comentarios en su típico lacónico estilo, con algunas bormas, y se preparó para el siguiente paso . Curiosamente, el verdadero vencedor de las elecciones fue el que menos presumió de ello.
 
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Pobre IU. 4 Votos :D
 
30. El final de una década: del 15 de junio al 31 de diciembre de 1989

Pese a las dificultades económicas, el gobierno socialista fue capaz de llevar a cabo una amplia reforma social durante su mandato, como la ampliación de la Seguridad Social y mejoras en los derechos de los usuarios de alquileres. En septiembre se anunció que se destinarían dos billones de pesetas adicionales para ayudas sociales (comida, hogar) y un incremento record de un 25% en las pensiones. La construcción de casa siguió a un ritmo considerable, aunque también se hicieron esfuerzos en modernizar antiguas propiedades. Ese mismo año se mejoraron las prestaciones de la Seguridad Social en un 13%.

A finales de año tanto el CDS como AP y el PL estaban enfurecidos con las reformas socialistas, a las que tachaban de locura. Tocino acusó a Barranco de gastar más de que ingresaba y que en menos de un año España estaría en la bancarrota. Tanto Barranco como sus ministros afirmaban que estaban poniendo a España a niveles europeos y estaban decididos a seguir adelante con las reformas, entre las que se incluía dotar de hogar a los sin techo de España, lo que resultaría en la Ley de Vivienda de 1990, que puso en manos de los gobiernos locales la responsabilidad de "dar alojamiento a los sin techo de la zona", además de desarrollar las zonas urbanas menos afortunadas. Barranco afirmó, orgulloso, que España era un país digno de su gente.

Entonces, el 10 de noviembre, cayó el Muro de Berlín tras una serie de radicales cambios políticos en los sistemas autoritarios del bloque del Este, en los que se había intentado una tímida liberalización. Esto, sumado con la perdida de poder de los gobiernos pro-sovieticos de Polonia y Hungría, llevó al gobierno de la Alemania Oriental a abrir las fronteras a todos los ciudadanos de la RDA que quisiera visitar Alemania Occidental y Berlín Occidental. En las celebraciones que siguieron miles de ciudadanos de las dos Alemanias se subieron al muro y empezaron a derruirlo. En menos de un año, sólo habría una Alemania.

Dos días más tarde moría Dolores Ibarruri, la presidenta del PCE. Por esas fechas, la inflacción, que en enero de 1989 era de un 8.50% se había incrementado a un 16.9% (1). Para luchar contra ella el gobierno comenzó a negociar con los sindicatos una congelación de los salarios dentro de un limites establecidos por el gobierno. Cuando llegó el receso navideño, las negociaciones estaban estancadas.

1990 prometía ser un año caliente...

(1) En nuestro 1989 la inflación era de 6,90%. Culpar a los masivos préstamos extranjeros...
 

31. El invierno, la primavera y el verano del descontento: 1 de enero a 29 de julio de 1990

A medida que las conversaciones entre los sindicatos y el gobierno se estancaban y fracasaban finalmente, una serie de huelgas sacudieron el país. La primear tuvo lugar el 4 de febrero. con los trabajadores de RENFE . Al mismo tiempo Barranco tuvo que hacer frente a un motín en las filas de su partido cuando el ministro del Interior, José Luis Corcuera,afirmó en "El País" que si no se detenían las huelgas, él no pensaba en dudar en usar al ejército para reestablecer el orden. Estas desafortunadas declaraciones hicieron que muchos recordaran la represíón que González y Guerra habían lanzado contras los obreros diez años atrás y fueron la causa de la destitución fulminante de Corcuera y del final de su carrera apenas dos días después de la publicación de la entrevista. El 7 de febrero, Corcuera era reemplazado por José Barrionuevo.

Que Barranco escogiera a Barrionuevo provocó el motín en las filas socialistas, pues muchos temían que Barrionuevo no era una elección afortunada en las presentes circunstancias. Sin embargo, Barranco no dio su brazo a torcer y, mientras las huelgas crecían como hongos y el desempleo y la inflacción se disparaban, el gobierno sólo pudo responder recortando las subidas salariales, que quedaron limitadas a un tope fijado por el gobierno. El 11 de marzo tanto UGT como CCOO aceptaron estos límites, pues se mantenían dentro de un ambito razonable y los sindicatos se temían que, de seguir presionando, Barranco se vería obligado a tomar medias más drásticas aún. A medidas de marzo, pues, las huelgas se detuvieron. En mayo el gobierno anunció que parte de los recortes quedaban anulados con una subida media de los salarios del 3%.

El 5 de junio Barranco reanudo los contactos con los sindicatos, con un optimista Carlos Solchaga, el ministro de Hacienda, al frente de las negociaciones, seguro de obtener un acuerdo en pocos dias. Sin embargo, todo fue mal y tras varias semanas de desencuentros, las negociaciones habían fracasado. Mientras UGT aceptaba las subidas salarias modestas recomendadas por el gobierno, CCOO se oponía frontalmente y amenazaba con una huelga general. Entonces llegaron las críticas tanto de Aznar como de Tocino, que atacaron el excesivo poder que los sindicatos tenían y la falta de una política gubernamental que rompiera el punto muerto. Mientras, la inflacción llegaba al 10%.

Solchaga reescribió sus propuestas, pero fue en vano, ya que tanto CCOO como UGT las rechazaron el 14 de junio como "insuficientes", que pidieron una subida salarial del 15% para ese año a partir del 1 de agosto. Seguros de que tenían la sarten por el mango como en marzo, Barranco y Solchaga rechazaron las demandas sindicales y las negociaciones se rompieron. Pocos días después una serie de huelgas paralizaron el país y la economia.

SEAT, que había disfrutado de un buen año económico, se podía permitir una gran subida salarial. Por desgracia, la compañía dependía de sus contratos con el estado, y por ello ofrecieron una subida del 5%, lo que llevó a sus trabajadores a declarar una huelga no oficial que duró has el 22 de septiembre cuando SEAT cedió y aceptó una subida del 17%, resignados sus directivos a las más que previsibles sanciones gubernamentales.

En el parlamento IU retiró su apoyo l gobierno en abril y el PSOE pasó a depender de CiU y el PNV, lo que convirtió a Barranco en un rehen de Roca y Arzallus. Barranco logró derrotar el 9 de julio una moción de censura y ofreció una debil propuesta de subidas salariales que fueron rechazadas de inmediato por CCOO y UGT, seguras de su poder y de que Barranco tendría que ceder. Fue un error.

Para entonces la CEE estaba preocupada por la crisis española y comenzaron a presionar a Barranco, amenazando con sanciones a España que fueron, finalmente, anunciadas el 18 de julio. El gobierno anunció, el 20, sus sanciones a SEAT y a otras compañías por su ruptura de la políticas de subidas salariales, lo que llevó a la CEOE a protestar y amenazar con llevar al gobierno a los tribunales.

El 20 los conductores de autobús se sumaron a a huelga mientras la prensa acusaba a Barranco de estar "fuera de contacto" con la sociedad española. Para empeorarlo todo, con las huelgas y la probada debilidad del gobierno, diversos sectores laborales comenzaron a ir a la huelga sin el consentimiento o el apoyo de los sindicatos. A mediados de agosto se plantaron los conductores de ambulancias, forzando al ejército a prestar esos servicios en algunas zonas de España. Entonces se sumaron a la ola huelgista el personal hospitalario y los basureros.

Llegados a este punto, al fracasar las negociaciones de Barranco con el Fondo Monetario Internacional para la concesión de un préstamo de dos billones de dólares (el FMI se negó al ver el creciente caos hispano), Barranco convocó elecciones el 29 de julio.
 

32. Las elecciones generales del 30 de julio de 1990


Con el desastre económico y social, Barranco sólo podía convocar elecciones. Irónicamente, en las encuestas de maro de 1990 el PSOE iba en cabeza de las mismas. Pero los siguientes meses fueron una verdadera pesadilla para el país y el partido socialista.

La campaña del PSoe se vio afectada por las disputas industriales y las huelgas, de manera que la estrategia socialista fue centrarse en los logros alcanzados en los Servicios Sociales y el pleno empleo y poner énfasis en el daño causado por el CDS con sus políticas de hacer las cosas a medias, según su punto de vista. Fue un grave error. pues los votantes interpretaron esto como un intento de cargar el muerto en los hombros de Suárez, cuyo prestigio seguía en lo mas alto. Además, insistieron en este punto afirmando que con el CDS todo volvería a ir mal. A medida que las encuestas demostraban que el PSOE se encaminaba hacia una severa derrota, los lideres del partido decidieron quedarse quieto y nadie desafió a la nominación de Barranco como candidato presidencial. Nadie iba a arriesgar su futuro en una campaña perdida.

Barranco se convirtió en un peligro para su partido, pues sobre él recaían las iras de los españoles por la crisis. Sin embargo, el lider socialista mantuvo el tipo con serenidad y valor, soportando los duros ataques de José María Aznar, algo crecido y usando un tono Cromweliano, urgió a Barranco en el parlamento a que se retirara con las ya famosas palabras: "Váyase, señor Barranco, váyase". Mientras, el CDS hacía campaña centrándose en la economía, prometido controlar la inflacción y reducir el poder de los sindicatos que paralizaban el país con sus huelgas. Además, recordaban a los votantes la paz, la estabilidad social y recuperación económica que les había traídor Suárez.

La participación fue considerable, como en las elecciones pasadas: 76.0 % (frente a un 72,8% en 1988, y un 77,8% en 1984).

La victoria fue para el CDS con 10,621,000 votos (43.9% del total) y 154 escaños (con unas ganancias de 3,446,000 votos y 29 escaños). La derrota de Barranco y del PSOE fue innegable, pero no tan terrible como se temía: se mantuvo como segunda fuerza política española con 7,477,000 votos (30.9%) y 108 escaños (perdiendo 2,664,000 votos y 60 escaños), pero Barranco lo consideró una "dulce derrota", lo que dice bastante sobre los temores del lider socialista con respecto a la debacle profetizada por las encuestas. AP casi dobló sus resultado pese a su mediocre campaña: 2,225,000 votos (10,8%) y 36 escaños (con unas ganancias de 1,635,000 votos y 7 escaños).

IU protagonizó una recuperación notable: 1,700,000 votos (7.5%) y 27 escaños ganando 1,100,000 votos y 17 escaños). Pese a las predicciones que apuntaban a un desastre para el partido de Anguita, que estuvo encantado de poder demostrarles su error. Finalmente, Roca y su partido conservador, CIU, lograban un éxito inesperado: 1,400,000 votos (6,64%) y 20 escaños (con unas ganancias de 1,141,000 votos y 25 escaños), de manera que el político catalán se convirtió en la clave del balance político de la República, pues Tocino y Aznar se habían convertido en enemigos irreconciliables durante la campaña.
 
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No deja de ser curioso como has convertido a CDS en el PP, incluso has adelantado la Aznarada y la dulce derrota :p
 
Cierto, el CDS se me ha ido un poco a la derecha (aunque también se puede decir que el AP/PP de nuestro tiempo tuvo un núcleo ucedista considerable), de manera que no tengo muy claro qué hacer que con el PP :D, pero prometo algo... Aznar va a ser ÜberAnsar!!!
 
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33. Reorganizando el país: 3 de julio - 31 de diciembre de 1990


Al convertirse José María Aznaren primer ministro de España se encontró ante la urgente tarea de salir de la crisis que estaba destrozando la economía española. El primer objetivo de Aznar fue la inflacción y el desempleo, tarea a la que destinó a Javier Arenas, que había cosechado bastante éxito en la alcaldía de Sevilla y en el parlamento andaluz con el CDS (1). Así Arenas, convertido en Ministro de Empleo y Seguridad Social, y, a pesar de las ideas y prioridades de Aznar, se lanzó a reducir el desempleo con todos los medios a su alcance.

El de Arenas fue un esfuerzo heroico pero inútil, pues, del 1,1 millón de desempleados de finales de 1987, en agosto de 1990 el PSOE había dejado el paro en dos millones. Pese a los esfuerzos del ministro, en 1993 España tendríia tres millones de desempleados, en su mayoría procedentes de la industria pesada, sector en decline y en plena reconversión industrial. Peor todavía, la política gubernamental para acabar con la inflacción era, en opinión de muchos,causa de este desempleo y que la crisis durara y durara. Estos niveles sólo comenzarían a descender hacia 1996, pero para entonces Arenas ya no era ministro, aunque él había marcado el camino de la recuperación. Sin embargo, los niveles de desempleo de 1987 no se alcanzarían hasta 1997.

Aznar, decidido a terminar con la inflacción subiendo los tipos de interés y los impuestos indirectos, se lanzó de ello de cabeza, aunque tal medida dañó a muchas empresas y el consumo, causando más desempleo. Además, Aznar mantuvo los compromisos de los anteriores gobiernos con la UE para unirse a la moneda única y tomó varias decisiones arriesgadas para cumplir con las exigencias arriesgadas, congelando las pagas de los funcionarios, a pesar de las protestas que condujeron a la huelga a miles de españoles el 11 de diciembre. Aznar, inmune a dichas protestas, con el apoyo de CIU, aprobó un presupuesto muy estricto para 1991, que, en opinión de PSOE y IU sacrificaban a los menos privilegiados en favor de los ricos.

Mientras, desde noviembre, la huelga de los mineros, provocada por el cierre de pozos no productivos, lanzó a miles de trabajadores a las calles. De nuevo, Aznar ni se preocupó. En diciembre pudo dar un buen dato a la nación. La inflación caía de un 15% a un 11%; sin embargo, los españoles no pensaban que mucho hubiras cambiado. Aznar, seguro con el apoyo de su partido de Suárez, se consideraba con la suficiente fuerza y fortaleza moral para seguir adelante. Además, el primer ministro estaba seguro de que sus medidas pronto pondrian a España en el buen camino.

Así acabó 1990.



(1) After the end of the PDP, Arenas joined CDS instead of AP.
 
Aquí termina esta segunda entrega de esta España alternativa, que sigue su camino hacia el 2000.

La tercera parte está cocinándose, así que mantener las palomitas a mano.
 
Anexo:

Año Competición Ganador

1983 La Liga Athletic Bilbao
1984 La Liga Barcelona
1985 La Liga Barcelona
1986 La Liga Real Sociedad
1987 La Liga Real Madrid
1988 La Liga Real Madrid
1989 La Liga Real Madrid
1990 La Liga Barcelona

1983 Copa del Rey Real Zaragoza
1984 Copa del Rey Real Sociedad
1985 Copa del Rey Atlético de Madrid
1986 Copa del Rey Barcelona
1987 Copa del Rey Atlético de Madrid
1988 Copa del Rey Real Madrid
1989 Copa del Rey Barcelona
1990 Copa del Rey RCD Mallorca

1983 Copa de Europa Liverpool
1984 Copa de Europa Juventus
1985 Copa de Europa Barcelona
1986 Copa de Europa Bayern Munich
1987 Copa de Europa PSV Eindhoven
1988 Copa de Europa Milan
1989 Copa de Europa Milan
1990 Copa de Europa Bayern Munich

1983 UEFA Anderlecht
1984 UEFA Inter Milan
1985 UEFA IFK Göteborg
1986 UEFA Bayer Leverkusen
1987 UEFA Barcelona
1988 UEFA Napoli
1989 UEFA Juventus
1990 UEFA Roma