Capítulo I: Elecciones
Tras un concienzudo análisis de sus opciones, el líder socialdemócrata Otto Wels se percató de que no podría derrotar a la amenaza nazi a solas. En primer lugar, era extremadamente urgente acabar con la hemorragia electoral y recuperar los votos perdidos, lo que únicamente podría realizarse convenciendo al pueblo alemán de que los ideales de libertad y coexistencia pacífica eran los únicos que permitirían al Volk alcanzar su meta final: la recuperación de Alemania como nación próspera.
El líder del SPD Otto Wels en un reciente discurso
Aun así, en un hipotético escenario en que el SPD lograra evitar el alza del NSDAP como partido más votado del Reichstag los socialdemócratas necesitarían el apoyo de otros grupos parlamentarios pata lograr una amplia mayoría, forzando así al Presidente Hindenburg a nombrar a Wells Canciller y fortaleciendo su legitimidad ante el electorado.
Aunque los comunistas odiaban y temían a los nazis como nadie más, cualquier acuerdo entre el SPD y el KPD parecía imposible; por lado, un amplio sector de la sociedad lo percibiría como un tenebroso giro izquierdista del SPD, y por el otro Thalmann no estaba para nada dispuesto a formar un Frente Popular en contra de las directrices del Komintern.
El resto de partidos del espectro político estaban peligrosamente inclinados a posiciones ultraconservadoras, proponiendo medidas similares a la de los nazis o incluso pidiendo la restauración del Kaiser como Jefe de Estado. Sólo había una excepción, y por lo tanto, sólo una opción para Wels: el Zentrum.
Este partido centrista dirigido por Ludwig Kaas se había aproximado últimamente a las posturas nacionalsocialistas, pero gran parte de su liderazgo estaba en desacuerdo y apostaba por actuar dentro de los límites del sistema democrático, desconfiando por completo de las promesas de cooperación de Adolf Hitler.
Tras contactar con los excancilleres y miembros del Zentrum Heinrich Brüning y Joseph Wirth, Wels se percató de que el único obstáculo para lograr un acuerdo con los centristas era su propio líder, Lugwig Kaas. Tras prometer ciertas concesiones a Brüning y Wirth, Wels consiguió arrancarles la promesa de que harían todo lo posible por convencer a Kaas de que no se podía, ni se debía, confiar en Hitler.
Brüning y Wirth tendrían un papel decisivo en las próximas elecciones
Después de días de intensas discusiones en el seno de su partido, Kaas finalmente entendió que su única opción para seguir al frente de su partido y evitar una guerra interna era aceptar las propuestas del ala moderada, y finalmente se avino a negociar un acuerdo con el SPD.
Reuniéndose durante varios días en el Hotel Adlon de Berlín, ambos líderes llegarían a una entente días antes de las elecciones: el Zentrum apoyaría a la candidatura de Wels para la Cancillería si lograba la suficiente mayoría en el Reichstag, y por su parte el SPD se comprometía a respetar el Concordato con la Iglesia y su posición dentro del sistema educativo, a formar un gran consenso alrededor del concepto de nación alemana y, una vez la situación se hubiera calmado, a apoyar a un miembro del Zentrum como candidato a la Presidencia del país cuando Hindenburg decidiera retirarse.
La llamada "Declaración del Adlon", firmada por Wels y Kaas, desató reacciones inmediatas una vez se hizo pública: Adolf Hitler la calificó como "una burla hacia las creencias de los votantes", mientras que Thalmann declaró que se trataba de "un contubernio entre burgueses", pero gran parte del público y de los editoriales periodísticos alabaron los esfuerzos de ambos partidos para traer algo de estabilidad al país.
Finalmente, la esperada cita electoral llegó, y con ella los primeros resultados. A pesar de que Hitler incrementaba sus apoyos y lograba un total de 211 escaños, la gran noticia radicaba en el espectacular ascenso del SPD, que pasaba de 121 a 214 escaños y se convertía en la fuerza más votada. Otro gran ganador sería el Zentrum, que se convertía en el tercer partido alemán obteniendo 86 asientos y anunciaba de inmediato su apoyo a la candidatura de Wels como Canciller del Reich. Por su parte, el KPD de Thalmann se hundía y bajaba hasta los 71 representantes, mientras el DNVP conseguía 41, el BVP 16 y el resto se repartían entre formaciones minoritarias.
Resultados de las elecciones de 1933
Una vez conocidos los resultados y sin que ningún candidato hubiera obtenido los 324 votos electorales necesarios para ser proclamado automáticamente Canciller, le tocaba a Hindenburg decidir, y tras rehusar reunirse con Hitler -quien recientemente había declarado que "el NSDAP no toleraría ninguna opción que no los incluyera dentro del Gobierno Alemán"-, el Presidente nombraba a Otto Wels como Canciller y le encargaba la tarea de formar Gobierno. No obstante, los nazis tenían otros planes...
El SPD había logrado una importante victoria, pero...¿sería duradera?