EL JUICIO A LOS DIEZ DE HOLLYWOOD
Como os estáis descentrado ya, os pongó un capítulo.
Ya os conte que Parnell acusó a 19 en Hollywood.
Sólo llegó a interrogar a once de ellos, que fueron los escritores Alvah Bessie, Herbert J. Biberman, Bertolt Brecht, Lester Cole, Ring Lardner Jr., John Howard Lawson, Albert Maltz, Samuel Ornitz, Dalton Trumbo, el director Edward Dmytryk y el productor Adrian Scott. Como ciudadano alemán, Brecht se consideró obligado a contestar las preguntas, declaró que no estaba afiliado a ningún Partido Comunista (lo cual debió ser cierto), negó ser comunista (seguramente lo era) y poco después se fue de Estados Unidos. En los años siguientes realizó en Alemania una nutrida carrera teatral, con la formación del Berliner Ensemble.
Los otros diez se resistieron al interrogatorio oficial. Habían recibido de sus abogados la certeza de estar protegidos por la Constitución de Estados Unidos, que les garantizaba la libertad de opinión, la libertad de afiliación sindical, la libertad de no formular declaraciones donde pudieran incriminarse a sí mismos. Los interrogatorios a los diez terminaron por ser formidables piezas polémicas, donde la pregunta obvia (ser o haber sido miembro del Partido Comunista o del sindicato de libretistas) no era contestada por el silencio sino por alegatos a favor de la libertad y contra la intromisión del Comité en vidas privadas. (la mundialmente famosa 5ª Enmienda)
En ese sentido fue elocuente el caso de John Howard Lawson, seguramente el comunista más ortodoxo del grupo. Sus declaraciones agresivas contra el Comité motivaron que fuera finalmente expulsado de la sala. Por otra parte, a varios de ellos les fue negado el permiso para leer los textos en su defensa que traían preparados. La consecuencia fue que quedaron acusados de "desacato al Congreso" (contempt of Congress) y sometidos a la justicia. Tras el proceso judicial, todos ellos quedaron en prisiones, por períodos de seis a doce meses, durante 1950-195l. Llegaron a una dudosa fama como los Diez de Hollywood. Sus primeros compañeros en las Listas, aunque no en la cárcel, fueron los otros ocho hombres citados pero no interrogados. Eran los escritores Richard Collins, Gordon Kahn, Howard Koch, Waldo Salt, los directores Lewis Milestone, Irving Pichel y Robert Rossen, el actor Larry Parks.
Al salir de la cárcel, ninguno de aquellos Diez pudo reanudar su carrera en el cine. Algunos debieron dedicarse a tareas humildes, de escasa remuneración (como Alvah Bessie) y otros adoptaron seudónimos para seguir escribiendo y colocando libretos, ahora mal pagados, como fue notoriamente el caso de Dalton Trumbo.
El caso singular fue Edward Dmytryk. La cárcel le llevó a la reflexión de que fue condenado por una ideología comunista que había abandonado varios años antes y que le era atribuida por su solidaridad con los compañeros de causa. Para reanudar su carrera, no tenía como ellos la posibilidad del seudónimo, porque no era escritor sino director. La reflexión condujo a su expreso arrepentimiento. En abril 1951 se presentó ante otro Comité parlamentario con un testimonio donde identificaba a 26 comunistas con quienes había estado vinculado. Esa confesión le permitió reanudar en Hollywood su carrera como director, aunque sin ningún título valioso. También le reportó un título de "traidor" que perduró hasta su muerte (1999) y que le ocasionó algunos disgustos públicos, como verse enfrentado a ex-compañeros en un Festival de Barcelona. Después escribió un libro de memorias (Odd Man Out, 1996) para explicar su conducta.
Pero la historia tiene también toda su parte tragicómica. ¿Recordáis que os dije que Parnell no dirigió mucho tiempo el tribunal?
Pues bien, ciertos rumores sobre prácticas corruptas por parte de Thomas se vieron confirmados cuando su secretaria, Helen Campbell, envió a Drew Pearson, periodista crítico de Parnell y la comisión, unos documentos que éste utilizó para destapar los trapos sucios de Thomas en un artículo publicado el 4 de agosto de 1948.
Como resultado, J. Parnell Thomas fue citado para declarar ante un tribunal, y, en un giro un tanto irónico, el propio Thomas se negó a declarar apelando a la Quinta Enmienda, la misma que habían invocado los "Diez de Hollywood" y que Thomas se había negado a aceptar. Thomas fue juzgado y condenado por fraude a una multa y dieciocho meses de prisión. Dimitió de su puesto en el Congreso el 2 de enero de 1950 y, en una nueva ironía del destino, fue encarcelado en la Prisión de Danbury, junto con Lester Cole y Ring Lardner Jr., ambos miembros de los Diez de Hollywood, que cumplían condena a causa de las indagaciones de Thomas en la industria del cine.
Cuando salió de prisión, J. Parnell Thomas trabajó como editor de tres periódicos semanales en Bergen County Nueva Jersey. Truman le concedió el indulto en la Nochebuena de 1952. En 1954, intentó volver al mundo de la política, pero fue derrotado en la nominación al candidato del Partido Republicano.
La protesta de las estrella de Hollywood por el procesamiento de los 10 de Hollywood.