Capítulo I. La Bruja
Federico Guillermo III, rey de Prusia
...potoclop, potoclop, potoclop...
Un hombre galopa, con la cabeza llena de problemas.
-Que si hay que subir los impuestos, que si hay que unificar el reino, que si los franceses nos miran mal... "Convierte en rey de Prusia, tendrás subditos, palacios, un reino para hacer lo que te venga en gana", me dijo mi padre... Conviertete en rey de Pru...
De repente, una vieja loca se le presenta en mitad del camino. El rey de Prusia está a punto de irse de cabeza al suelo, pues la vieja, además de loca, es fea como el culo, y le da un susto tremendo al caballo, que casi arroja al jinete.
-Me cago en tus muelas, mujer! Estás como un cencerro o qué, que casi me deslomas con tu inesperada aparición en mitad de la strasse, so furcia!
La mujer tiembla ante la furia del rey, ¡pero tiene una profecía que soltar, y va a soltarla, por sus ovarios!
-Salve, rey Juanca!
Federico se queda mudo. ¿Qué dice esta loca?
-Guarde, guarde rey don Juanca
no digas que no te aviso,
que del congreso del Pepé,
un traidor te ha salido,
Federico Jimenez se llama,
hijo de Jimeno Federico,
si te mata, rey don Juanca,
¡no digas que no te aviso!
Federico alucina. ¿Juanca? ¿Pepé? ¿Federico Jimenez?
-¡Y encima te pondré dos velas negras!
-Para el carro, que yo te conozco... ¡tú eres la pitonisa Lolen! La pirada loca que sacaron a gorrazos de Leipzig la semana pasada. ¡Anda y vete a cascarla por ahí!
-Rey Juanca, Rey Juanca, que te rodea un peligro mu negro!!!!
-Federico, me llamo Federico! Federico Guillermo III de Prusia!
La Lolen se queda estupefacta.
-Fedequé? Un momento, chiquillo.
La Lolen se saca unos papeles del refajo y se pone a leerlos.
-Ricardo III, Bosworth... no, este no tiene pinta de tomar té... Boadil el moro, Granada... me da que no... Napoleón Bonaparte, Waterlo... Esto... una cosa, muchachote... ¿cómo me has dicho que te llamas?
-Federico, Federico Guillermo III de Prusia, vacaloca.
-Ah si! Frededico de Rusia! Aquí tengo lo tuyo. Mira, chiquillo, que te tengo que contar una cosa de un descendiente tuyo llamado Guillermo y de que perderá una guerra y vendrá un tío con bigote llamado Giler.
Varias horas después, Federico estaba de vuelta en palacio, mirando el mapa de Prusia, estupefacto. ¿Todos sus esfuerzos iban a acabar con Alemania hecha unos zorros por culpa de ese Giler? ¡Pero si ni siquiera era alemán, que Branau am Inn estaba en Austria!
"Recuerda -le había dicho la vacaloca de la Lolen-, tú única salvación de salvarte es ese zagal. No tiene ni puta idea de lo que es Vicky, pero si sobrevivió a la Requete, fijo que puede con esto. Total, peor que en lo del Tirititanic no puede hacerlo, y Gene aún le pilla lejos para que lo linchen por su culpa. Si además tiene a Palo cerca, fijo que no se subirá a la parra. Pero vigila a su perro, Petiniebla, que ese si que es peligroso, pues de los dos, él es el listo. Hazlo tu canciller, y el Giler ese se irá a la mierda! Visca el Barça!".
Federico no tenía ni zorra de que era una Requete y mucho menos un Gene, huelga decir que tampoco conocía el Tirititanic ni tampoco a la tal Palo ni al tal Petiniebla, pero estaba decidido.
Kurt Steiner sería el próximo canciller de Alemania.
Gñé ya, hombre!
Prusia, a 1 de enero de 1836, aún sin saber lo que se le viene encima, pobrecita ella.

Federico Guillermo III, rey de Prusia
...potoclop, potoclop, potoclop...
Un hombre galopa, con la cabeza llena de problemas.
-Que si hay que subir los impuestos, que si hay que unificar el reino, que si los franceses nos miran mal... "Convierte en rey de Prusia, tendrás subditos, palacios, un reino para hacer lo que te venga en gana", me dijo mi padre... Conviertete en rey de Pru...
De repente, una vieja loca se le presenta en mitad del camino. El rey de Prusia está a punto de irse de cabeza al suelo, pues la vieja, además de loca, es fea como el culo, y le da un susto tremendo al caballo, que casi arroja al jinete.
-Me cago en tus muelas, mujer! Estás como un cencerro o qué, que casi me deslomas con tu inesperada aparición en mitad de la strasse, so furcia!
La mujer tiembla ante la furia del rey, ¡pero tiene una profecía que soltar, y va a soltarla, por sus ovarios!
-Salve, rey Juanca!
Federico se queda mudo. ¿Qué dice esta loca?
-Guarde, guarde rey don Juanca
no digas que no te aviso,
que del congreso del Pepé,
un traidor te ha salido,
Federico Jimenez se llama,
hijo de Jimeno Federico,
si te mata, rey don Juanca,
¡no digas que no te aviso!
Federico alucina. ¿Juanca? ¿Pepé? ¿Federico Jimenez?
-¡Y encima te pondré dos velas negras!
-Para el carro, que yo te conozco... ¡tú eres la pitonisa Lolen! La pirada loca que sacaron a gorrazos de Leipzig la semana pasada. ¡Anda y vete a cascarla por ahí!
-Rey Juanca, Rey Juanca, que te rodea un peligro mu negro!!!!
-Federico, me llamo Federico! Federico Guillermo III de Prusia!
La Lolen se queda estupefacta.
-Fedequé? Un momento, chiquillo.
La Lolen se saca unos papeles del refajo y se pone a leerlos.
-Ricardo III, Bosworth... no, este no tiene pinta de tomar té... Boadil el moro, Granada... me da que no... Napoleón Bonaparte, Waterlo... Esto... una cosa, muchachote... ¿cómo me has dicho que te llamas?
-Federico, Federico Guillermo III de Prusia, vacaloca.
-Ah si! Frededico de Rusia! Aquí tengo lo tuyo. Mira, chiquillo, que te tengo que contar una cosa de un descendiente tuyo llamado Guillermo y de que perderá una guerra y vendrá un tío con bigote llamado Giler.
Varias horas después, Federico estaba de vuelta en palacio, mirando el mapa de Prusia, estupefacto. ¿Todos sus esfuerzos iban a acabar con Alemania hecha unos zorros por culpa de ese Giler? ¡Pero si ni siquiera era alemán, que Branau am Inn estaba en Austria!
"Recuerda -le había dicho la vacaloca de la Lolen-, tú única salvación de salvarte es ese zagal. No tiene ni puta idea de lo que es Vicky, pero si sobrevivió a la Requete, fijo que puede con esto. Total, peor que en lo del Tirititanic no puede hacerlo, y Gene aún le pilla lejos para que lo linchen por su culpa. Si además tiene a Palo cerca, fijo que no se subirá a la parra. Pero vigila a su perro, Petiniebla, que ese si que es peligroso, pues de los dos, él es el listo. Hazlo tu canciller, y el Giler ese se irá a la mierda! Visca el Barça!".
Federico no tenía ni zorra de que era una Requete y mucho menos un Gene, huelga decir que tampoco conocía el Tirititanic ni tampoco a la tal Palo ni al tal Petiniebla, pero estaba decidido.
Kurt Steiner sería el próximo canciller de Alemania.
Gñé ya, hombre!

Prusia, a 1 de enero de 1836, aún sin saber lo que se le viene encima, pobrecita ella.