3ª Parte (1461-1465)
Pero la calma duraría poco pues al norte Bremen solicitaba nuestra ayuda ante el ataque de Dinamarca. Y aunque el rey desebada atender a la petición tuvo que desoírla, pues entrar en otro conflicto llevaría al nuestro pueblo a rebelarse. Por desgracia los demás países imperiales no entendieron nuestra situación y nuestro poder entre los electores se vio minado.

Por otro lado, el hostigamiento continuo de tropas escocesas en nuestra retaguardia llevo al monarca proponer una paz desventajosa, y aunque nuestro prestigio disminuiría, nos permitiría reducir el conflicto a un solo frente. El 22 de Agosto de 1461 Escocia, sorprendida, aceptaría nuestra proposición.

Con la guerra lejos de nuestros territorios, en 1462 nuestra economía experimento porcentajes de crecimiento asombros con la apertura de talleres por lo que las potencias mercantiles se apresuraban a invertir en nuestra nación.

El 3 de Enero de 1463 la inclusión de Eslavonia dentro del marco imperial, auguraba un buen año.

Aunque nuestras expectativas se vieron frustradas en Julio, pues recibíamos las noticias de la agresión de Nápoles a Ferrara, a la cual deberíamos, como emperador ayudar. Por desgracia Nápoles mantenía una alianza con Venecia. Entrar en guerra con un vecino tan próximo supondría tener que retir tropas del frente francés, donde se comenzaba a decantar la balanza a nuestro favor.
Por lo tanto se volvió a desoír una llamada de socorro, y nuestra posición como Emperador se empezaba a ver cuestionada.

Tantos sacrificios vieron su recompensa el 20 de Abril de 1464, tras 9 años finalizaba el conflicto con Francia, con resultado favorable a nuestros intereses, y tal como ellos habían hecho con nuestros aliados borgoñeses, nosotros separamos sus territorios, debilitándolos de cara al futuro.

Rápidamente se afianzaron los lazos con las naciones liberadas, para que todos nuestros esfuerzos no cayesen en vano.

En un gesto de magnificencia y agradecimiento al pueblo por su sacrificio para mantener la maquinaria bélica activa durante tantos años, se le concedió mayores libertades.

Además la investigación en nuevas tácticas en el combate terrestre nos permitió mejorar nuestros conocimientos bélicos.

Sin tiempo para dar descanso a nuestras tropas, el 10 de Julio, Borgoña solicitaba nuestro apoyo en la Guerra de Reconquista borgoñesa de Lieja, en la que se accedió a entrar para no perder a tan valioso aliado y recuperar la confianza perdida como emperador. Además el gran poderío de nuestro bando (Borgoña*, Austria y Münster) proporcionaría una victoria rápida sobre los enemigos (Provenza* y Lieja.)

Cumpliendo los mejores augurios, el 12 de Septiembre, Provenza aceptaba nuestra paz más que benévola, pues ambos rivales eran miembros del Sacro Imperio.

Además, el pueblo comenzaba a rebelarse por los largos años involucrados en guerras, y los ejércitos eran necesarios para sofocarlos.

Pero las llamadas de auxilio se sucedían, esta vez de Riga, agredida por Orden Teutónica. Sin dudar, el rey acudió a la llamada, pues era una guerra de defensa y debíamos protegerlos. Por suerte, el aliado de la Orden, Brandeburgo, se retiró al conocerse la intervención del Emperador.


Con las revueltas controladas, los ejércitos fueron movilizados al norte y tras varias batallas y algunas provincias conquistadas la Guerra de Agresión a Lieja se daba por finalizada el 17 de Junio de 1465.

El año se terminaría con un avance en nuestra investigación comercial, que nos permitiría mayores rendimientos en nuestros tratos.

Situación de Austria y Europa finalizado 1465

