Capítulo dieciséis: Camino del Frente
Los batallones españoles salen de Berlín en olor de multitudes, pues a los exiliados españoles se suman no pocos berlineses que sienten curiosidad por ver de cerca a esos soldados gritones y morenos. Se entona el
Cara al Sol y la versión española de
Ich hatte einen Kamarade, que es cantada en los dos idiomas por los asistentes
. La Marcha Real, ya se sabe, no tiene letra, pues eso... pero sí se ataca el himno de la Infantería y el de la Legión, además de
El Novio de la Muerte. Se dan vivas a España, a José Antonio, a Alemania y a Hitler. (1)
No falta nadie. Ni José Antonio, que parte al día siguiente hacia Roma de nuevo; ni Serrano, dispuesto a darse el último baño de multitudes de su carrera; ni Pilar Primo de Rivera, encabezando la sección femenina de Falange; ni el general Varela, que espera con ansia asumir el mando de la siguiente expedición de voluntarios; y Muñoz Grandes, que partirá al día siguiente hacia Baviera para sumir el mando de la División Azul, pero en avión (2). La 250a División se encuentra en Grafenwöhr, donde está incorporando a con nuevos voluntarios para cubrir el hueco dejado por la LVE. Apenas salga el último soldado de los cuarteles bávaros se comenzará a entrenar la siguiente división de voluntarios españoles, la 300a. Mientras, se prepara todo para formar a la tercera división la 350a y en Berlín se empieza a hablar del "Ejército Español de Liberación" (
Spanische Befreiungsarmee), aunque sólo sea como una posible hipótesis.
La Legión de Voluntarios Españoles contra el Bolchevismo, con un centenar de marroquíes incorporados en Polonia a última hora (3), formando una compañía de reserva, ultima su entrenamiento sobre la marcha. Entre sus filas figuran Agustín Aznar, Dionísio Ridruejo y Eduardo de Rojas y Ordóñez, conde de Montarco (4), aunque Montarco no durará mucho en el frente. Acusado de escapista y cobarde, tras repetidos intentos de ser destinado a la retaguardia, terminará frente a un pelotón de fusilamento (5), como ya veremos.
Luis Ciges, que anda metido en la cocina de la LEV, sonríe camino del frente, pues él se libró de tener que jurar lealtad al Führer. (6)
Agustín Aznar,
que fuera jefe de milicias falangistas
y admirador irredento de Hitler.
(1) Más o menos, el mismo repertorio entonado y los mismos gritos aullados cuando salen los trenes de Madrid en julio de 1941, cambiando el "viva Franco" por el "Viva José Antonio" que, en nuestro 1941, a lo sumo, estaría "Presente!".
(2) Siempre hubo clases, y por muy falangista que el general fuera, algunas comodidades no se podían rechazar.
(3) Ciento seis marroquíes del Tabor de Regulares I de Tetúan destinado en Ibiza. Se ofrecieron voluntarios en mayo de 1942, pero fueron rechazados.
(4) Alistados de los primeros con la Azul... tengo planes para todos.
(5) Montarco fue, efectivamente, acusado de escapista y de cobarde, e importunó tanto a Muñoz Grandes que este acabó enviándolo de vuelta a España, aunque no de la manera que más le hubiera gustado, sospecho, al general, es decir, de una patada en los...
(6) Para que luego se quejen algunos de tener que pelar patatas.