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Capítulo treinta y siete: Frentes borrascosos

Con el comienzo de las hostilidades, las principales operaciones de combate tuvieron lugar en Polonia y Checoslovaquia. La oleada inicial de ataques de la Deutsche Luftstreitkräfte y de los escuadrones de la RAF que habían llegado recientemente a sus bases en el continente estaban causando graves daños a los ejércitos comunistas. En Polonia, los defensores que cubrían la frontera estaban derrumbándose bajo la presión combinada del fuego de la artillería enemiga y de los ataques aéreos y forzadas a retirarse. En algunas zonas el repliegue tuvo lugar en orden, pero en otras cualquier apariencia de orden se vino abajo debido a la presión y las tropas huyeron en estampida, de manera que algunas divisiones se convirtieron en masas de fugitivos que huían en dirección este y que bloqueaban la llegada de refuerzos, convirtiéndose así en fáciles presas para los Junker Ju 87 Stukas y Fairey Battles (1) que sobrevolaban el campo de batalla. En algunos lugares, sin embargo, algunas pequeñas unidades que habían quedado aisladas frente al avance germano, ofrecieron una fanática resistencia. Ya fueran compañías o regimientos completos combatieron con determinación a las fuerzas acorazadas alemanas que habrían el avance, causando considerables bajas antes de ser aniquiladas por completo. En el aire la pequeña pero determinada fuerza aéra polaca fue aniquilada antes incluso de que los soviéticos pudieran reforzarla con sus escuadrones.

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En Varsovia las proclamas del gobierno para voluntarios se intercalaban con proclamas que convertían la agresión soviética en una invasión germana injustificada y cobarde que galvanizó los ánimos de la población. La Polskie Radio Spółka Akcyjna (PRSA; la radio estatal polaca) informaba de avance de las tropas capitalistas (que, por algún extraño motivo, no cesaban de ganar terreno a pesar de estar siendo constantemente derrotadas por los heroicos hijos de la Revolución, al menos según los comentaristas de la PRSA) y repetía las llamadas para que los polacos se presentaran en las oficinas de reclutamiento y los centros de entrenamiento, que ya rebosaban de voluntarios y reservistas.
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Mientras, en el mar unos pocos submarinos soviéticos intentaban interceptar a los solitarios mercantes aliados que regresaban apresuradamente a los puertos amigos. Para el final de la semana la mayoría de estos submarinos descansarían en el fondo del océano o estarían regresando con más pena que gloria a sus bases en la península de Kola. Por su parte, el Nordsee-Schlacht-Gruppe esperaba en la aguas de la bahía de Heligoland Bight la llegada de la Royal Navy. Su comandante, el konteradmiral Otto Ciliax, recibía constantes instrucciones del Oberbefehlshaber der Marine, el grossadmiral Erich Raeder, además de serle recordado que el Kaiser no se tomaría demasiado bien la aparición de barcos soviéticos en el mar del Norte (2), aunque los aviones de reconocimiento de la Luftstreitkräfte habían demostrado que la flota soviética del Báltico permanecía en sus base de Khronstadt sin intención aparente de moverse a corto plazo. Así, dos acorazados, dos cruceros, 21 flotillas de destructores, 48 lanchas rápidas y 65 submarinos permanecían en los muelles a comienzos de la guerra. (3)

(1) Quien me iba a decir que los Battles iban a ser de utilidad en una guerra moderna...
(2) Si el Kaiser se lo toma a mal, Otto querido, imagínate el Kurty...
(3) Tio Joe, que m'aburro... déjame estrenar al Bismarck, hombre...
 
[video=youtube;GPKH4GHiihg]http://www.youtube.com/watch?v=GPKH4GHiihg[/video]​

:laugh:
 
Capítulo treinta y ocho: proyectos fallidos

Una de las primeras lecciones que enseñó el conflicto fue la importancia de los aviones de ataque a tierra. Por ello ambos bandos decidieron acelerar sus respectivos programas de aparatos de apoyo cercano.

Incluso antes del comienzo de la guerra la RAF había comenzado a buscar una reemplazo para el Fairey Battle. El primer elegido fue el Hurricane, pero Fairey propuso una alternativa: el Fairey P.1/39. En esencia era un Battle bimotor que cumpliría las funciones de un "cañonero". Propulsado por dos motores Merlin que le hacía ser 80 km/h más rapido que un Blenheim, no era del agrado del ministerio de Hacienda, que estaba alarmado por las grandes cantidades de dinero que se estaban gastando en nuevos aviones, por lo que se optó por la opción más barata, es decir, el Hurricane usado como cazabombardero.

El Fairey P.1/39 hubiera estado armado con cuatro cañones Hispano de 20 mm situados en el morro del aparato y hubiera llevado cuatro bombas de 110 kgs en una bahía internta y otras cuatro en las alas.

Así, precendiendo unos cuarenta años a la misma amenaza que se cernió sobre el BAe Vulcan B.Mk.3 (1), el Fairey P.1/39 pasó al olvido para ser rescatado por los amantes de las maquetas y de los "what if".

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El Fairey P.1/39​

Otro avión que sufrió el mismo destino fue el Belyayev DB-LK, un bombardero soviético que apareció en 1939. Era un avión de grandes dimensiones, cuyas alas tenían una envergadura de 21 metros. Contaba con dos fuselajes, en los que se acomodó dos motores radiales M-87B de 950 hp. Aunque el prototipo era manejado por dos pilotos, los modelos de producción sólo llevarían uno, más un artillero en el fuselaje izuierdo y un navegador y un artillero/radio en el derecho.

El DB-LK hubiera estado pesadamente armado. En la cola de cada fuselaje hubiera contado con una ametralladora movil que se habría aprovechado del gran campo de visión que le ofrecía su posición.También contaría con sendas ametralladoras gemelas en el centro del fuselaje, además de cuatro bodegas para bombas en el centro. Cada uno podía contener una bomba de 1.000 kgs.

Debido a la situación bélica soviética en 1940, el avión no pasó de ser la etapa de prototipo, puse el Kremlin preferió concentrarse en modelos más simples.

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(1) A comienzos de los años 80 el ministro de defensa británico se dio cuenta de que la retirada del Vulcan B2 dañaría la potencia ofensiva de la RAF. Como el B-1B no estaba disponible todavía y el B-52 era tan viejo como el Vulcan, se optó por desarrollar y adquirir el modelo BMk.3.

[GAME NOTE: Por si acaso diré que el Fairey 1/39 no existió mientras que el Belyayev DB-LK llegó a hacer vuelos de prueba en 1940]
 
Capítulo treinta y ocho: Entra el héroe.

Que hubieran pocas carreteras que permitieran el avance de los panzers alemanes ya era malo para el feldwebel Günther Schütz, que comenzaba a arrepentirse de haber abandonado su Silesia natal para alistarse. Las carreteras eran pocas y estrechas y encima el ejército checoslovaco había creado un pequeño infierno en ellas al llenarlas de obstáculos antitanquse y minas que complicaban un poco el trabajo de Günther. Una nube de humo flotaba sobre el campo de batalla cuando el comandante de la compañía de la que Günther formaba parte ordenó el avance de sus blindados. Durante las dos últimas horas habían visto aburridos como las líneas enemigas eran martilleadas por los cañones y los Stukas, pero la espera había llegado a su final. Si el comandante estaba en lo cierto, el bombardeo masivo había aniquilado al enemigo, pero Günther no se sentía demasiado confiado y se preparó mentalmente para lo peor mientras su tanque avanzaba bajo el paraguas de un enjambre de Heinkel He 111 en ruta hacia sus objetivos

Apenas desaparecieron de vista los bombarderos, las primeras granadas cayeron sobre los panzers. Si bien los cañones checos no podían destruir ningún carro de combate germano, sí podían dañarlo, como bien temía Günther. En caso de que el elector no se haya dado cuenta todavía de ello, nuestro héroe era un poco pesimista, aunque desde su punto de vista él se consideraba meramente un realista pragmático. Por supuesto, el fuego artillero enemigo era una mera molestia para los tanques, pero la infantería que los seguía era de otra opinión.

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El debut del Stuka en las primeras etapas de la guerra fue impresionanet, sober todo cuando las Stukasgechwader disfrutaron de la completa protección de los Bf 109, Hurricanes y Spitfires.


Cuando los tanques llegaron frente a los bunkers enemigos, los defensores abrieron fuego contra ellos con sus cañones antitanques. Al cuerno el elemento de sorpresa se dijo Günther mientras su compañía descargaba una andanada devastadora contra el enemigo. Por unos instantes ambos bandos intercambiaron duros golpeshasta que las CAS que sobrevolaban la zona intervinieron para poner fin a los problemas germanos. Para entonces algunos panzers ardían, pero no los suficientes para retrasar el avance imparable del Schwerpunkt acorazado. Mientras su comandante de compañía rugía a sus tanquistas para que aceleraran, el preocupado feldwebel se preguntaba porqué su superior buscaba matarle con tanto fervor.

Entonces algunos tanques pesados soviéticos protagonizaron un momento terrorífico cuando surgieron disparando sus piezas de entre la niebla. Al parecer algún comadnante soviético había reunido algunos T-35C (SMK para el ejército Rojo (1)) detrás de las defensas fronterizas por si "los malditos Krauts" lograban atravesarlas. Por ello una compañía del 91º Batallón Acorazado de la 20ª Brgiada Pesada se lanzó contra la punta de lanza germana con la intención de darle un disgusto a Günther y sus camaradas. Sin embargo, antes de que éste pudiera mojar sus pantalones, los Stukas salvaron de nuevo la situación con una afortunada intervención que convirtió a los tanques enemigos en meras montañas de hierro.

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El SMK, la pesadilla de nuestro héroe​

A este rimo, se dijo Günther, tendría el pelo totalmente gris antes de llegar a Praga.



(1) Del SMK sólo se construyó un ejemplar, perdido durante la guerra de Invierno.
 
Capítulo cuarenta: Gabinete de guerra

Winston Churchill miraba estupefacto a sir Herbert Appleby (1), el secretario permanente del secretario del gabinete, sir Edward Bridges, estaba finalizando su "breve" introducción para la reunión del gabinete de guerra. Si el primer ministro estaba en lo cierto, las asombradas expresiones de las caras de los asistentes mostraban el mismo pasmo que el sentía ante la diatriba indescifrable de Appleby. Tan estupefacto se halla Churchill que le tuvieron que recordar que era su turno para hablar. Así, tras dedicar una última mirada al funcionario del demonio, el dirigente británico inició la sesión.

"Bueno, caballeros, en dos horas tengo una audencia con su Majestad y se supone que tengo que informarle del estado del frente en estos momentos. Por tanto, me gustaría saber que estamos, nosotros y nuestros aliados germanos, haciendo.

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Sir Herbert Appleby: el único hombre del mundo al que Chuck Norris le tiene miedo

El mariscal sir Cyril John Deverell resumió la situación con las típicas palabras: "confusión, caos y la niebla de la guerra" para evitar tener que decir "no tenenos ni idea de lo que está pasando de verdad en el frente". Sin embargo Deverell era sabía que no podía admitir que el estado mayor estaba informado de lo que pasaba en el campo de batalla gracias a los periódicos y la radio. Así que tuvo que improvisar.

Lo cierto es que los alemanes estaban avanzando por su cuenta, con algo de apoyo de la RAF, sin esperar a nadie. Tras romper las líneas enemigas en Usti y Strakonice, las puntas acorazadas forzaban a soviéticos y checos a huir sin poder detenerse a formar una línea de defensa organizada en el oeste de Checoslovaquia. Sin embargo, el mando enemigo hacía algo más que responder a los ataques aliados y había empezado a contraatacar vigorosamente en Silesia y Austria. En Oppeln el general Wilhelm Adam intentaba detener la marea roja sin demasiado éxito, dado lo complicado de su misión. Su Armeegruppe (seis divisiones de infantería con una gran dotación de baterías de 88 mm) se veía superado por el ataque de dos ejércitos completos enemigos que sumaban al menos catorce divisiones bajo el mando de un desconocido general polaco que sabía hacer muy bien su trabajo. Por ello el general Adam, que no debería haber ascendido a mandar nada más que una división, estaba completamente desbordado y su Armeegruppe se retiraba desorganizadamente.

Mientras el IV Panzerkorp se abría paso hacia Lodz sin demasiados problemas. De hecho, tal y como informaba con cierta mala uva su comandante, el general Werner Kempf, las tropas acorazadas veían frenado su avance no por la acción enemiga, sino por la enorme cantidad de prisioneros que iban cayendo en sus manos, de manera que se pasaban más tiempo organizando largas columnas de cautivos con rumbo este que luchando contra un enemigo que, para más inri, huía más deprisa de lo que el Panzerkorps podía avanzar.

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En Austria el general Wilhelm Keitel tuvo pocos problemas para detener al enemigo. Al parecer las tropas comunistas estaban sumidas en un enredo considerable, ya que, además de la mezcla de unidades de diferentes naciones -checas, polacos y soviéticas- incapaces de hacer nada contra las tropas de Keitel, el cao de la estructura de mando lo empeoraba todo. Al parecer el comandante en jefe del sector era un general polaco que odiaba con toda su alma a su estado mayor, soviético por cierto, y que, a su vez, era tratado con gran descofianza por sus odiados subordinados. Por su fuera poco, los comisarios del NKVD estaban sentados esperando a que llegara la orden de Moscú de pegarle un tiro al general, a su estado mayor o a todos ellos.

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Divertido, Churchill sospechó que la reunión iba a ser de lo más interesante... si Appleby se quedaba en silencio, por supuesto.

-1- En este AAR es el abuelo de sir Humphrey Appleby, uno de mis mitos del humor (Series "Si Ministro" y "Sí, Primer Ministro" de la BBC), interpretado por ese grandioso animal escénico que fue sir Nigel Hawthorne, QEPD.
-2- No tengo claro si el mérito es de Keitel o el fallo de la IA por atacar, como costumbre, a lo burro y sin coordinación. En fins....
 
Capítulo cuarenta y uno: Todo se complica

Lodz, 11 de enero de 1940.
Sin preocuparse por las granadas enemigas que explotaban a su alrededor, el feldwebel Günther Schütz se enfrentó a los blindados polacos directamente. Su tanque, el Furia de Prusia, aceleró con un rugir de cadenas y disparó su cañón. El proyectil alcanzó al más cercano de dos BT-5 enemigos en la parte posterior de la torreta con tal fuerza que ésta dio un giro de 210 grados. Auqnue el tanque continuaba avanzando, su sistema de giro de la torre estaba destrozado y esta y su cañón colgaban inermes. El Furia de Prusia disparó de nuevo, pero falló.

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Günther y su tanque cargando contra el enemigo

El tanque dañado intentaba quitarse de enmedio mientras el otro vehículo esquivaba a su camarada dañado para poder tener una solución clara de tiro. Sobre el campo de batalla caía los proyectiles de la artillería pesada comunista, que castigaban el terreno circundante. Günther ordenó a su tirador que disparara de nuevo contra el tanque enemigo, pero el segundo que tardó en realizarse la orden permitió que el segundo vehículo blindado disparara de nuevo y alcanzara al Furia. Aunque el proyectil no logró atravesar el blindaje el impacto aturdió a la tripulación y destruyó la mayoría de los periscopios. Entonces un proyectil pasó por el lado del Furia y alcanzó al vehículo enemigo debajo de la torreta, haciendo detonar la munición almacenada. El tanque desapareció en una bola de fuego que envió pedazos de metralla al rojo vivo al aire.

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Uno de los BT-5 armados con cohetes de 132 mm usados por el Ejército Rojo como apoyo pesado para sus unidades acorazadas.

La tripulación del Furia recuperó el dominios de sus actos y destrozaron de un único disparo al tanque enemigo, que empezó a arder "¡Romper el contacto y retiraros!" rugió la radio. Günther ordenó de immediato a los tanques de su pelotón que se replegaran. Desde su posición pudo contar al menos a diez tanques enemigos todavía en buena situación, listos para combatir avanzando desde el poblado enemigo. El Furia de Prusia puso marcha atrás y giró su torreta para que apuntara hacia atrás y protegiera así su retirada. Ensordecida y un poco castigada por el combate, la fuerza germana se retiró mientras los cañones pesados seguían disparando contra la localidad y sus alrededor durante al menos quince minutos después de que los panzers se replegaran. Nadie los persiguió.

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Uno de los camiones semiorugas Büssing-Nag de 5 toneladas armados con una pieza de 75 mm y usados por los alemanes como AT móviles improvisados.
 
Capítulo cuarenta y dos: Caballero acorazado

Lodz, unas horas más tarde.

El coronel había sido muy claro al respecto: no quería otro fracaso. Por ello lanzó un ataque con todos sus efectivos aunque sólo faltaran dos horas para el anochecer, pues el enemigo no esperaría semejante estrategia. Con la infantería detrás, los panzers saldrían de los bosques camino de la ciudad.

Así, apenas dos horas antes del anochecer Günther Schultz y el resto de la Panzerdivision atacó de nuevo. Bajo el mando de Schultz rodaban doce tanques camino de la villa desde el sur, mientras otros once lo hacían desde el oeste.


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Tanques polacos cerca de Lodz se preparan para ponerse en marcha.

En cuanto los polacos vieron a sus atacantes, lanzaron al combate a todos sus efectivos, treinta y dos BT-5. Schultz se sonrió a su pesar, pues eran muchos más de los que había calculado el coronel Bierkamp (diez tanques). Era una oportunidad para ganar la gloria o irse al otro mundo, pensó Günther. Los cañones de campaña alemanes, atrincherados, lanzaron sus granadas sobre la ciudad mientras dos mil soldados germanos abandonaban sus posiciones y marchaban hacia adelante y por detrás de los tanques.

La batalla comenzó de inmediato. La masa acorazada enemiga, rota la formación, se lanzó campo a través contra los germanos. En la torre de su tanque, Günther comprobó la distancia con los polacos y entonces ordenó:

-Fuego a discrección.

La falange acorazada rompió el silencio con sus cañonazos. Una docena de cañones abrieron fuego una y otra vez escupiendo brillante bolas de fuego. Tres BT-5 recibieron disparos directos y se convirtieron en chatarra mientras otros dos, dañados, lanzaban fieras llamas al aire.

El enemigo comenzó disparar con furia. Las granadas llovían contra ambos bandos, para disgusto de Günther, que veía volar en su dirección cientos de kilos de municiones, pero, gracias a Dios, la mayoría de los disparos o iban muy alto o se quedaban cortos. Sin embargo, más por suerte que por puntería, los polacos lograron algunos impactos. El Panzer IIII conocido como Moltke recibió dos impactos simultáneos de dos enemigos diferentes y se detuvo mientras lanzaba cortinas de humo procedentes de su interior. El Thüringen, bajo el mando del alférez Klausmann, recibió un impacto que le hizo perder sus cadenas en una lluvia de chispas. Detenido, continuó disparando sin tregua contra el enemigo.

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El problema de esta y de cualquier carga acorazada es cuando tienes que decidir si te paras, te retiras o atraviesas las posiciones enemigas. El sueño de todo comandante de tanques es aplastar a la formación enemiga, pero esta vez los germanos tenían un problema: el enemigo les superaba por tres a uno y no parecían dispuestos a retirarse. Así el ala izquierda de los tanques germanos se lanzó a la carga tmientras el ala derecha se frenaba.

Otros seis BT-5 ardieron cuando quedaron atrapados en el fuego cruzado germano. Los alrededores de Lodz se estaban convirtiendo en un vertedero de tanques, cuyos restos chamuscadas cubrían el terreno. Más tanques polacos se lanzaron a la carga sólo para ser destruidos por el fuego de los cañones enemigos. Las líneas frontales de la formación enemiga quedaron destrozadas por los primeros intercambios de disparos.

Y, de repente, tan pronto como habían aparecido, los pocos tanques polacos supervivientes se retiraron del campo de batalla. El camino a Lodz estaba abierto.
 
Capítulo cuarenta y tres: nuevos problemas, viejas soluciones

Las incursiones de la Luftwaffe y la RAF habían cortado las comunicaciones de Varsovia con el resto del país desde el mismo comienzo de la guerra. Los constantes ataques contra las vías férreas y las carreteras complicaban el traslado de refuerzos dsde el oeste al este del país. La llegada de más unidades de la VVS estaba empezando a remediar esto, pero Stalin no estaba contento. Además, el avance germano estaba preocupándole, por lo que "sugirió" a sus marionetas polacas que convirtieran a Varsovia en una fortaleza. Así se usaría como símbolo de la resistencia y la determinación y como lugar de reunión para todas las fuerzas comunistas. Por ello gran cantidad de unidades de ingenieros del Ejército rojo y algunos elementos especializados de las fuerzas armadas rumanas y bulgaras marcharon hacia la capital polaca.

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La evacuación de la ciudad estaba prohibda. Para asegurarse de ello el NKVD desplegó varios cientos de Bulbovitsi, es decir, nacionalistas ucranianos ultraderechistas conocidos po su crueldad. Librados de los gulags por su capacidad para torturar a sus compañeros de celda, Stalin los había encontrado utilísimos para realizar sus purgas. Por ello los Bulbovitsi se convirtieron en una rama especial de de la NKVD y pronto se ganaron una fama terrible. Como afirmaría un comisario soviético durante esos terribles días "Varsovia tiene más miedo de nuestros Bulbovitsi que de la Luftwaffe". Mientras tanto, como la evacuación había sido anulada, los civiles fueron incorporados a los trabajos de construcción de defensas en los alrededores y en la misma Varsovia.

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Voluntarios de los bomberos observan un combate aéreo sobre Varsovia. El poster anuncia "A las Armas: Unidos derrotaremos al enemigo"

Las defensas de Varsovia fueron reforzadas. Stalin ordenó el envío de cañones AA a la ciudad tras descubrir con gran sorpesa que las defensas locales, bajo el mando del coronel Kazimierz Baran, sólo disponían de 86 piezas y un número desconocidos de ametralaldoras para defender toda la ciudad. Mientras tanto, trenes cargados con cañones AT de 37 mm y de campaña de 75 mm comenzaron a llegar a la ciudad en masa, pues se había ordenado que cada esquina de esta ciudad fuera protegida por una de estas armas. Irónicamente, las unidades del frente estaban siendo arrolladas carecían de las armas que inundaban Varsovia en esos momentos.

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Mientras, los británicos llegan con más refuerzos al continente.
 
Capítulo cuarenta y cuatro: Walther de camino a Varsovia

El 13 de enero de 1940 los ejércitos polacos que cubrían la parte central del frente apenas reunían el equivalente a nueve divisiones de infantería y apenas dos brigadas motorizadas. El enemigo les superaba 10 a 1 en tanques, tres a uno en cañones y por completo en el aire. La caída de Bydgoscz provocó el "Día Loco" cuando las tropas polacas y soviéticas se retiraron en desorden hacia Varsovia. En estas circunstancias era imposible hacer un recuento eacto de las tropas enemigas que se enfrentaban a los ejércitos alemanes pero es estimaba que no podían ser más de 150.000 soldados y 50 tanques hacia el 10 de enero.

Increiblemente Zukhov, recién llegado al frente, logró formar una fuerza defensiva coherente enapenas tres días. Para ello reunió 250.000 soldados, 200 tanques y 530 cañones reuniendo todo tipo de tropas, desde soldados sin apenas entrenamiento a unidades de reserva que fueron enviados a Varsovia y agrupados en formaciones improvisadas.Así, cuando el ejército alemán atacó el 13 de enero, la unidad enemiga básica que se le oponía eran grupos de batalla de diversos tamaños, algunos más pequeños que batallones y otros del tamaño de divisiones reorganizadas, faltas de infantería pero con gran cantidad de cañones y morteros, con la potencia de combate equivalente a un brigada alemana.

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Soldados polacos de la guarnición de Varsovia camino del frente.

Exhaustas, derrotadas o sin entrenar, las tropas polacas y soviéticas estaban listas para combatir, aunque muchos soldados eran plenamente conscientes de que no podrían resistir el inminente ataque enemigo. Algunos, en especial los soldados soviéticos, a medida que el frente retrocedía hacia las fronteras de la URSS, estaban listos para defender a su patria de un invador que había jurado destruir por completo el régimen soviético. Contra estas fuerzas se lanzó Unthernehem 'Walther' cuando tres divisiones al mando del general von Witzleben lanzao una finta contra Lodz. Al día siguiente el ejército francés comenzó a mobilizar sus fuerzas y enviarlas hacia Alemania, donde se reagruparían y macharían hacia la línea del frente.

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Al parecer el comienzo de la guerra había pillado al ejército galo en plena modernización. Su 1ª División Ligera (1) debía convertirse en la 1ª División de Caballería Ligera en marzo como una unidad completametne motorizada. Pero en febrero aún sólo contaba con una brigada motorizada y otra a caballo. Las divisiones ligeras 2ª y 3ª estaban en una situación similar y su orden de batalla era poco más o menos el mismo que el de la 1ª. Mientras, se habían formado dos divisiones de caballería ligera a comienzos de febrero y se esperaba que se convertirían en unidades operativas para comienzos de marzo. Por su parte, las dos divisiones mecanizadas ligeras también estaban en camino del frente con un tercera recién creada el pasado 1 de febrero. Las dos divisiones acorazadas ya habían partido hacia Alemania aunque la primera carecía de la mitad de sus motocicletas y remolques para la artillería (2).

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(1) Francia y su sentido del humor: una división mecanizada ligera no es tan ligera como indcia su nombre y, al menos en su organización, se parece más a una Panzerdivision que a una Leichte Kavalleriedivisionen, que hasta comienzos de los años 30 sólo estaban parcialmente motorizadas.

(2) Más sentido del humor militar galo, pero va en serio.
 
(1) Francia y su sentido del humor: una división mecanizada ligera no es tan ligera como indcia su nombre y, al menos en su organización, se parece más a una Panzerdivision que a una Leichte Kavalleriedivisionen, que hasta comienzos de los años 30 sólo estaban parcialmente motorizadas.

(2) Más sentido del humor militar galo, pero va en serio.

Como te fías de un país que no tiene una palabra para referirse a "victoria"
 
Como te fías de un país que no tiene una palabra para referirse a "victoria"

No me fío. Los soporto estoicamente.
 
Hubiera sido mejor darles la patada en el trasero, son indignos.

Con los italianos espero que ambos me sirvan contra los países menores y para evitar rebeliones. En el peor de los casos, para hacer bulto y que me paren las balas.
 
Con los italianos espero que ambos me sirvan contra los países menores y para evitar rebeliones. En el peor de los casos, para hacer bulto y que me paren las balas.

Sencillamente pasaría de Europa, es ahora un mar de lagrimas y de franceses perdedores, ves a África, que hay tienes mano de obra barata y altos recursos. Además de esperar una locura y una invasión estilo Dia D pero por Malta.