Hola a todos paradoxianos!
Hace un tiempo leí una historia de una España alternativa que incluso llegaba a combatir en la primera guerra mundial (si a alguien le interesa le puedo pasar el enlace por MP), así que tras haber jugado muchísimos años a la saga Hearts of Iron y algunos pequeños intentos en el mundo de la programación me propuse intentar algo diferente.
La verdad es que he visto relatos de gran calidad pero muy pocos plantean desde su comienzo un escenario diferente. Lo primero que quiero dejar claro es que no quiero exaltar ninguna ideología de esas que puluraron tan alegremente por media Europa durante la primera mitad del siglo XX, tampoco quiero apoyar ninguna de las figuras históricas que van a salir en esta historia y en el pellejo de las cuales vamos a situar el desarrollo de algunos acontecimientos. En segundo lugar, tampoco va a ser un relato fidedigno y posible 100 %, en este escenario que voy a intentar crear nos planteamos en una España bastante más poderosa que no ha sufrido los efectos de una guerra civil de tres años y que tampoco ha padecido la corrupción e ineficacia de algunos políticos de finales del XIX y principios del XX. Aunque voy a intentar adecuarme lo mejor que pueda a un escenario posible, habrá que hacer un ejercicio de imaginación para poder colocarnos en el punto de partida de la historia, la mayoría de cambios afectan únicamente a España y aquellos países que se vieron de una mayor o menor medida involucrados con nuestra nación en los acontecimientos de la primera mitad del XX.
Lo siguiente a tratar será el tema del juego, utilizo el HoI 3 TFH con el mod Black Ice, con algunas naciones que he incluido y unas cuantas modificaciones que he debido añadir y que irán siendo descubiertas conforme avance la historia.
En términos de la historia, esta va a ser narrativa, al viejo estilo, con alguna que otra foto, la velocidad del relato al principio va a ser bastante lenta, acelerándose conforme siente las bases del nuevo mundo donde se sitúa la historia y conforme se termine el apartado destinado al desarrollo industrial, económico y científico del país, para mi gusto la parte más farragosa y lenta. La idea va a ser intentar contar la historia situándonos, como he dicho antes, en el pellejo de algunos personajes históricos y otros tantos que he creado para la ocasión. Siguiendo con el aspecto relativo al relato, si os engancháis no os tendréis que preocupar, he avanzado bastante en el juego, disponiendo de varios guardados asegurándonos que "el monstruo devora saves" no acabe con la historia, además y para evitar posibles retrasos por inconvenientes personales (carrera, familia, etc...) ya tengo hasta el año del prologo planteado, y hasta casi 1940 redactado, por lo que no habría ningún inconveniente, siendo solamente necesario unos minutos para subir el capitulo pertinente.
En cuanto a publicación, mi idea sería dos capítulos (son larguillos, de unas dos o tres páginas del Word) semanales, uno el lunes y otro el jueves, y alternativamente quizás, y si alguien se anima, quiere participar o añadir alguna idea, uno extra el domingo, que complemente a los acontecimientos que se desarrollan en los dos anteriores.
Bueno, sin mucho más, os dejo con el prologo, muchas gracias a todos.
Mar de Irlanda, costa de Birkenhead
10 de junio de 1943
La lancha de desembarco L-32 se balanceaba sobre un mar más embravecido de lo que hubiera sido recomendable para su navegación en una embarcación con sus peculiares características. Dentro, tres docenas de infantes de marina se apelotonaban impacientes.
El teniente Estrada se colocó bien el casco tras un nuevo vaivén provocado por la marea, la lancha no cesaba de zarandearse mientras iba cogiendo velocidad en dirección a la costa. A su alrededor decenas de embarcaciones surcaban el mar en dirección a las costas de Inglaterra.
Todos los ocupantes de la lancha de Estrada elevaron la mirada para ver como dos cazas de la fuerza aérea española pasaron a baja altura en dirección a la costa. El cielo sobre las playas de Birkenhead se veían manchadas de las inmensas columnas de humo negro que se elevaban desde tierra de los numerosos incendios, algunos provocados por los propios defensores en un intento de confundir a la artillería naval de la Armada.
- ¡2 minutos! – el gritó se elevaba sobre el rugir del motor de la lancha y el chocar de las olas, siendo este repetido para que pudiera oírse por todos los ocupantes de la barcaza.
Había llegado la hora de la verdad, pensó para si Estrada, comprobó por última vez su subfusil y se dirigió hacia la rampa de desembarco, girándose a continuación y dando la cara a sus hombres, todos los ojos de aquellos estaban fijos en él.
- ¡Caballeros! Nuestro momento se acerca, hay poco más que pueda decir que no se les haya dicho ya, recordad vuestra instrucción y sobre todo evitad permanecer en la playa el menor tiempo posible.
Estrada calló cuando la artillería británica, que había guardado silencio hasta ese momento, abrió fuego contra las lanchas de desembarco rociando a los ocupantes de la L-32 de agua de mar. El fuego británico, bastante esporádico, comenzó a intensificarse a raíz de cuanto menor era la distancia que separaba a los españoles de la costa.
- ¡1 minuto! – se repitió el grito por toda la lancha.
- La Armada se ha encargado de ablandar sus defensas, es nuestra misión terminar de romperlas y establecer una cabeza de playa para los terris. Recordad porque estamos aquí. Recordad por que luchamos y lo que hay en juego. Y sobre todo, ha llegado la hora de demostrarles a los pérfidos de que están hechos los hombres de la Infantería de Marina más antigua del mundo. – Estrada se giró y encaró la puerta mientras la lancha encallaba contra la costa, los disparos británicos zumbaban alrededor de ellos mientras la rampa de desembarco bajaba, mirando una última vez a su sección, y recordando las palabras de Gálvez, dijo mientras arrancaba a correr en el momento que la rampa tocaba suelo - El que tenga honor y valor que me siga.
Las playas eran un hervidero, centenares de infantes de marina salían de las lanchas bajo el fuego de los defensores, los cuales vieron rápidamente desbordadas sus primeras líneas. Las ametralladoras regaban de proyectiles a los atacantes intentando detener el avance de estos, sin embargo, muchos puestos defensivos habían sido presa de la artillería naval que había bombardeado las zonas de desembarco, ahora la armada abría fuego de nuevo, pero esta vez en dirección al interior.
El capitán Swason había intentado comunicarse con el cuartel general para solicitar refuerzos, sin embargo, las comunicaciones no daban línea, había enviado numerosos correos, pero los pocos soldados que volvían le habían informado de que las principales vías de comunicación se encontraban cortadas por tropas españolas.
Swasonse maldijo, aquellos desgraciados debían haber infiltrado tropas al amparo de la noche cortando las líneas y probablemente bloqueando puentes y las principales vías de comunicación con la intención de entorpecer la llegada de refuerzos. Ciertamente el Alto Mando no tardaría en descubrir lo que ocurría, pero la respuesta se vería retrasada lo suficiente como para dar tiempo a los españoles a establecer una cabeza de playa viable, más aún si se tenía en cuenta la virulencia del ataque, él no sabía demasiado de los efectivos de los españoles, al fin y al cabo desde el fin de la guerra de Cuba no eran más que un actor secundario, sino terciario, de la política mundial, y en eso habían tenido mucho que ver los intereses británicos, por lo que debían tener ante ellos a la totalidad de la flota española.
En ese momento pensó en la Home Fleet, y en qué demonios debería haber pasado para que Bruce Frases hubiese permitido a esos barcos españoles llegar a la costa Británica. Una explosión que sacudió el edificio y le lanzó al suelo le sacó de sus pensamientos.
Mientras se levantaba e intentaba volver en sí un soldado cubierto de polvo y ensangrentado se acercó a intentar levantarle mientras le decía algo, la detonación le había dejado sordo por un momento pero pudo distinguir perfectamente lo que decía, los españoles habían llegado.
Hace un tiempo leí una historia de una España alternativa que incluso llegaba a combatir en la primera guerra mundial (si a alguien le interesa le puedo pasar el enlace por MP), así que tras haber jugado muchísimos años a la saga Hearts of Iron y algunos pequeños intentos en el mundo de la programación me propuse intentar algo diferente.
La verdad es que he visto relatos de gran calidad pero muy pocos plantean desde su comienzo un escenario diferente. Lo primero que quiero dejar claro es que no quiero exaltar ninguna ideología de esas que puluraron tan alegremente por media Europa durante la primera mitad del siglo XX, tampoco quiero apoyar ninguna de las figuras históricas que van a salir en esta historia y en el pellejo de las cuales vamos a situar el desarrollo de algunos acontecimientos. En segundo lugar, tampoco va a ser un relato fidedigno y posible 100 %, en este escenario que voy a intentar crear nos planteamos en una España bastante más poderosa que no ha sufrido los efectos de una guerra civil de tres años y que tampoco ha padecido la corrupción e ineficacia de algunos políticos de finales del XIX y principios del XX. Aunque voy a intentar adecuarme lo mejor que pueda a un escenario posible, habrá que hacer un ejercicio de imaginación para poder colocarnos en el punto de partida de la historia, la mayoría de cambios afectan únicamente a España y aquellos países que se vieron de una mayor o menor medida involucrados con nuestra nación en los acontecimientos de la primera mitad del XX.
Lo siguiente a tratar será el tema del juego, utilizo el HoI 3 TFH con el mod Black Ice, con algunas naciones que he incluido y unas cuantas modificaciones que he debido añadir y que irán siendo descubiertas conforme avance la historia.
En términos de la historia, esta va a ser narrativa, al viejo estilo, con alguna que otra foto, la velocidad del relato al principio va a ser bastante lenta, acelerándose conforme siente las bases del nuevo mundo donde se sitúa la historia y conforme se termine el apartado destinado al desarrollo industrial, económico y científico del país, para mi gusto la parte más farragosa y lenta. La idea va a ser intentar contar la historia situándonos, como he dicho antes, en el pellejo de algunos personajes históricos y otros tantos que he creado para la ocasión. Siguiendo con el aspecto relativo al relato, si os engancháis no os tendréis que preocupar, he avanzado bastante en el juego, disponiendo de varios guardados asegurándonos que "el monstruo devora saves" no acabe con la historia, además y para evitar posibles retrasos por inconvenientes personales (carrera, familia, etc...) ya tengo hasta el año del prologo planteado, y hasta casi 1940 redactado, por lo que no habría ningún inconveniente, siendo solamente necesario unos minutos para subir el capitulo pertinente.
En cuanto a publicación, mi idea sería dos capítulos (son larguillos, de unas dos o tres páginas del Word) semanales, uno el lunes y otro el jueves, y alternativamente quizás, y si alguien se anima, quiere participar o añadir alguna idea, uno extra el domingo, que complemente a los acontecimientos que se desarrollan en los dos anteriores.
Bueno, sin mucho más, os dejo con el prologo, muchas gracias a todos.
Mar de Irlanda, costa de Birkenhead
10 de junio de 1943
La lancha de desembarco L-32 se balanceaba sobre un mar más embravecido de lo que hubiera sido recomendable para su navegación en una embarcación con sus peculiares características. Dentro, tres docenas de infantes de marina se apelotonaban impacientes.
El teniente Estrada se colocó bien el casco tras un nuevo vaivén provocado por la marea, la lancha no cesaba de zarandearse mientras iba cogiendo velocidad en dirección a la costa. A su alrededor decenas de embarcaciones surcaban el mar en dirección a las costas de Inglaterra.
Todos los ocupantes de la lancha de Estrada elevaron la mirada para ver como dos cazas de la fuerza aérea española pasaron a baja altura en dirección a la costa. El cielo sobre las playas de Birkenhead se veían manchadas de las inmensas columnas de humo negro que se elevaban desde tierra de los numerosos incendios, algunos provocados por los propios defensores en un intento de confundir a la artillería naval de la Armada.
- ¡2 minutos! – el gritó se elevaba sobre el rugir del motor de la lancha y el chocar de las olas, siendo este repetido para que pudiera oírse por todos los ocupantes de la barcaza.
Había llegado la hora de la verdad, pensó para si Estrada, comprobó por última vez su subfusil y se dirigió hacia la rampa de desembarco, girándose a continuación y dando la cara a sus hombres, todos los ojos de aquellos estaban fijos en él.
- ¡Caballeros! Nuestro momento se acerca, hay poco más que pueda decir que no se les haya dicho ya, recordad vuestra instrucción y sobre todo evitad permanecer en la playa el menor tiempo posible.
Estrada calló cuando la artillería británica, que había guardado silencio hasta ese momento, abrió fuego contra las lanchas de desembarco rociando a los ocupantes de la L-32 de agua de mar. El fuego británico, bastante esporádico, comenzó a intensificarse a raíz de cuanto menor era la distancia que separaba a los españoles de la costa.
- ¡1 minuto! – se repitió el grito por toda la lancha.
- La Armada se ha encargado de ablandar sus defensas, es nuestra misión terminar de romperlas y establecer una cabeza de playa para los terris. Recordad porque estamos aquí. Recordad por que luchamos y lo que hay en juego. Y sobre todo, ha llegado la hora de demostrarles a los pérfidos de que están hechos los hombres de la Infantería de Marina más antigua del mundo. – Estrada se giró y encaró la puerta mientras la lancha encallaba contra la costa, los disparos británicos zumbaban alrededor de ellos mientras la rampa de desembarco bajaba, mirando una última vez a su sección, y recordando las palabras de Gálvez, dijo mientras arrancaba a correr en el momento que la rampa tocaba suelo - El que tenga honor y valor que me siga.
Las playas eran un hervidero, centenares de infantes de marina salían de las lanchas bajo el fuego de los defensores, los cuales vieron rápidamente desbordadas sus primeras líneas. Las ametralladoras regaban de proyectiles a los atacantes intentando detener el avance de estos, sin embargo, muchos puestos defensivos habían sido presa de la artillería naval que había bombardeado las zonas de desembarco, ahora la armada abría fuego de nuevo, pero esta vez en dirección al interior.
El capitán Swason había intentado comunicarse con el cuartel general para solicitar refuerzos, sin embargo, las comunicaciones no daban línea, había enviado numerosos correos, pero los pocos soldados que volvían le habían informado de que las principales vías de comunicación se encontraban cortadas por tropas españolas.
Swasonse maldijo, aquellos desgraciados debían haber infiltrado tropas al amparo de la noche cortando las líneas y probablemente bloqueando puentes y las principales vías de comunicación con la intención de entorpecer la llegada de refuerzos. Ciertamente el Alto Mando no tardaría en descubrir lo que ocurría, pero la respuesta se vería retrasada lo suficiente como para dar tiempo a los españoles a establecer una cabeza de playa viable, más aún si se tenía en cuenta la virulencia del ataque, él no sabía demasiado de los efectivos de los españoles, al fin y al cabo desde el fin de la guerra de Cuba no eran más que un actor secundario, sino terciario, de la política mundial, y en eso habían tenido mucho que ver los intereses británicos, por lo que debían tener ante ellos a la totalidad de la flota española.
En ese momento pensó en la Home Fleet, y en qué demonios debería haber pasado para que Bruce Frases hubiese permitido a esos barcos españoles llegar a la costa Británica. Una explosión que sacudió el edificio y le lanzó al suelo le sacó de sus pensamientos.
Mientras se levantaba e intentaba volver en sí un soldado cubierto de polvo y ensangrentado se acercó a intentar levantarle mientras le decía algo, la detonación le había dejado sordo por un momento pero pudo distinguir perfectamente lo que decía, los españoles habían llegado.