Reinado del Shah Vandar I (867-892)
Se sabía muy poco de los orígenes del Reino Karénida. Sabemos que los Karenas fueron una de las grandes casas nobles del Imperio Sasánida, y que con la invasión musulmana conservaron un reino semi-independiente en la zona del actual Turkestán y el Mar Caspio. A partir de ahí, se les pierde el rastro durante casi 300 años.
Este misterio terminó el año pasado con el descubrimiento de la estela de Kara-Kum, en el actual Turkestán. Fue esculpida por orden del Shah Vandar con motivo del ungimiento de su hijo Khamandar como heredero - lo cual muestra que los Karénidas ya tenían a finales del s. IX un estado lo suficientemente consolidado como para institucionalizar la primogenitura.
Lo más valioso fue la inscripción en la base del relieve, en la que Vandar relata su reinado. Hace poco que se completó su traducción:
¡Gloria a Ahura-Mazda! A él le adoramos, a él que engendró la Creación, a él que engendró la Verdad, a él que engendró las aguas, las plantas, las estrellas, la tierra, y todas las cosas en el mundo que son buenas.
Ahura-Mazda es así nuestro dios, y él me hizo rey. Grandes tierras me concedió, y por su gracia las conquisté.
El primer año de mi reinado marché al sur contra los Alamidas. Tomé las ciudades de Sari y Alamut. Todas ellas hoy me rinden tributo.
El tercer año de mi reinado marché al sur y al este contra los Tahiridas. Tomé las ciudades de Shirvan y Nishapur. Todas ellas hacen hoy cuánto les digo.
El onceavo año de mi reinado marché otra vez contra los Alamidas. Su falso rey fue hecho prisionero y todo su reino me llamó su rey verdadero.
El decimotercer año de mi reinado marché otra vez contra los Tahiridas. Tomé las ciudades de Darvar y Damqan, y ellas me siguen dando hoy la tierra y el agua.
El quinceavo año de mi reinado marché al norte contra los hombres de las estepas. Tomé la ciudad de Aral, que a día de hoy conmemora ese día.
El veinteavo año de mi reinado marché al este contra los Saminidas. Tomé el lugar sagrado de Jajarm de manos de los adoradores de Muhammad, y lo restauré a la gloria de Ahura-Mazda.
El veintidosavo año de mi reinado, varias provincias se rebelaron siguiendo mentiras contadas por Darrush, que decía que él tenía que ser rey. Pero nada ofende a Ahura-Mazda como la mentira, y él vio que esas provincias fueran restauradas bajo mi mando. A los líderes de la revuelta yo los hice cautivos, y por sus mentiras até a Darrush de pies y manos a sus caballos, a los que mandé a los cuatro puntos cardinales.
Todo eso hice, y por la gracia de Ahura-Mazda siempre he actuado. Cualquiera que lea esta inscripción, que sepa que todo es verdadero, y que no lo considere mentiras.
El número de tierras sobre las que reino hoy son 51, por la gracia de Ahura-Mazda reino sobre ellas, pues en vida no fui malvado, ni despótico, sino justo y recto. A todo aquél que me hizo bien siempre le recompensé, y aquél que me hizo mal lo destruí.
Por la gloria de Ahura-Mazda he mandado hacer esta inscripción en el veintitresavo año de mi reinado. Primero fue dictada sobre un pergamino, y leída ante mí, después mandé inscribirla para que sea a beneficio de mi hijo Khamandar, que reine con sabiduría y Ahura-Mazda le recompensará.
Así podemos saber que Vandar - al que hasta ahora se había considerado incluso un personaje ahistórico dentro de la mitología del Reino Karénida - existió, y fue fundamentalmente un rey guerrero. Nos ha llegado muy poca evidencia de una actividad constructora reseñable. Probablemente reinó a lomos de caballo en un estado de guerra casi constante. Es bastante probable que se aprovechase de la inestabilidad generada por el declive del califato Abásida para caer sobre los principados musulmanes más débiles, como eran los Tahiridas y los Alamidas.
El reino Karénida a mediados del s. IX, al iniciarse el reinado de Vandar
El Reino Karénida a finales del s. IX
Este misterio terminó el año pasado con el descubrimiento de la estela de Kara-Kum, en el actual Turkestán. Fue esculpida por orden del Shah Vandar con motivo del ungimiento de su hijo Khamandar como heredero - lo cual muestra que los Karénidas ya tenían a finales del s. IX un estado lo suficientemente consolidado como para institucionalizar la primogenitura.

Lo más valioso fue la inscripción en la base del relieve, en la que Vandar relata su reinado. Hace poco que se completó su traducción:
¡Gloria a Ahura-Mazda! A él le adoramos, a él que engendró la Creación, a él que engendró la Verdad, a él que engendró las aguas, las plantas, las estrellas, la tierra, y todas las cosas en el mundo que son buenas.
Ahura-Mazda es así nuestro dios, y él me hizo rey. Grandes tierras me concedió, y por su gracia las conquisté.
El primer año de mi reinado marché al sur contra los Alamidas. Tomé las ciudades de Sari y Alamut. Todas ellas hoy me rinden tributo.
El tercer año de mi reinado marché al sur y al este contra los Tahiridas. Tomé las ciudades de Shirvan y Nishapur. Todas ellas hacen hoy cuánto les digo.
El onceavo año de mi reinado marché otra vez contra los Alamidas. Su falso rey fue hecho prisionero y todo su reino me llamó su rey verdadero.
El decimotercer año de mi reinado marché otra vez contra los Tahiridas. Tomé las ciudades de Darvar y Damqan, y ellas me siguen dando hoy la tierra y el agua.
El quinceavo año de mi reinado marché al norte contra los hombres de las estepas. Tomé la ciudad de Aral, que a día de hoy conmemora ese día.
El veinteavo año de mi reinado marché al este contra los Saminidas. Tomé el lugar sagrado de Jajarm de manos de los adoradores de Muhammad, y lo restauré a la gloria de Ahura-Mazda.
El veintidosavo año de mi reinado, varias provincias se rebelaron siguiendo mentiras contadas por Darrush, que decía que él tenía que ser rey. Pero nada ofende a Ahura-Mazda como la mentira, y él vio que esas provincias fueran restauradas bajo mi mando. A los líderes de la revuelta yo los hice cautivos, y por sus mentiras até a Darrush de pies y manos a sus caballos, a los que mandé a los cuatro puntos cardinales.
Todo eso hice, y por la gracia de Ahura-Mazda siempre he actuado. Cualquiera que lea esta inscripción, que sepa que todo es verdadero, y que no lo considere mentiras.
El número de tierras sobre las que reino hoy son 51, por la gracia de Ahura-Mazda reino sobre ellas, pues en vida no fui malvado, ni despótico, sino justo y recto. A todo aquél que me hizo bien siempre le recompensé, y aquél que me hizo mal lo destruí.
Por la gloria de Ahura-Mazda he mandado hacer esta inscripción en el veintitresavo año de mi reinado. Primero fue dictada sobre un pergamino, y leída ante mí, después mandé inscribirla para que sea a beneficio de mi hijo Khamandar, que reine con sabiduría y Ahura-Mazda le recompensará.

Así podemos saber que Vandar - al que hasta ahora se había considerado incluso un personaje ahistórico dentro de la mitología del Reino Karénida - existió, y fue fundamentalmente un rey guerrero. Nos ha llegado muy poca evidencia de una actividad constructora reseñable. Probablemente reinó a lomos de caballo en un estado de guerra casi constante. Es bastante probable que se aprovechase de la inestabilidad generada por el declive del califato Abásida para caer sobre los principados musulmanes más débiles, como eran los Tahiridas y los Alamidas.

El reino Karénida a mediados del s. IX, al iniciarse el reinado de Vandar

El Reino Karénida a finales del s. IX