Borrell II: La Guerra con la Reina Bonne [1022-1026]
Un suceso de gran importancia tiene lugar en Francia, que ha pasado un poco desapercibido en la corte barcelonesa: una revuelta liderada por el Duque Guillaume de Tolouse
El hijo de Guillaume, Raymond, está casado con la hermana del Duque de Barcelona, Richènda. Aunque Borrell no se implica en la guerra, las consecuencias de la misma le afectan como tributario del Rey de Francia.
En el año 1025 la revuelta termina con la victoria de los rebeldes, lo que implica la coronación de la Reina Bonne, hija del Duque de Picardia, del linaje de los Vexin-Amiens, con lo que los Karling, en el trono francés desde el 936, pierden la corona, quedando el derrotado rey Aymar únicamente como Duque de Champaña.
La reina Bonne se ha hecho con la corona pero no mantiene como tributario al Ducado de Barcelona, puesto que este sigue siendo tributario de la familia Karling y, ahora, del Ducado de Champaña. Esto provoca que la reina desee forzar que el Ducado vuelva a ser pagar tributos al reino de Francia, no al Duque de Champaña, por ello declara la guerra a Borrell.
Esto supone algo muy grave puesto que el Ducado de Barcelona no cuenta con fuerzas suficientes para plantar cara a los ejércitos de la reina de Francia. Aun con todo Borrell no está dispuesto a perder su trono sin luchar y tras realizar levas, se dirige al Roselló, por donde deberían entrar las tropas francesas.
A finales del año 1025 se produce el encontronazo entre las tropas del Duque Borrell y la Reina Bonne en territorio francés, en el Condado de Carcasona, en Saissac, donde hay un claro desequilibrio que favorece a los franceses. Son más de 10.000 soldados franceses frente a los apenas 1.750 barceloneses.
Las tropas barcelonesas están abocadas al fracaso. En un momento dado se encuentra frente a los hombres de la Reina Bonne y cree que va a morir... y si lo ha de hacer, no será pidiendo clemencia, sino luchando en batalla. Por ello se lanza a atacar al Duque Richard III de Borgoña y se entabla un duelo en las montañas.
El duelo termina con la derrota de Borrell y con la perdida de la batalla...
A Borrell no le queda más remedio que retirarse herido a Barcelona con lo que le queda de ejercito.
Mientras se recupera de sus heridas, que le dejan marcado con una fea cicatriz de por vida, Borrell envía una carta de reconocimiento a Richard de Borgoña por su duelo en las montañas.
Pero se encuentra completamente indefenso contra las tropas francesas que están ocupando el Roselló.
Así, a mediados del año 1026, han caído Perpignan y Cuixà.
Pero algo sucede entre bastidores y, de repente, en otoño del año 1026, la Reina Bonne declara que abandona la guerra contra el Ducado de Barcelona y acepta que este sea vasallo del Ducado de Champaña y no del reino de Francia, por lo que el Duque de Barcelona ve alejarse la derrota que podría haberle costado la corona a el y su linaje.
Un suceso de gran importancia tiene lugar en Francia, que ha pasado un poco desapercibido en la corte barcelonesa: una revuelta liderada por el Duque Guillaume de Tolouse
El hijo de Guillaume, Raymond, está casado con la hermana del Duque de Barcelona, Richènda. Aunque Borrell no se implica en la guerra, las consecuencias de la misma le afectan como tributario del Rey de Francia.
En el año 1025 la revuelta termina con la victoria de los rebeldes, lo que implica la coronación de la Reina Bonne, hija del Duque de Picardia, del linaje de los Vexin-Amiens, con lo que los Karling, en el trono francés desde el 936, pierden la corona, quedando el derrotado rey Aymar únicamente como Duque de Champaña.
La reina Bonne se ha hecho con la corona pero no mantiene como tributario al Ducado de Barcelona, puesto que este sigue siendo tributario de la familia Karling y, ahora, del Ducado de Champaña. Esto provoca que la reina desee forzar que el Ducado vuelva a ser pagar tributos al reino de Francia, no al Duque de Champaña, por ello declara la guerra a Borrell.
Esto supone algo muy grave puesto que el Ducado de Barcelona no cuenta con fuerzas suficientes para plantar cara a los ejércitos de la reina de Francia. Aun con todo Borrell no está dispuesto a perder su trono sin luchar y tras realizar levas, se dirige al Roselló, por donde deberían entrar las tropas francesas.
A finales del año 1025 se produce el encontronazo entre las tropas del Duque Borrell y la Reina Bonne en territorio francés, en el Condado de Carcasona, en Saissac, donde hay un claro desequilibrio que favorece a los franceses. Son más de 10.000 soldados franceses frente a los apenas 1.750 barceloneses.
Las tropas barcelonesas están abocadas al fracaso. En un momento dado se encuentra frente a los hombres de la Reina Bonne y cree que va a morir... y si lo ha de hacer, no será pidiendo clemencia, sino luchando en batalla. Por ello se lanza a atacar al Duque Richard III de Borgoña y se entabla un duelo en las montañas.
El duelo termina con la derrota de Borrell y con la perdida de la batalla...
A Borrell no le queda más remedio que retirarse herido a Barcelona con lo que le queda de ejercito.
Mientras se recupera de sus heridas, que le dejan marcado con una fea cicatriz de por vida, Borrell envía una carta de reconocimiento a Richard de Borgoña por su duelo en las montañas.
Pero se encuentra completamente indefenso contra las tropas francesas que están ocupando el Roselló.
Así, a mediados del año 1026, han caído Perpignan y Cuixà.
Pero algo sucede entre bastidores y, de repente, en otoño del año 1026, la Reina Bonne declara que abandona la guerra contra el Ducado de Barcelona y acepta que este sea vasallo del Ducado de Champaña y no del reino de Francia, por lo que el Duque de Barcelona ve alejarse la derrota que podría haberle costado la corona a el y su linaje.
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