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Sendai said:
Y esta bien dicho :rolleyes: . Fernando era rey de Castilla, rey consorte, pero era rey.

Felipe II tambien fue rey de Inglaterra, algo que deberiamos de recordar mas a menudo a los perfidos herejes :rofl: .

De hecho hasta Carlos I no había reyes de España como tal, si no de Castilla y Aragón. Él fue el primero en heradar todos los Reinos. (debería haber sido Juana, pero ya sabemos que pasó con la pobre)
 
Scare said:
De hecho hasta Carlos I no había reyes de España como tal, si no de Castilla y Aragón. Él fue el primero en heradar todos los Reinos. (debería haber sido Juana, pero ya sabemos que pasó con la pobre)

¿Pobre? Estaba como una puta regadera :rofl: .
 
Le venía de família, si mal no recuerdo.

Sobre Carlos I, creo que ya hemos discutido de eso y tal...
 
Sendai said:
¿Pobre? Estaba como una puta regadera :rofl: .

Por eso digo pobre. Si no diría inútil, como la mayoria de los reyes de España. :D
 
He encontrado un hilo muy bueno sobre un tema relacionado con este tema.

Primera entrega (para que haya tiempo de estudiarlo, criticarlo, liquidarlo, etc -1-)

Tras la muerte de Martín el Humano se planteó el tema de la sucesión en la Corona de Aragón. En el Compromiso de Caspe, fue elegido Fernando de Trastamara, hermano del rey de Castilla, Enrique III.

Su reinado duró poco, y le sucedió uno de sus hijos, Alfonso V de Aragón, el Magnánimo. A su muerte le sucedió su hermano Juan, Juan II de Aragón, llamado Juan sin Fe o Juan el Grande, padre de Fernando II, el Católico. Su ascenso al trono le llegó a la edad de 60 años y su corto gobierno resultará clave para el devenir de la Corona de Aragón.

Juan II recibió todos los estados de la Corona de Aragón, a excepción del reino de Nápoles, que fue heredado por su sobrino e hijo de Alfonso V el Magnánimo, Ferrante. El lejano gobierno de Alfonso V de Aragón, quien había fijado su corte en Nápoles, había provocado el deterioro de la situación en los estados Peninsulares de la Corona de Argón.

En Barcelona se estaba librando un grave conflicto entre las oligarquías urbanas, la Biga, y los menestrales, la Busca. En Cataluña, el enfrentamiento se reproducía entre los señores feudales y la “pagesos de remença”, los agricultores de sometidos a un régimen de servitud brutal. Todos estos conflictos se habían ido larvando desde el reinado de Pedro IV de Aragón, y estallarían durante el reinado de Juan II, provocando la Guerra Civil Catalana.

Al subir al trono, la primera medida de Juan II fue consolidar la Paz con Castilla. Mientras conseguía este objetivo, Juan II de Aragón maquinaba para levantar una alianza para contrarrestar el bloque Castilla-Francia-Papado-Génova. El frente diplomático pretendía una gran coalición entre Aragón-Portugal-Borgoña.-Inglaterra.

Pero la iniciativa la tomó Francia, de la mano del Papado. Calixto III (el primer Papa Borja) alentó a la nobleza Napolitana contra Ferrante de Aragón, rey de Nápoles y sobrino de Juan II. Juan II, preocupado por la situación, empezó a preparar la contraofensiva Mediterránea y en 1461 convocó Cortes de Valencia (en el siglo XV el reino más rico de la Corona de Aragón, y auténtico granero de la Corona).

A la par, empezó a tejer su gran alianza pactando el matrimonio de su hijo Carlos de Viana con Catalina de Portugal. Juan II mostraba su predilección por su otro hijo, en infante Fernando (el futuro Fernando el Católico), como heredero de la Corona de Argón. Pero Carlos no se resignaba, y empezó a jugar sus cartas para optar a la sucesión. Sabedor del destino que le preparaba su padre, entabló contactos con Enrique IV, rey de Castilla, para casarse con Isabel.

Cuando el padre de Carlos, Juan II, se enteró de la noticia, empezó a temer un complot contra su persona encabezado por Carlos con el apoyo de Castilla. Ante tales temores, ordenó a Carlos que viniera ante su persona a Lleida, donde el rey había convocado Cortes de Cataluña, y una vez allí, el 2 de diciembre de 1460, le hizo encarcelar. Ante una situación que cada vez más complicada para el rey, con frentes abiertos en Nápoles en el exterior, y en el seno de la familia en el interior, la oligarquía urbana de Barcelona, la Biga, y los feudales de Cataluña pasaron al ataque. Las fuerzas vivas de Cataluña estaban articuladas a través de la Generalitat de Cataluña. Su objetivo era el de debilitar a una monarquía cada vez mas autoritaria, y reforzar los principios de la monarquía pactista.

Una gran coalición entre los señores feudales, laicos y religiosos, y la oligarquía comercial de Barcelona, formó en “Consell de Catalunya”, y exigió a Juan II a declarar a Carlos heredero. Juan II se negó, y el “Consell”, a través de la Generalitat, le declaró la guerra y proclamó a Carlos heredero. Estallaba la Guerra Civil Catalana. Juan II acorralado, buscó ayuda en el reino de Aragón, pero al no obtenerla, optó por capitular, y el 25 de febrero liberaba a su hijo Carlos. Inmediatamente se iniciaron las conversaciones de paz, que dieron lugar a la capitulación de Vilafranca: la Generalitat pasaba a ser el órgano de Gobierno fundamental, con potestad para fiscalizar a los funcionarios reales, organizar un sistema judicial independiente, obligación del rey de pedir permiso a la Generalitat para entrar en Cataluña, y nombramiento del Príncipe Carlos como “Lloctinent de Catalunya”, con la atribución de ser la cabeza del poder ejecutivo y de la administración. Para algunos, la primera revolución “democrática”; para otros, la primera revolución “fascista”.

Alentados por el triunfo conseguido, la Generalitat se encaminó a aplastar al sindicato de remensa y sus 20.000 afiliados, que ya no contaban con la protección de la Corona. Las posiciones radicalizadas de algunos de sus dirigentes impidieron cualquier posibilidad de entendimiento con la Generalitat. Por otra parte, el 11 de Abril de 1462 se desató en Barcelona una “noche de cuchillos largos”, el Complot de San Matias finalizó con el asesinato de todos los líderes buscaires, (menestrales), y el poder absoluto de la Biga, la oligarquía urbana. Juan II, maquiavélico casi sin igual, mientras fingía resignarse ante la nueva situación, pactó con Francia, su eterna enemiga, la entrega del Rosselló y la Cerdaña a cambio de ayuda militar.

El tratado de Bayona, firmado el 9 de mayo de 1462, causó consternación en Cataluña. Un pacto con la mismísima bestia negra, Francia, era inimaginable. Pero más repulsivo era aún, era entregar Rosselló y Cerdanya. Tras unas cuantas batallas entre las fuerzas realistas y las de la Generalitat, ésta empezó a darse cuenta de que no podría ganar la guerra. El pueblo llano y los menestrales, aliados de la monarquía contra la Generalitat, imposibilitaban cualquier posible avance de las fuerzas oligárquicas y feudales. Ante la casi segura derrota de las fuerzas de la reacción, la Generalitat proclamó conde de Barcelona al Rey de Castilla, Enrique IV. (Nota: :D )

Por su parte, Luís XI de Francia procedía a ocupar los condados de Rosselló y Cerdaña. Juan II acorralado nuevamente y enterado de los planes de Castilla y Francia para repartirse los territorios de la Corona de Aragón, actuó de manera diligente. En una jugada maestra, se encargó de desbancar a Castilla y romper la estrategia de la Generalitat, estimulando la rebelión de la nobleza castellana y provocando la guerra civil en Castilla. Ante tal situación, se llegó al arbritage de Baiona (1463), mediante el cual, Enrique IV renunciaba a ser Conde de Barcelona, si Juan le cedía Estella. Los hechos se aceleraron cuando finalmente la nobleza castellana depuso a Enrique IV, y coronó a Alfonso, hermano de Isabel. Castilla había sido apartada del tablero de juego.

La Generalitat acorralada, nombró Pedro de Portugal como conde de Barcelona, pero su muerte no hizo más que agravar la situación. Finalmente, desesperadas las fuerzas feudales y oligárquicas, optaron por nombrar conde al candidato más impensable de todos, Renato de Anjou, un francés. El rey impuesto por la nobleza castellana, Alfonso, murió el 5 de julio de 1468 y el desbancado Enrique IV volvía a escena. Isabel intentó proclamarse reina en Ávila, pero tuvo que doblegarse ante su hermano Enrique IV. Para suturar las heridas de la guerra civil castellana, la nombró heredera en detrimento de su hija Juana la Beltraneja. A la par, pactaba el matrimonio de Isabel, heredera de Castilla, con Alfonso V de Portugal.

Juan II, una maquina incansable de la conspiración, temiendo que nuevamente Francia y Castilla se aliaran para trocear la Corona, se decidió por una jugada arriesgada para romper el eje Castilla-Francia que atenazaba a la Corona de Aragón. Decidió casar a su hijo Fernando con Isabel. Enrique IV, sin recursos con los que jugar, optó finalmente por nombrar como legítima heredera a su hija Juana. Juan II de Aragón, en una jugada magistral, había roto el eje Castilla-Francia, a la par que negoció una gran alianza con la casa de York en Inglaterra, con Carlos de Borgoña.

Francia había quedado aislada y rodeada por una gran coalición liderada por la Corona de Aragón. Una Corona de Aragón que tan solo unos pocos años atrás, parecía estar a punto de ser despezada por Castilla y Francia -2-. Además, las opciones geoestratégicas de la Generalitat habían sido anuladas. El 16 de octubre de 1472, se firmaba la capitulación de Pedralbes. Una paz en la que Juan II no quiso que hubiera vencedores ni vencidos. El 23 de Octubre, Juan II de Aragón, Juan sin Fe, Juan el Grande, juraba las Constituciones de Cataluña.

Juan II había triunfado. Una anciano de más de 70 años y medio ciego. Un genio de la política, un príncipe maquiavélico, había conseguido evitar la destrucción de la Corona de Aragón y aislado a sus enemigos. Su hijo Fernando tomaría nota.

Comentarios?

-1- No es mío, avisados sus quedais
-2- Vale, esto es un pelín exagerado, pues más que Juan, lo logró su hijo.
 
La generalitat, siempre dando por culo, en 1462, como en 1714. eligiendo mal.
 
Kurt_Steiner said:
Le venía de família, si mal no recuerdo.

Sobre Carlos I, creo que ya hemos discutido de eso y tal...
Sip. La madre de Isabel I de Castilla tambien estaba como una puta cabra.

Aunque los borbones no eran de la misma familia, y mira como aullaba Felipe V por las noches :rofl: . Cosas de casarte con primos y familiares cercanos :D.
 
Wittmann said:
La generalitat, siempre dando por culo, en 1462, como en 1714. eligiendo mal.

¿Cual fue la mala elección de 1714 para ti?
 
Creo que confundió 1701 con 1714 ;)
 
Txini said:
Creo que confundió 1701 con 1714 ;)

No sé, puede ser que se refiera a la toma de Barcelona cuando ya la guerra de sucesión estaba bastante clara. Por eso he preguntado.

Visto lo visto, la mejor elección para España hubieran sido los Habsburgo, porque vaya Borbones nos tocaron. :D
 
Segunda entrega (repito, no es un texto mío, lo juro por mi vida)

Juan II había resulto el conflicto con la Generalitat, pero había dejado Rosselló y Cerdanya en "penyora" (deposito) a Francia, hasta que no pagara la ayuda militar que había recibido para derrotar a la Generalitat. Había favorecido las reclamaciones de los payeses de remença, pero no había cerrado de manera definitiva la crisis. Había roto el siempre amenazante eje Castilla-Francia, con el matrimonio de su hijo Fernando con Isabel de Castilla, pero dejaba en ciernes una guerra civil en Castilla de resultado incierto.

Había promovido una coalición en la que participaban Inglaterra, Borgoña, Aragón y ahora Castilla dejando rodeada a Francia, pero sin resolver de manera definitiva el domino de la Corona de Aragón sobre el reino de Nápoles. Veamos como su hijo, Fernando II de Aragón, el Católico, partiendo de las bases diseñadas y establecidas por su padre Juan II, supo mover sus fichas y completar, y superar, la obra de recomposición de la Corona de Aragón.

A la muerte de Enrique IV de Castilla, su hija Juana prometida con el rey de Portugal, reclamó su derecho a ser reina, según las últimas disposiciones del rey de Castilla. Pero paulatinamente va creciendo el número de sus partidarios: el país vasco, Borgoña, Roma y la poderosa familia Mendoza. Isabel, envalentonada, tomará una decisión que sorprenderá a Fernando. El 13 de diciembre de 1474, Isabel se autoproclama reina de Castilla. Fernando II de Aragón no tardará en reaccionar y se proclama el único descendiente varón vivo de Enrique IV y se presenta como candidato al trono de Castilla.

En enero de 1475 se firma la Concordia de Segovia entre Isabel y Fernando donde se produce un reparto de competencias entre ambos monarcas. Isabel es "reina y propietaria de Castilla" y su esposo recibe el título de rey. El 30 de mayo de 1475 estallará la guerra por la disputa del trono de Castilla. Portugal, Francia y la nobleza castellana apoyando a Juana, mientras que la Corona de Aragón sitúa a Fernando de Aragón e Isabel como pretendientes. Al frente de las tropas aragonesas se encuentra Alfonso de Aragón, tío de Fernando, quien contará con el apoyo de tropas aragonesas, catalanas, valencianas y sicilianas. La victoria definitiva se producirá en Toro el 1 de marzo de 1476. Aragón había apartado a Portugal del juego, pero aún quedaba Francia. Fernando contuvo a las tropas francesas y en 1478 signó el tratado de San Juan Lohitzune. Al año siguiente se signaba la paz con Portugal con el tratado de Alcaçovas.

Los alzamientos de los payeses de remença continuaron. En la batalla de Llerona se produjo su derrota definitiva y fue capturado su líder, Pere Joan Sala. Este fue trasladado a Barcelona y en la playa de Barcelona fue despedazado vivo. Aún así, los alzamientos remences prosiguieron y Fernando, ante una Generalitat debilitado decidió actuar de manera definitiva. El 21 de Abril de 1486 se dictaba la Sentencia Arbitral de Guadalupe, que decretaba el fin de los malos usos y la libertad de los remensas. Una libertad que no sería conseguida por otros payeses de Europa hasta el siglo XVIII.

Fernando se disponía a resolver el tema del Rosellón y la Cerdanya, pero antes de proceder en este sentido, Isabel le exigió que acabara con Granada. Y así procedió como de todos es conocido. En 1493, y una vez resuelto el tema de Granada, Fernando de Aragón y Carlos VIII de Francia signaron el tratado de Barcelona, mediante el cual, Fernando recuperaba para Cataluña el Rosellón y la Cerdaña, a cambio del compromiso de no ayudar a los enemigos de Francia. Carlos VIII entendió que Fernando le daba vía libre para apoderarse de Nápoles y de toda Italia. Fernando no entendió lo mismo.

En Nápoles, Ferrante de Aragón, el hijo de Alfonso el Magnánimo, falleció en 1494, y el dominio de la Corona de Aragón sobre el reino era cada vez más débil. Le sucedió su hijo Alfonso, que disponía ya de muy pocos apoyos. Carlos VIII se preparaba para apoderarse de Italia. Arrasó con todo lo que se encontró a su paso, ocupó Florencia y derrotó al Papa (Roderic Borja), tomando como rehén a su Cèsar Borja. Continuó hacia al sur y el 22 de febrero de 1495 tomaba Nápoles. Fernando II actuó maquiavélicamente. Alegando que Nápoles debía ser considerado como un reino feudatario de la Santa Sede, entendió que Carlos VIII había roto el tratado de Barcelona, y se preparó para crear la Liga Santa (marzo de 1495) una gran coalición entre Imperio, la Corona de Aragón, Inglaterra, Venecia, Milán y la Santa Sede. (Cèsar Borja había escapado de los franceses).

Las tropas estaban lideradas por el insigne castellano Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Las fuerzas de la coalición desembarcaron en el sur de Italia y se unieron a las escasas de Alfonso, hijo de Ferrante de Aragón. Gracias a ingenieros y artilleros de la talla de Pedro Navarro o Giorgio Martini, Nápoles era tomada, y las tropas francesas iniciaban su retirada. Fernando consolidaba la Liga Santa con los matrimonios de Juan y Juana con Margarita y Felipe (el hermoso), hijos del emperador y Catalina con Arturo, hijo del rey de Inglaterra. Francia veía tejer a su alrededor un coalición que la rodeaba, mientras estaba siendo derrotada en Nápoles.

Pero Francia y su nuevo rey, Luís XII, no se resignaban a perder el Mediterráneo. Luís pactó con César Borja y Venecia, y después de la batalla de Novara, ocupó Milán. Fernando sabía que había perdido la iniciativa, así que en lugar de entregarse a una guerra que no podía ganar, decidió pactar. Mediante el tratado de Granada (1500), la Corona de Aragón y Francia se repartían el reino de Nápoles. Pero ese tratado era solo una estratagema para ganar tiempo. Fernando no estaba dispuesto a que la Corona de Aragón renunciara a los ricos puertos de Nápoles.

Echando mano del nuevo granero en que se había convertido Castilla, movilizó un nuevo ejército al mando del cual volvía estar el Gran Capitán. Después de la derrota de Seminara, Gonzalo decidió equipar masivamente a las tropas con arcabuces. La infantería pesada renacía en Europa. Infantería con picas y arcabuces, junto con caballería ligera sentada a la “geneta”. Ceringnola y Garellano certificaban el declive de Francia. El 31 de Marzo de 1504, mediante el armisticio de Lyon, Francia reconocía de manera indeleble a Fernando II de Aragón, rey de Nápoles.

Fernando II de Aragón había culminado la obra de su padre.No solo la Corona de Aragón no había sido despedazada, sino que había derrotado a su eterna rival, Francia, a la par que la había separado de Castilla. Una Castilla que había servido de granero para financiar las guerras que Aragón no hubiera podido librar por si sola, pero que ahora afrontaba el renacimiento con todos sus territorios pacificados y bajo control: Aragón, Valencia, Cataluña, Sicilia, Cerdeña y Nápoles. La Corona de Aragón. El 26 de noviembre de 1504 fallecía Isabel de Castilla y Fernando dejaba de ser rey de Castilla. El testamento de Isabel lo dejaba claro:

“y tengan a la dicha Princesa Doña Juana mi hija, por Reyna verdadera e señora natural propietaria de los dichos mis Reynos e Tierras e Señoríos”

“y veyendo como el príncipe mi hijo (Felipe el hermoso) por ser de otra nación y otra lengua, si no se conformase con las dichas Leyes e Fueros e usos e costumbres, no serán obedecidos ni servidos como deberían e podrían”

Pero por si acaso Juana estaba Loca:

“acatando la grandeza y excelente nobleza y esclarecidas virtudes del Rey mi señor (…) (que si) mi hija no pudiere entender en la gobernación de ellos (mis reynos) el Rey mi señor rija, administre e govierne (…)

Aunque lo dejaba todo atado y bien atado:

(…) hasta en tanto que el infante Don Carlos mi nieto sea de edad legitima.

“E suplico al Rey mi señor, quiera aceptar el dicho cargo de gobernación”

Y si por si acaso a Fernando se le iba la mano:

“Otrosí, por cuanto las Islas e Tierra Firme del Mar Océano e Islas de Canaria, fueron descubiertas e conquistadas a costa destos mis Reynos, e con los naturales dellos, y por esto es razón que el trato e provecho dellas se aya e trate e negocie destos mis Reynos de Castilla y León, y en ellos venga todo lo que dellas se traxere”

En 1506 la nobleza castellana expulsó de Castilla a Fernando II de Aragón al grito de “fuera viejo catalán!” , “fuera catalanote!”. La Corona de Aragón volvía a estar sola. Después de la muerte de Felipe el hermoso, Fernando volvió a la regencia, planeando ya un nuevo matrimonio, político claro. Ese mismo año de 1506 se casaba con Germana de Foix, sobrina de Luís XII de Francia, evitando esta vez desde el lado francés, cualquier hipotética restauración del eje Castilla-Francia durante la minoría de edad de Carlos.

Acto seguido y sin perder tiempo, partía desde Barcelona rumbo a Nápoles. Al llegar, licenció al Gran Capitán y destituyó de los cargos a todos los castellanos que se hallaban en la administración. En 1509 nacía el heredero de la Corona de Aragón, Juan III. Pero esta vez Fernando fracasó ante un enemigo sin rival, la muerte. Juan falleció tras ser bautizado. La muerte de Gastón de Foix suponía que Germana se convertía en heredera de Navarra. En 1512 conquistó Navarra y dicho reino fue anexionado a la Corona de Aragón.

A pesar de sus intentos, no nació un nuevo heredero y Fernando, resignado ante su suerte, procedió a actuar. A partir de 1515, Fernando II asumió que el futuro pasaba por su hija Juana y su nieto, Carlos. Desvinculó Navarra de Germana de Foix y lo anexionó a la Corona de Castilla. Fernando II de Aragón había cumplido todos sus objetivos, pero todos sus esfuerzos recayeron sobre Carlos, heredero de unos inmensos territorios con intereses, muchas veces, contradictorios. Y si alguien ha hechado en falta en este texto la palabra España, los pancatalanistas solemos padecer esa dolencia, me permito citar para resarcirme, las palabras que Maquiavelo dedica a Fernando de Aragón en su celebre obra, el Príncipe:

"Nessuna cosa fa tanto stimare uno principe, quanto fanno le grandi imprese e dare di sé rari esempli. Noi abbiamo ne' nostri tempi Ferrando di Aragonia, presente re di Spagna"

que traducido vendría a ser:

"Nada hace amar tanto a un príncipe, como las grandes empresas y sentar un buen ejemplo. Nosotros tenemos en nuestro tiempo a Fernando de Aragón, presente rey de España"

"El Príncipe"
Capitulo XXI
Niccoló Machiavelli

Algo me dice que la cita de Machiavello va a hacer correr rios de tinta...
 
Kurt_Steiner said:
Algo me dice que la cita de Machiavello va a hacer correr rios de tinta...
Que va. Se ha dicho ya muchas veces que Fernando el Católico podía haber sido una de las principales inspiraciones de El Príncipe. Yo desde luego estoy muy de acuerdo, y pienso que España no ha tenido mejor rey. Ya ves lo bien que me parece un rey catalán. :D
 
Fodoron said:
Que va. Se ha dicho ya muchas veces que Fernando el Católico podía haber sido una de las principales inspiraciones de El Príncipe. Yo desde luego estoy muy de acuerdo, y pienso que España no ha tenido mejor rey. Ya ves lo bien que me parece un rey catalán. :D

No es catalán. :p
 
Cuando los intereses castellanos llaman a Fernando, catalan, lo hacen sin duda para definir una política mas pro corona de aragon que pro castellana. Y si, estoy también deacuerdo con que Fernando era un buen rey para la España de entonces, donde un rey estratega y diplomático era lo mejor que te podía pasar.
Sobre todo entre la vorágine de reyes cazadores, mujeriegos, lerdos y patosos que había en Europa y en la España posterior.
Por cierto, que maquiavelo nombre a Fernando como Rey de España desmonta mas mentiras pancatalanistas que panespañolistas. :D
 
Fodoron said:
Puedes arrimar el ascua a tu sardina todo lo que quieras. Los reyes no tenían más nacionalidad que las de sus dominios. Y cuando se convertían en reyes de otros dominios, su coronación era una nacionalización en toda regla.

Lo planteas justamente al contrario. La soberanía residía en ellos, no tenían nacionalidad a no ser que con ello quieras indicar que poseían una cultura propia de un lugar concreto. La coronación convertía a quienes le coronaban en sus súbditos por la gracia de Dios.