Introducción histórica
¿Cuándo empieza nuestra historia? ¿En una fría noche de enero del 1336 cuando un joven rey está consultando los mapas de todo un mundo que ansia dominar? ¿En una boda sucedida en el año 1150 que dio a luz a un nuevo reino?¿O puede que nuestra historia empiece mucho antes?
En el 710 Witiza, rey de un decadente reino visigodo de Toledo, moría. Siguiendo las viejas costumbres los principales nobles del reino se reunieron pasa elegir su sucesor, después de una ardua disputa Roderico fue proclamado nuevo rey, aunque no todo el mundo se mostro partidario de su elección. La familia del difunto Witiza, viendo que el poder se escapaba de sus manos, entro en franca rebelión en los territorios de la Tarraconense y Narbonense, que anteriormente ya se habían rebelado otras veces contra Toledo, eligiendo como nuevo monarca a Akhila II. Roderico, que no podía tolerar esto, dirigió sus huestes para batir en batalla a los sediciosos, batalla que nunca sucedió porque hechos grabes sucedían en la Bética.
Los witizianos, viendo que solos no podían vencer a sus rivales, llamaron a unos recién llegados al Norte de África para que los ayudaran, unos recién llegados que se proclamaban seguidores de un nuevo dios, Alá. En el 711 las tropas musulmanas travesaron el Estrecho y en gran batalla, la de Guadalete, aniquilaron a Roderico y sus hombres. En teoría aquí había terminado su ayuda, pero Tariq ibn Ziyad, líder del ejército árabe, tenía su propia agenda.
En una serie de rápidas campañas todo el reino cayó ante las manos de los sarracenos siendo la última plaza la Narbonense, que fue capturada en el 720. En el sitio de esta murió Ardón, el último de los reyes visigodos.
Viendo lo fácilmente que habían caído los visigodos, pues la mayoría de los magnates pactó con los invasores para poder conservar su poder, lanzaron sus huestes hacia el norte aunque fueron derrotadas en la mítica batalla de Tours en el 732 por Carlos Martel, líder de los francos, terminando así la primera expansión musulmana por Europa.
Aunque la mayor parte de la Península había caído frente el poder musulmán, pequeños reinos y principados cristianos sobrevivieron en las montañas, destacando dos en el Oriente Ibérico:
- Aragón:
Uno de los primeros pueblos europeos actualmente existente mencionado, ya saliendo a inicios del siglo IX un tal Asnar Galí como conde de Aragón. No obstante en aquel entonces era solo un pequeño territorio en medio de los valles pirenaicos, pues además había los condados de Sobrarbe y Ribagorza y el dominio musulmán en el actual Aragón era muy fuerte, pues incluso Huesca era una ciudad islámica.
El palacio de la Aljaferia, situado en Zaragoza,es el último gran resto del emirato zaragossano.
Aunque al principio estuvo debajo la influencia franca con el tiempo cayó bajo la dependencia del reino de Navarra, dependencia que duró hasta la muerte de Sancho el Mayor en el 1035, que fue cuando Ramiro I (1035-1063) se proclamó rey de Aragón.
Al principio dicho reino tuvo una existencia difícil pues su vía natural de expansión, la taifa zaragozana, también la ambicionaba el reino de Castilla. Al final Aragón fue derrotado quedando mucho tiempo encerrado en sus límites y presionado por todos los lados por sus ambiciosos vecinos.
Para conseguir definitivamente la independencia, pues teóricamente estaba debajo la tutela de Navarra, Sancho Ramirez (1063-1094) infeudó su reino a Roma pero el afianzamiento definitivo fue cuando en el 1076 de produjo la unión navarro-aragonesa.
Y si además de sumar este éxito sumamos el hecho de que la Taifa de Zaragossa sufría una crisis, y que los castellanos tenían sus propios problemas con los almorávides, una dinastía bereber fanática (serian como los talibanes del período) llamada para hacer frente la amenaza cristiana, entenderemos porqué en los reinados de Pedro I (1094-1104) y de Alfonso I el Batallador (1104-1134) se produjo la gran expansión de Aragón dominando en poco tiempo las ricas ciudades sarracenas del valle medio del Ebro, siendo la principal Zaragoza, que poco después se convirtió la capital del reino.
El casillo de Loarre fue construido en el siglo XI en el marco de la campaña para conquistar Huesca.
No obstante tan grandiosa periodo se termino pronto pues en el 1134 Alfonso Imurió de las heridas que sufrió en la batalla de Fraga, dejando el reino sin ningún heredero, pues nunca tuvo hijos, y un testamento bastante raro que a mucha gente no le hizo ni pizca de gracia.
- Cataluña:
Mientras Aragón nació temprano Cataluña fue el resultado de un proyecto más largo. Pero mejor que empezamos por el inicio y no adelantamos hechos.
Aunque los musulmanes habían sido expulsados al sud de los Pirineos Carlomagno, el gran emperador de Occidente, no dormía tranquilo. Los musulmanes cada año lanzaban razias que devastaban su reino, y esto se tenía que terminar. Después de pensar mucho llegó a la conclusión de que la única solución era conquistar una franja de tierra al sud de sus dominios para que así los ataques de los árabes se agoten mucho antes que lleguen a tierra franca.
Aunque una primera expedición fracasó, en el 785 Girona se entregó al dominio carolingio (carolingio: referido a Carlomagno o a su familia) y pocos años después, en el 801, una expedición dirigida por Luís, heredero de Carlomagno, capturó Barcelona. Así se conformó lo que años más tarde seria conocido como la Cataluña vieja.
Después de conquistar todo este territorio, que en aquel entonces se llamaba Marca Hispánica, para su administración se dividió en varios condados que serian dirigidos por los comitatus, gobernados puestos por el propio rey.
No obstante pronto toda la Marca se vio envuelta en luchas fratricidas, con múltiples revueltas lideraras por los aristócratas indígenas descontentos con el nuevo régimen. En muchas regiones la gente huyó hacia las montañas, quedando completamente abandonadas.
Para controlar todo esto los carolingios designaron primero como conde de Urgell, de Cerdanya, de Barcelona, de Osona, de Girona y de Conflent a el líder de una familia de Carcassona siempre leal al monarca, un hombre que con el tiempo seria una leyenda, un hombre llamado Wifredo (en catalán Guifré) el Velloso (840-897).
Mapa de los condados catalanes en el siglo IX
Aunque no fue él quien creó Cataluña, aun faltaría algún siglo, si fue el que puso los cimentos que permitió su nacimiento. Fue famoso por varios hechos, aparte de fundar monasterios como Ripoll, siendo los principales su programa de repoblación del territorio abandonado por las revueltas godas mediante el sistema de aprisió (sistema que consiste en que si un campesino trabaja una tierra durante treinta años esta será suya), y aprovechando el debilitamiento carolingio reafirmó su poder pudiendo pasar a su muerte sus condados a sus hijos poniendo así fin al sistema anterior de elección de los condes a manos del rey carolingio.
Así los condes fueron sucediendo, aumentando su poder tanto frente a los árabes como a los francos, aunque nominalmente vasallos suyos. Este crecimiento sobretodo benefició al conde de Barcelona, convirtiéndose en el más importante de la región sobretodo desde que también consiguió los condados de Osona y Girona. No obstante en el 985 Almanzor, el hombre fuerte del decadente Califato de Córdoba, decidió que tenía que terminar con la osadía del conde barcelonés y en ese mismo año lanzó una ratzia que arrasó Barcelona capturando a muchos de sus ciudadanos. Borell II (927-992), conde de Barcelona de aquel momento, pidió ayuda al rey franco pero en no recibir respuesta en el 988 se negó en renovar vasallaje consiguiendo así la independencia de facto de sus territorios.
Aunque se frenó a los sarracenos, como lo demostró una ratzia lanzada en el 1010 que arrasó Cordoba, con el paso de los tiempos el poder de los condes de Barcelona declinó, aumentando su poder los señores de los castillos que empezaron a explotar a los campesinos. La situación se deterioró tanto que durante el gobierno de Ramón Berenguer I (1023-1076)los nobles dirigidos por Mir Geribert, autoproclamado “príncipe de Olerdola”, se rebelaron contra el conde; aunque esté los derrotó para afianzar su poder instauró un sistema feudal en que los campesinos servían a los señores de los castillos y estos servían al conde de Barcelona. Así se inició un período de prosperidad que continuó con el gobierno de los condes Ramón Berenguer II (1053-1082) y Berenguer Ramón II (1053-1087), y el conde Ramón Berenguer III (1082-1131). Las características principales de este periodo fueron:
o Inicio del dominio de los condes de Barcelona sobre los otros condados, consiguiendo en algunos casos la anexión (Besalú en el 1111) y en otros el vasallaje (Condados de Empuries y de Urgell).
o Inicio de la política occitana. Expansión sobre las ricas tierras de Occitania, consiguiendo además otros dominios como el condado de Provenza.
o Primer intento de expansión mediterránea, en el 1114 Ramón Berenguer III intentó la conquista de las Islas Baleares. La conquista se abandonó por el peligro almorávide que amenazaba los condados.
o Gran auge económico, convirtiendo Barcelona en una de las primeras ciudades cristianas occidentales donde se encunó moneda de oro. El motivo era tanto por el naciente comercio como por los tributos que se hacían pagar a los reinos musulmanes.
Fue en esta época cuando Catalunya vio la luz, pues Ramón Berenguer III los pisanos lo mencionan como “duque de los catalanes”. Según algunos el nombre de catalán viene de castlanus, que era como en latín se referían a los habitantes de los castillos, por el gran nombre de castillos presente en Catalunya.
El monasterio de Sant Pedro de Rodas fue el mas importante del condado de Empuries.
En el 1131 Ramón Berenguer IV sube al trono condal de Barcelona. Pocos años después recibe una carta de Aragón que le hace muy feliz. Pero esto es otra historia.