Durante el reinado de Felipe IV su valido, Don Gaspar Gúzman de Fonseca, mas conocido por su título conde-duque de Olivares, inició una ambiciosa política tendente a restablecer el poderío hispánico y centrada en la participación en la guerra de los Treinta Años y en el mantenimiento de la soberanía en los Paises Bajos.
Esta política le obligó a plantearse con urgencia el problema financiero si se quería evitar el colapso financiero. El conde-duque intentó conseguir la aportación de los otros reinos al esfuerzo imperial y para conseguir este proposito intentó crear cínculos políticos como expresó en el memorial de 1624. Trataba de sustituir una política confederal que se había mantenido hasta entonces por una política unitaria y centralizadora. Esta polítca fracasó porque la monarquía necesitaba más dinero, pero no podía ofrecer nada a cambio. La Corona no pudo hacer más que exigir sin ofrecer anda a cambio y como era de esperar los que tenían que pagar se negaron a ello.
Uno de los aspectos de en que se concretó este intento de obtener una mayor participación due la constitución de la Unión de las Armas, un ejército permanente en el cual Cataluña se negó a participar. En las Cortes de 1626 la oposición fué tan radical que el rey las abandonó airado sin obtener ningún resultado. Las ciudades, Barcelona sobretodo, se oponían a pagar el quint, un impuesto que la monarquía les reclamaba y que consistía en la quinta parte de las rentas municipales.
En 1635 la monarquía espñola entró en guerra con Francia. Era la etapa final de la guerra de los Treinta Años y el conde-duque de Olivares para conseguir la participacion de los catalanes ordenó iniciar el ataque por la frontera catalano-francesa. De esta manera cuando Francia contraatacase, Cataluña se vería obligada a defender su territorio.
En 1637 se inició un ofensiva por el sur de Francia pero los resultados no fueron los esperados. Los franceses frenaron a los tercios y al contraatacar ocuparon la plaza de Salses en 1639, que fue recuperada a primeros de 1640 en el que cesaron las hostilidades. Los tercios se retiraron del Rosselló pero quedaron en Cataluña unos 10000 soldados.
Esta política le obligó a plantearse con urgencia el problema financiero si se quería evitar el colapso financiero. El conde-duque intentó conseguir la aportación de los otros reinos al esfuerzo imperial y para conseguir este proposito intentó crear cínculos políticos como expresó en el memorial de 1624. Trataba de sustituir una política confederal que se había mantenido hasta entonces por una política unitaria y centralizadora. Esta polítca fracasó porque la monarquía necesitaba más dinero, pero no podía ofrecer nada a cambio. La Corona no pudo hacer más que exigir sin ofrecer anda a cambio y como era de esperar los que tenían que pagar se negaron a ello.
Uno de los aspectos de en que se concretó este intento de obtener una mayor participación due la constitución de la Unión de las Armas, un ejército permanente en el cual Cataluña se negó a participar. En las Cortes de 1626 la oposición fué tan radical que el rey las abandonó airado sin obtener ningún resultado. Las ciudades, Barcelona sobretodo, se oponían a pagar el quint, un impuesto que la monarquía les reclamaba y que consistía en la quinta parte de las rentas municipales.
En 1635 la monarquía espñola entró en guerra con Francia. Era la etapa final de la guerra de los Treinta Años y el conde-duque de Olivares para conseguir la participacion de los catalanes ordenó iniciar el ataque por la frontera catalano-francesa. De esta manera cuando Francia contraatacase, Cataluña se vería obligada a defender su territorio.
En 1637 se inició un ofensiva por el sur de Francia pero los resultados no fueron los esperados. Los franceses frenaron a los tercios y al contraatacar ocuparon la plaza de Salses en 1639, que fue recuperada a primeros de 1640 en el que cesaron las hostilidades. Los tercios se retiraron del Rosselló pero quedaron en Cataluña unos 10000 soldados.